# 5

VIOLETA

- Me puedes explicar, sin gritarme, ni mencionar mi nombre completo, ¿Quién es y que el papasito que vino hace rato?- Me pregunta Benji, siguiendo con la mirada mi ir y venir dentro de la oficina.

- Ese hombre es Santiago Duarte.- Le digo alzando las manos, - Y creo que sabes perfectamente quien es y sobre todo, que quiere- Le contesto, aún no puedo creer que haya estado aquí.

- ¿Podrías tranquilizarte? Ya le dijiste que no estás interesada, cálmate- Se levanta y me toma por los hombros para que me siente con el.

-Ya lo se, pero siento que no se va a rendir tan fácilmente- Le digo poniendo mi cabeza entre las manos.

- No estamos seguras de nada, así que ¿por qué no te vas a casa? Descansa y relájate, mañana será otro día.- Comenta cariñoso, lo veo y sonrió, se que tiene razón.

Salgo de ahí despidiendome, de todos, voy manejando rumbo a mi casa, cuando recibo una llamada de una amiga, por decirlo de alguna manera, solo es una compañera de fiesta.

- Hola, Ale, que hay?- Contesto al hacerme a un costado de la carretera.

- Vi, tenemos que ir al aniversario de nuestro bar favorito, es hoy!!- Me dice casi gritando. Creo que me haría bien salir y divertirme un rato.

- Claro, nos vemos más tarde- Me despido de ella y sigo mi camino, tengo que arreglarme.

Tomo un delicioso baño y elijo una minifalda negra, un top tipo halter en color vino y unos stilettos negros, aliso mis rizos y procedo con mi maquillaje, en tonos neutros, solo mi boca de un color vino intenso.

Salgo de ahí y me dirijo al bar, en cuanto llego el valet parking, me recibe, soy una clienta distinguida de ese lugar.

Entro y enseguida siento el ritmo de la música en mi cuerpo, me encanta esa sensación, busco con la mirada a Ale y la distingo a lo lejos, acompañada de 2 personas más y me arrepiento enseguida de haber ido.

Fernando Alameda, es un modelo que me invitó a salir, pero cuando le aclare que no iba a pasar nada más, se puso algo intenso, no le volví a contestar jamás.

Salude y el se levantó, me hizo un lugar a su lado, e intento saludarme con un beso, algo que yo evité. Me vio con odió, pero no me importa, es de las personas que no entienden que no es no.

Ale se fue a bailar con el otro chico que también es modelo y yo me tuve que quedar con esta persona.

- Te ves muy bella hoy.- Susurro en mi oído. Me aleje y le dije:

- Gracias, hago lo que puedo- El me vió de una manera desagradable y contesto con cinismo.

- ¡Que modestia!-

Por suerte llegó Ale y me puse a platicar con ella. Intenté ignorarlo tanto, que no me di cuenta que había agregado algo a mi bebida, cuando volteé por ella, el se alejo diciendo. - Voy al baño- y se fue.

Yo seguí tomando mi bebida sin mirarlo siquiera, después de un rato, comencé a sentirme mal.

- Voy al baño- Le dije a Ale.

- ¿Estas bien?- Me preguntó.

- Claro, no tardó- le contesté.

Y me dirigí al baño, me moje un poco la cara, me sentía mareada. Me di cuenta que tenía que regresar a casa, me iría en un taxi.

Con eso en mente, salí del baño, para encontrar a Fernando, se me quedó viendo raro, lo ignore y seguí caminando, me jalo del brazo e intento besarme, lo empuje y le di una bofetada. Me volvió a tomar del brazo, cuando tras de mi escuché una voz fuerte y ronca.

- Si no la sueltas, te voy a romper la cara-

Fernando intento jalarme hacia el diciendo.

- Es mi novia, está ebria, la voy a llevar a casa.-

- Ni en tus sueños, idiota- Contesté enojada.

- Pues aunque sea tu novia, esa manera de actuar tuya, no está bien, ¡Sueltala!- Grito el hombre. Yo empecé a sentir mucho calor, lo que le atribui a las bebidas que tomé y al coraje que sentía.

Fernando me soltó y se fue furioso, yo volteé, para agradecer al hombre que me ayudó y menuda sorpresa me lleve.

Ahí estaba la persona causante de mis tensiones. A pesar de que se veía increíblemente bien, con esos pantalones ajustados negros y una playera blanca, que hacía que quisiera recorrer cada músculo de su pecho. ¡Pero que estoy diciendo!

- Gracias por todo, no hay manera de quitarme de encima ese tipo.- Le digo tocando mis sienes, me empieza a doler la cabeza del calor.

- Tal vez si no los ilusionaras, no tendrías esos problemas-

Levante la cara para contestarle, pero en ese momento todo empezó a dar vueltas y me tuve que sostener de este hombre arrogante.

Me vio asustado y pregunto, - ¿Estás bien? ¿ Cuánto bebiste?-

- Solo unos tragos, pero creo que es suficiente.- Me solté e intenté dar un paso pero sentí caer y también sentí como el me tomaba de la cintura y me sacaba del bar.

- Te voy a llevar a tu casa, en ese estado es peligroso que vayas en taxi.- Dijo el, como si el no fuera un extraño para mí, quien me aseguraba que el no era peligroso.

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