Una lección.

Daniela camino de nuevo hacia la oficina de Pancheri y abrió sin previo aviso.

Daniela: No quiero de regreso a su esposa en la empresa Señor Pancheri, es solo un aviso.

Andrei se enojó demásiado y sin duda no era por el echo de que no quisieran a Bárbara, si no por que odiaba que quisieran venir a darle órdenes.

Andrei: Lo siento pero no puedes ordenarme que hacer, ella puede regresar cuando le plasca.

Daniela sintió el enojo apoderarse de ella, pues de la misma manera odiaba que no cumplieran sus órdenes.

Daniela: Lo siento pero e ordenado.

Andrei: Y yo lo siento pero a mí nadie me da órdenes.

Daniela no sabía que hacer, nunca nadie le había dicho que no a algo Haci que estaba dispuesta a darle una lección.

Daniela: De acuerdo Señor Pancheri. Hagamos nuestro trabajo, que no tengo demásiado tiempo.

Andrei noto demásiado raro que Daniela no ubiera protestado a su respuesta, pero sin duda no la conocía y no sabía que ella lo aria pagar por no cumplir sus órdenes.

La tarde para Andrei paso de inmediato, mientras que para Daniela fue eterna, estaba pensando con tranquilidad una manera de darle una lección a la huerita por decirle gorda y a Andrei por no seguir sus órdenes y al parecer tenía algo en mente.

Daniela: Mañana se me complica venir a la Empresa, tal vez pueda ir a mi mansión a trabajar un rato, y bueno le pido que lleve a su esposa para poder hacer las pases y empezar de nuevo.

Andrei no sabía que pensar, por su puesto que no quería llevar a Bárbara, pero mucho menos quería presentarse solo y que hubiera mal entendidos. A Andrei le parecía muy sensual,tanto su manera de vestir, de caminar y de hablar, no era su tipo pero se le hacía demasiado bella e inteligente.

Andrei: De acuerdo Señorita Echeverri, ahí estaremos.

Daniela: Entonces Mañana nos vemos.

Daniela le extendió la mano a Andrei, el la beso y ella tomó su bolso y camino hacia la puerta mientras retumbaba sus tacones por el suelo.

Andrei la vio alejarse mientras pensaba que le pasaba con esa mujer. Era tan diferente a las que había conocido antes, su presencia era otra manera de vivir el día, en realidad hace tiempo que no experimentaba un día tan activo.

Mientras tanto Daniela estaba segura de que el hombre que había tenido frente a ella, sin duda era el más guapo que había visto en su vida, y su porte y seriedad la volvían loca de remate, pero sin duda ella jamás estaría con un hombre casado, Haci que solo les daría una pequeña lección, los dejaría por la paz y se dedicaría a hacer su trabajo en la empresa y nada más que eso.