Lamentable

Después de lograr que mi ama y yo fuéramos las únicas en servir a la reina madre, ella fue tomándome más cariño y aprecio con el pasar del tiempo. Mi personalidad dulce e ingenua, le recordaban a su hija. la cual no era para nada igual a mí, pero ella se molestaba en compararnos, su hija sí, era una imbécil.

La muy idiota, se la pasaba mirando a lo lejos al general Rays de pelo cobrizo y rostro angelical cada día.

El tenía 19 años de edad, fue ascendido muy joven, ya que su amigo era nada más y nada menos que Raymundo con quien se crió de niño, ambos eran muy unidos, criados con la espada y la especialicion en armas. A la hora de elegir un general para sí mismo, Raymundo, elejio a Rays para este puesto; por eso es que la princesa lo llegó a reconocer a través de la fiesta de coronación.

Cuando eran niños se vieron un par de veces, y luego de adultos en las cenas, bailes y banquetes que ofrecía Raymundo.

A ella le encantaba como el vestía de uniforme, lo podía ver en su cara cada vez que lo veía pasar, jamás salió de un " Buen día general y un Adiós general ".

De verdad, era muy molesto verla hacer eso cuando enrealidad debería entablar una conversación con él. Debía ganarme su confianza...

Para terminar de ganarme a la reina madre.

Así que mientras pensaba en como hacer eso. Un día la atrapé mirándolo como siempre a lo lejos por los pasillos desde un pilar, con los ojos llenos de brillo y un rostro ruborizado, el general Rays estaba saliendo de ver al emperador, saludando cordialmente a toda criada y damicela que viera, entendí que está sería una buena oportunidad para acercarme más a ella. Y aunque ella no me agradaba tendría que ayudarle de algún forma ...

"¿ Mi señorita acaso usted está enamorada del Señor Rays ? " Le pregunté con seguridad, sin pensar que estaba hablándole de esa forma a la señorita Aysa, metiéndome en su vidas privada. Podría mandarme a matar por tal impertinencia..

Ella no se molestó es más saltó de los nervios por la pregunta que le hice . — N-No, ¿ Q-Que le te hace pensar en eso ? — Titubeó y por poco me habló sin formalidades, la pregunta que le hice la estremeció tanto que se olvidó que yo era una esclava y no tenía por qué contestarme.

Así que me hice la ingenua nuevamente, sonriendole con ternura, antes de que ella se diera cuenta de su error.

— No tiene por qué responderme Alteza— Cuando ví que el general estaba por pasar dónde estamos ambas yo le susurré a lo bajo

" Descuide yo puedo ayudarla ". dejándola confundida, no tenía idea de lo que yo estaría por hacer.

Pase por delante de él apuesto y joven Rays para empezar mi drama—¡ Oh, la princesa Aysa se ha lastimado ! — mencioné con un tono alborotado.

El joven enseguida mostró un rostro helado, — ¿ La princesa Aysa ?,— preguntó y me agarró de los hombros sacudiendome— ¿ Dónde está ? — me preguntaba con unos ojos aterrados, creía que su amada estaba seriamente herida. Enseguida me dije " Este idiota también ama a esa mujer "algo que me hizo reír por dentro.

Volví a mirar detrás del pilar con un rostro lastimero— Mi señora se encuentra allí — apunte lentamente dónde estaba ella para darle tiempo a actuar.. Al ver esto Aysa no tuvo de otra que seguir la corriente o quedaría muy mal delante de él .

No tenía tiempo de pensar si sería mejor decirle la verdad o no, así que se tiró al suelo y se quedó allí petrificada . No sabía que demonios se me estaba cruzaba por la mente.

Al instante el Joven y tierno Rays me soltó para ir a toda prisa por ese pilar. Yo no dejaba de sonríer con perspicacia al ver que todo estaba saliendo como quería.

El joven al verla busco la herida en su tobillo todo compunjido, " Dónde está la herida princesa ? " , " ¿ Le duele ? " , " ¿Puede pararse ? " . eran unas de las cosas que el le preguntaba mientras miraba su tobillo de un lado a otro, creyendo que se había esguinzado. Ella no sabía que responder pero yo sí, así que antes de que hablara respondí por ella .

— No sé ha podido parar desde que se dobló el tobillo, aunque no esté inflamado igual le cuesta moverse — dije mostrando una falsa angustia en mi rostro .

Al ver eso ella solo cayó, mirándome como si dijera " ¿ Por qué haces esto ?". Cosa que ignore y añadí — Creo que sería mejor que la princesa descansará, — afirmé y me hice la desentendida mirando hacia un costado — ¿Pero como podrá ella subir las largas escaleras hasta su cuarto ?.

El jóven no dudo al verla en apuros " ¡No se preocupe princesa! " " ¡Yo la ayudaré ! ".

Ambos se miraron a los ojos, y luego desviaron la vista para no encontrarse con la mirada del otro al momento en que el la tomo en sus brazos .Se notaba a largas distancias que ellos dos se querían.

Cuando el la tomó en sus brazos , la princesa no podía ser más feliz, lo veía en su expresión por sus ojos cubiertos de brillos; pronto ella me agradecería con toda su ser por haberle dado semejante oportunidad, lo podía intuir.

Mientras el la llevaba a su alcoba, yo los seguí por detrás, esperando a escuchar las conversaciones que tendrían aquellos dos. Podría sacar alguna información valiosa.

Pero los dos eran muy ingenuos.

No se animaban a hablarse, después de varios escalones, necesitaban romper el hielo para no hacer incomodo el viaje hasta llegar a dicha alcoba la más grande de aquel palacio, oculta en varios e interminables pasillos.

Empezarón hablando de cosas sin sentido, como el clima, el viento, las olas del puerto, y hasta llegar a mencionar asuntos políticos. Yo no podía no sentirme estresada , le había dado una gran chance, y la estúpida la estaba desperdiciando. Podía mencionar miles de cosas sobre su aspecto, como alagar su trabajo, su aspecto, o lo fuerte que son sus brazos,, cosas que lo alargarán, en ese sentido.

Pero no... Ella hablaba de su hermano y el reino.

Cuando creí que todo ese espectaculo fue para nada, al llegar Rays la dejó su cama, y dijo — Espero que pronto pueda caminar, princesa, no se qué haríamos en este palacio si su dulce presencia no está entre nosotros— escuché detrás de él aposento. Pude notar como sus palabras y sus acciones mostraban cuan enamorado estaba de ella. Aunque la princesa no haya dado cuenta .

Al irse ella no dijo nada más que " Gracias" cuando me atreví a cruzar por las puertas, con una mirada plena y llena de felicidad. Aunque era mayor que yo, parecía más infantil de lo que yo podía ser,. Pero por que me reclamaría, si la había tirado en brazos del hombre que amaba desde su infancia.

Con esto creí que ella confiaría en mi de ahora en más, quizás me haría su amiga al verme confiable, ya que aquí todos me juzgan por eso, por mi edad y apariencia, me veían débil, incapaz de pensar, y mucho menos de guardar malos sentimientos si tan solo era una mocosa.

sin saber cómo era yo en verdad.

Luego de ésto, volví a mis haberes en el jardín, sin saber que quien me estaba esperando al doblar la esquina era Dan completamente molesto.

Me agarró desprevenida y me arrinconó a una pared, para cuando lo reconocí no grite pero si me enoje. — ¡ Que demo—

— ¡ Eres lamentable Hada ! —Interrumpio él. ..

Apretó mis muñecas con fuerza sobre esa pared, logrando que de algunos quejidos.

— ¡ Crees que no se lo que planeas ! — Me afirmó y yo me perturbe

"¿ Que ?"

"¿Pero desde cuando sabía lo que yo estoy planeando?, eso es imposible...."

" ¿ Que piensa hacer con eso ? ."...

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