Te agradezco Alex

Ya estaba oscuro, pero no tanto, tome el camino principal, recordaba que la casa de Alex no quedaba muy lejos de la calle, -Ojalá, alguien pase y me pueda llevar-, caminé cerca de 20 minutos, mientras en mis brazos cargaba a mi beba, la miraba a cada rato y revisaba que estuviera abrigadita. Llegue a la calle principal, y cruce mis dedos esperando que un auto pasara y el chofer se apiadara de mí y me ayude a volver a casa de mi Mamá. Pero nada pasaba, -empecé a caminar por el lado de la calle ya que la temperatura estaba bajando, sentí miedo por mi hija, quizá enferme y todo sería obviamente mi culpa, por mis malas decisiones-, un auto se detuvo a mi lado, yo un poco desconfiada me acerque a pedir un aventón para llegar a casa de mi familia, -bajan la ventanilla y me pierdo en la mirada de él, Alex!!! Él estaba ahí, mi corazón dio un brinco de emoción al verlo-. 

Alex: Súbete, en casa vamos a hablar los dos, - su tono me dijo que estaba enojado, pero pensé que le molestaba mi presencia, por eso decidí irme después de mi confesión-  

No dije nada, subí en silencio al auto y cerré la puerta con cuidado. El corto viaje de vuelta a casa fue en silencio, ninguno dijo una sola palabra. Cuando llegamos, Alex bajó rápido del auto, y abrió mi puerta, - eso no me lo esperaba-, tomó a mi hija con cuidado y puso en su hombro mi bolso y se adentra a la casa, -que hombre más raro-. Yo con mis dolores en todo el cuerpo, camine más lento, pero entre a la casa. 

Alex estaba tratando de acostar a mi hija en la cama, me acerque tome a mi hija y la acosté, el solo me miraba. Una vez termine de acomodar a Antonia, él me hizo una seña para que lo siguiera en silencio y no despertar a mi angelita. Lo seguí hasta la sala, y me senté en un sillón cerca de él. 

Alex: Paulina, ¿porque te fuiste de la casa? Huyendo como una ladrona, en medio de la noche? Que no piensas en tu hija?, DIME QUE PENSABAS?!! -Primera vez que veo a Alex, tan molesto conmigo- 

Yo: Disculpa Alex, pero no quería seguir incomodando con mi presencia, despu... -No me dejo terminar de hablar- 

Alex: Acaso yo te he dicho en algún momento que me molestas? O te dije que fueras? 

Yo: Mira Alex, no lo dijiste, pero tu actitud, lo dijo todo, -me encogí de hombros-, después de todo quién querría estar cerca de alguien tan sucia y marcada como yo? 

Alex: Y quien carajos te crees tú para adivinar mis pensamientos?  

Yo no sabía que, de decir, -el camino hacia la mesa de comedor y trajo una bolsa entre sus manos-. 

Alex: Toma, -me extiende la bolsa, yo la recibo- 

Revisé el interior de la bolsa, había pañales, leche, y las pastillas que dejó el doctor. Cuando levanté la cabeza, él solo me miraba. 

Alex: Espero que con esto te quede claro que no quiero que te vayas, quiero que estés aquí, todo el tiempo, tú me gustas Paulina, sé que tu pasado ha sido difícil, pero no todos los hombres somos iguales, yo también tengo una historia, no siempre fui del campo, y te aseguro que aquí encontré mi paz, y trate de volver a ser feliz después que lo perdí todo. 

Yo: Alex te agradezco lo que has hecho por mí, pero solo estaré un tiempo acá hasta que me sienta mejor y pueda volver a casa de mi familia, -su cara cambio, solo veía decepción-, no te mentiré tú me atraes, te encuentro guapo y todo, pero yo soy una mujer rota, mi cuerpo esta sucio, no creo que merezcas tan poco. Quizá un día llegue la mujer indicada para ti, y no quiero ser yo un obstáculo para tu felicidad. 

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