Yo la amo.

Daniela: Para porfavor.

Ulises: No lo merecías Daniela.

Daniela: Lose, el mal entendió las cosas, yo le dije que no quería nada serio, y entonces él supuso.

Ulises: No, basta.

Daniela: Solo escuchame, porfavor.

Ulises se tranquilizó, tomo de un trago su vaso de whisky y la escucho atentamente.

Daniela: Lo que siento por el es Extraño. Pero me agrada sentirlo, tal vez me gusta tanto que siento que esto que a pasado no es nada, solo quiero darle su merecido, pero de igual manera no quiero estar con el, el aún es casado, necesito un consejo de un amigo como tú.

Ulises sintió como el corazón se le hacía pedazos. ¿Un amigo?.

Ulises: Yo te quiero Daniela, me gustas mucho.

Daniela le soltó las manos sin dudarlo y se quedó atónita al escuchar sus palabras.

Daniela: Ulises no....

Ulises: Calla porfavor, Yo sé perder. Y te aconsejaré como hombre. El es muy complicado, y si yo estuviera en tu lugar no le perdonaría lo que te hizo, pero desgraciadamente no es Haci. Solo quiero preguntarte ¿lo que sientes por el es amor?.

Daniela: Eso no.. no Lose, nunca había sentido algo Haci por otra persona.

Ulises: Ve por el Daniela, has le caso a tu corazón.

Daniela lo abrazo fuertemente.

Narra Andrei....

Me monto en mi auto y me dirijo hacia el restaurante de mi amigo, ya que siendo la hora del almuerzo lo más seguro es que el este ahí.

Bajo y pregunto por el, la empleada muy coqueta me responde que el está en un almuerzo. Le respondo que no importa que igual lo esperaré en otra mesa, me asignan una mesa y camino hacia ahí, en ese instante la imagen que veo me deja de verdad sin palabras. Ahí está ella, en ese conjunto rojo tan perfecto, sentada abrazada de mi amigo, se ven tan bien juntos, se qué hice demásiado mal al mentirle a Daniela sobre Andrei, él no es un mujeriego como le dije, el es un buen hombre y merece ser feliz. Me doy la vuelta y me salgo del restaurante.

Empleada: Quiere que le diga que vino?.

Andrei: No es necesario,

Andrei subió de nuevo a su auto y se alejó del lugar.

Mientras tanto en la mesa de Ulises y de Daniela.

Daniela: Ahora mismo iré por el.

Daniela sé pudo de pie, le dió un beso a Ulises y camino hacia la salida para subir a su auto.

Ulises se quedó sentado con el corazón destrozado, pero el no era nadie para impedir que Daniela fuese feliz. En ese momento su celular sonó.

Ulises: Cacéres.

Andrei: Amigo como estas?.

Ulises: Bien y tú.

Aunque por dentro Ulises estaba destrozado.

Andrei: De maravilla.