CAPITULO 4

...Enero - 2021...

Desperté con un profundo dolor de cabeza. Mi mirada se dirigió con curiosidad a la nota que estaba al lado de mí. Al fijarme, que Cole no estaba por ni una parte, tome la nota entre mis manos, sintiendo el frió del papel impregnadose en mi piel.

He ido a comprar el desayuno. Espero que no te moleste.

C.N

Las imagines de la noche anterior empezaron a aparecer en mi mente y sin esperarlo sonreí. Hice todas mis necesidades, y me coloque una polera negra con un pantalón.

Ed Sheeran y su canción Afterglow, retumbaba por los altavoces. My eyes are caught in your gaze all over again — cantaba yo - unas manos me taparon los ojos e inmediatamente el olor a cigarrillo me inundó.

Ambos empezamos a bailar al sonido de la música, sus manos reposaban en mi cintura, moviéndonos de un lado a otro. Nuestros ojos se encontraron, y ambos sonreímos sin saber por qué.

— Aquí tienes el desayuno, cómo no sabía que te gustaba, te compré una hamburguesa con una coca cola —susurró en mi oído. Rápidamente me separé de el, dándome cuenta de lo que estaba sucediendo, tome la bolsa y empecé a comer. Jamás pensé ver esta faceta de Cole, pero sinceramente me gustaba. Empecé a hablar de las cosas que sucedían en el instituto. 

— Tessa, para - contestó tajante — Nos vemos otro día —Sus ojos me miraban y yo asentí lentamente, algo en mí se desilusionó. Pero sabía, que debía dejarlo ir. 

Cole Newman:

Estaba confundido, estaba asustado por que jamás había hecho esto por una chica, jamás había pensado que sus hoyuelos al sonreír eran preciosos. Debía alejarme de ella, debía alejarme antes de que fuera demasiado tarde

Suelen decir que cuando amas algo debes dejarlo ir, el caso es que yo no la amo y aún así debía dejarla ir. A mí lado solo le traeré desgracias y eso es lo que menos me apetece.

Al llegar a mi casa, me quite la chaqueta y me acosté un rato. Hasta que de pronto Neragan entro por la puerta con una gran sonrisa en el rostro.

— Volví con Jane — Mi mirada lo recorrió buscando ápice de mentiras, pero no había — Lo digo enserio, ambos resolvimos todo. Pero, la mala noticia es que tengo que dejar de fumar — chasqueó la lengua

— Vaya, jamás creí que fuera tan rápido — El me sonrió y tomo la cerveza entre sus manos, mientras la tomaba lentamente — Por cierto, ayer cuide de Tessa —sus ojos se achicaron y me miró con una sonrisa.

— Va a ser tu perdición. Vas a acabar enamorado totalmente de ella. Y creeme, el golpe al caer del paraíso. Dolerá más que el mismo infierno .

Sus palabras se quedaron caladas dentro de mí, estaba seguro que esa niñata jamás iba a hacer yo que sintiera algo por ella, por que era así, yo no me enamoraba, yo no estaba dispuesto a renunciar por todo lo que había trabajo. Y jamás iba a dejar que una niñata cualquiera rompiera mis muros e hiciera con mi corazón lo que quisiese.

No había tenido una niñez fácil, no había tenido una vida fácil. Y lo único que hacía mi vida llevadera eran Neragan y el cigarrillo. Pocas veces consumía marihuana o cualquier otro tipo de drogas, pero siempre fumaba, lo hacía constantemente y esperaba que con el tiempo eso acabase conmigo.

Después de oír lo que Neragan me había dicho, mi mal humor había aumentado, y lo único que hice fue cambiar de conversación y platicar del partido de fútbol que darían la semana entrante.

Poco a poco ambos nos quedamos dormidos, cayendo así en los brazos de Morfeo.

...[...]...

El instituto había decidido realizar una pequeña excursión, se supone que iríamos al bosque turístico y pasaríamos un día "conviviendo con la naturaleza". ¿A quien se le ocurría semejante estupidez?

Si, a los tontos profesores.

Ya estaba hasta los cojones de caminar, la pequeña niñata estaba a largos pasos de distancia, y aún así podía observar cómo se quejaba de la situación.

El lugar no era feo, habían árboles bastante vivos, es decir, no estaban secos y feos, en el piso habían bastantes hojas rosas, parecían hojas del árbol de Sakura.

Un árbol de origen japonés, era raro verlo por acá, pero no me disgustaba, se veía original.

— Estoy cansada — Tessa se detuvo a descansar un rato, los demás alumnos estaban a kilómetros de distancia y el profesor ni caso nos hacía.

— Deberías tomar agua, pareciera que vas a morir —Ella rodó los ojos y sonrió.

— Eres un burro Cole

— No lo creo, niñata. Realmente creo que soy fabuloso. —Empecé a caminar dejándola atrás, oí como se quejaba a lo lejos y corría en mi dirección.

— ¡No me vuelvas a dejar atrás!

— ¿Por? No soy tu niñera —farfulle

— No voy a morir aquí Imbécil, puede aparecer un oso y comerme. ¡Comerme a mi! — Ella agrando sus ojos y negó con la cabeza, parecía que enserio se creía eso — Sería terrible —sonrió.

— Claro que lo sería —mencioné con sarcasmo.

Ella soltó un risa y puso sus manos sobre su mochila, era una mochila espantosa, era de un verde pastoso y feo, tenía un coleta y el sol hacía relatar su melena rubia, era una chica bastante guapa, sus shorts negros me lo confirmaban y su camisa blanca me mostraba lo lindos que deben ser sus senos.

Reí por mis pensamientos y ella me miró con una ceja enarcada.

— Cuéntame algo de ti — Dijo finalmente.

— Tu bolso es espantoso —sonreí

— ¡Te dije algo de ti! — chilló — ¡No de mi!

Me quedé pensando un rato sin saber que decir, creo que jamás me habían pedido tal cosa, mi mente se encontraba en blanco.

— Me gusta fumar. ¿Te sirve?

— Dime algo que no sepa Cole — Ella me fulminó con la mirada y entrecerró sus ojos.

— Bien, te puedo decir que odio como es Betty de Riverdale

— ¡Pero si ella es fabulosa! —exclamó animada.

— Es una mala amiga Tessa

— No mientas Cole, ella es increíble

— Ella engaño a Juhgued. Ella no fue sincera. ¿Te parece que eso es ser buena amiga?

— Bueno no, pero...

— Pero nada, fue una imbécil. Aceptémoslo.

— ¿Cómo es que has visto Riverdale? — su dedo me señaló de forma acusatoria, parecía un interrogatorio estúpido y poco convencional.

— También veo series ¿Sabes? No sólo fumo

Ninguno de los dos dijo nada después de aquello, caminamos por un rato más hasta que por fin llegamos a nuestro destino.

Eran dos cabañas medianas, por fuera eran de madera rural, tenían algunas ventanas con marcos negros. Y eran de dos pisos, se veían realmente bien. El ambiente era espectacular, habían algunos troncos al rededor de una fogata y los colchones no podían faltar.

— Se ve increíble —Ella tenía los ojos perdidos en las estrellas, habíamos pasado casi tres horas caminando, la mayoría de los estudiantes estaban sentados tomando agua y descansado un buen rato.

Normal.

— No está nada mal. Pensé que sería peor.

— ¿Por qué nunca nos habíamos visto? Estábamos en clases juntos y estudias en el mismo instituto.

— Supongo que nunca se dio. Yo no vivo pendiente de las personas que me rodean, y al parecer tu tampoco.

Ella asintió perdida, la noche transcurrió normal, ese día no volví a hablar mas con ella. Y estaba bien, tampoco es como si debíamos hablar diariamente.

A la mañana siguiente, todos fuimos directamente al instituto.

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