Mi nombre es Alejandro tengo 16 y... estoy apuntó de quitarme la vida con una navaja, suena estúpido lo sé, pero según las personas, las estupideces es lo único que sé hacer correctamente.
Hace apenas cinco días, yo estaba en el patio de mi casa pensando en como iba a salir del closet, para mi fortuna mi hermano mayor lo sabía y estaba apoyándome mucho, ese día llego a casa con su novia, dijo que me ayudaría con ese asunto, luego de esperarlo un rato él llegó conmigo
—Hola Alejandro cómo estás?
—Hola hermano, —le dije bastante desanimado, se acercó y me dio un abrazo.
—¿Te sientes listo Ale?
—para nada, —le respondí con miedo—. pero tengo que decirles ya
—No es verdad Ale, si no te sientes listo todavía no se los digas,
—Bruno, tengo que hacerlo ya y lo sabes, tienen que saber que soy gay
En el fondo no queria decirle a mi padres, pero tampoco queria seguir ocultándolo como si fuera algo malo.
—Hermanito no tienes que explicarle a nadie quien te gusta.
—Lo sé Bruno, pero no sé, es complicado nesesito que lo sepan.
—Esta bien ya dicelo, pero avisame cuando lo hagas para estar contigo ¿si?,
—Claro que lo haré, también tendré que decirle a mis amigos
—¡Oye! no tienes porque decirles nada
—¿Pero y si un chico me gusta? ¿no tengo que decirle?,
—Bueno, si te gusta, sí le tienes que decir.
—Je, je, te lo dije, ya no quiero ocultarme.
—Ven sigueme Alejandro.
—A donde vamos? —le pregunté siguiéndolo.
–Vamos con Marla iremos por un helado.
Siempre he tenido una buena relación con mi hermano mayor, él fue él primero en enterarse que soy gay, y me ha apoyado mucho desde entonces, también mi cuñada Marla. Aunque siento que le incomodo un poco.
Luego de caminar un rato llegamos con ella, que nos estaba esperando.
—llegamos! —dijo Bruno dando un beso en la mejilla a su novia.
—Hola Ale —me saludó.
—hola Marla me da gusto verte,
—igualmente cuñado.
Nos trajeron nuestro helado y comencé a pensar como será comer helado después de "destaparme"
Puede ser que sea más dulce. Siempre he tenido debilidad por la vainilla.
—Debimos traer a Gabi también ¿No creen? —dijo bruno con voz preocupada.
—No te preocupes —le respondí. —Ella salió por ahí con sus amigos.
—Dime cuñado —me cuestionó Marla con curiosidad —. ¿Ya tienes un chico guapo?
—Marla no le preguntes eso, —le reprochó mi hermano, con autoridad—.
—¿Pero qué tiene de malo?
—¡No tiene nada de malo, pero lo incómodas! —le respondió él.
—No pasa nada. De hecho si alguien, es Fernando, tú lo conoces Bruno.
—¿Es tu mejor amigo no? —me preguntó Bruno con una sonrisa.
—Sí es él, pero no se si decirle, ya saben, lo siento,
—Bueno cuñado —me dijo Marla—. Es posible que no te corresponda, pero si es tu amigo, no le importará tu orientación sexual.
Que Marla me dijera eso me subió el animo, tenia miedo pero, me estaba sintiendo mas tranquilo.
—Vamos a casa chicos —dijo Marla,
—Adelantense ustedes, yo quede de ir al parque con una amiga,
—Muy bien, no llegues muy tarde.
Yo siempre fui el raro, y no solo por tener una sexualidad diferente, por mas que trataba no parecia encajar con nadie, hasta hace poco me preocupaba demasiado la opinión de los demás, pero eso se acabo cuando conocí a Fernando y Alicia, mis mejores amigos, nunca tuve las agallas de decirles. Me preguntaba cosas como: ¿Serán homofóbicos? ¿Y si ya no quieren ser mis amigos después de contarles? Así que se podría decir que estoy en lo mas profundo de mi closet.
Llegue a casa de Alice y toque la puerta...
—Eres tú Alejandro, ¿que te trae por aquí? —me dijo la madre de Alicia.
—Buenas tardes señora Sara, ¿Está Alicia?
—Sí, permiteme hablarle, ¿Gustas pasar?
—Sí, muchas gracias, señora.
Luego de unos minutos Alicia bajo.
—Hola Ale, ¿Cómo estas?
—Bien, gracias ¿tú qué tal?
—Estoy bien —me respondio ella con una sonrisa.
—¿Iremos al parque? —le pregunté.
—SÍ, ya le avise a Fer, y dijo que nos ve allá,
Mientras caminamos pensaba en decirle a Alice, tal vez me entienda.
—Oye Alejandro, ¿Te puedo decir algo?,
—Claro que si, ¿que pasa?
—Hace tiempo que siento algo por ti
Esperaba todo menos esto.
—Yo...
—Sí, sé que tal vez no me correspondas —me interrumpió ella—. Pero aún así queria que lo supieras.
Tome sus suaves manos y le dije:
—Alice a mi me... Gustan los hombres, yo espero que me entiendas, y no te moleste.
—¿Entender? claro que entiendo, ¡Eres un maricón!, —dijo con furia.
—¿Qué? —le pregunté algo avergonzado.
—¿Cómo pude fijarme en un desperdicio como tú?
—yo creí que me apoyarías,
—¡Ay en serio nenita!, ¿Y ahora que haces? ¿Vas a llorar?,
—Así es, estoy llorando por ti ¿sabes lo vergonzoso que es eso para mí?
—¿Qué dices marica?
—Lo que oíste, me avergüenza sentirme así por un asco de persona como tú.
Me quite las lágrimas y en eso llego Fernando.
—¿Qué pasa Ale, estás bien? —preguntó Fernando con confusión—. ¿Por qué estás tan enojada Alice?
—¡Pregunta a tu amigo, yo me voy!
Ella se fue molesta. Solo había visto a Alice una sola ocasión y por cierto fue para defenderme.
—¿Qué pasa Alejandro? No e entiendo nada.
—Lo que pasa es que me confesó que le gusto.
—¿Y eso que tiene de malo? —me preguntó.
—Ella se enteró que me gustan los hombres y se molesto conmigo,
—¿Te gustan los hombres?
—Así es Fer, no pensé que le afectara tanto, ¿Tú que piensas de eso?
—¿Yo? ammm... no tengo problema con eso, ¿Somos amigos cierto?,
—Me hace sentir bien que lo digas —le dije con una sonrisa.
—Oye Ale, lo mejor es irnos, nos vemos luego.
—Sí, no hay problema, pero ¿Y Alice?
—No te preocupes por ella, deja que se calme y se disculpara contigo
—¿Tú crees?
—Estoy seguro que si, te veré... luego
—¡Muy bien amigo! —le respondí un poco más calmando.
Bueno no parece que le haya molestado, pero si se porta algo raro, solo espero que no se aleje de mí.
Era viernes al dia siguiente, durante las clases estaba tomando valor para decirle a mi papás, pero no sabia si decirlo o no, hace tiempo que ellos no se quieren, mi madre dice que si se separan ella no podría vivir, ¿Y si empeoró las cosas en su relación? No puede ser tan malo ¿Verdad?
Ese dia establamos hablando de la homosexualidad en clase, que conveniente ¿No?
—¿Alejandro puedes darnos tu opinión? —dijo el profesor.
—Sí, yo creo que las personas pueden vivir como quieran siempre y cuando no le agan daño a nadie.
—Muy bien Alejandro, ¿Por qué piensas así?
¡Por que soy gay profe! Pensé en ese momento...
—Pues amar no tiene nada de malo, es algo bueno ¿Entones cual es el problema con que a un chico le guste un chico o a una chica le guste una chica?
—¡Excelente respuesta! ahora en sus cuadernos...
—¡Ay! todos sabemos que Alejandro es gay y por eso los defiende ja, ja, ja —dijo uno mis "compañeros" interrumpiendo al profesor.
No era la primera vez que escuchaba algo así, realmente no me importaba pero aveses me incomodaba que me lo dijeran...
—Y si lo fuera ¿Qué? —dijo Alice en mi defensa—. Te aseguro que si tu fueras gay nadie te haría caso.
—¿Qué dices? ¡Soy hermoso!
—¿Entonces si eres gay?
—¡Claro que no, ni que fuera puto!
—¡Bien es suficiente! —dijo el maestro—. Señor Rafael si a usted no le gustan los hombres que son gays no se case con uno.
Luego de algunas risas, nos dejaron tarea y termino la clase, antes de salir Alice se me acerco.
–Oye amigo, —me dijo Alice—. quiero disculparme por todo lo de ayer, no soy una homofóbica ni nada por el estilo, tú eres una increíble persona Ale, y no quiero perder tu amistad.
–Tranquila Alice siempre seremos amigos y disculpa por decirte que eras un asco de persona, eso no es verdad.
—No, no te disculpes me lo merecía, y ¿como lo tomo Fer?
–Realmente no lo sé, no me dijo nada malo, pero hoy no a querido hablarme
—¿Crees que le molestó, Ale?
—No estoy seguro, pero mientras tu seas mi amiga los demás no me importan,
–¡Así se habla mi amigo! —me dijo Alicia emocionada—. Ven te invitó un helado.
Le dije a Alice que queria contarles a mis papás y para mi sorpresa no me dijo lo que esperaba escuchar...
–No creo que sea buena idea Ale.
–¿Por qué crees eso?
—No quiero molestarte, pero tus papás son... amm ¿Cómo decirlo?
—Dilo no hay problema
–Bueno, no son muy buanas personas, y no quiero presionarte más, pero creó que deberías esperar a que seas mayor de edad.
—Pero aún faltan casi dos años, no creo poder esperar tanto tiempo.
—Tienes razón, hagas lo que hagas te apoyaré, puedo acompañarte si quieres.
—Muchas gracias, amiga de verdad lo aprecio mucho.
—Por nada, cuentas conmigo para lo que sea.
No se que habria hecho de no ser por Bruno y Alice, bueno tal vez, lo que estoy planeando hacer ahora mismo.
Estaba decidido, les diria ya mismo, lo que siento no tiene nada de malo. Ya me sentía preparado.
Eran casi las nueve de la noche y estaba hablando con mi hermana menor, con ella no tengo que ocultar quien soy, ella tiene 13 años, me escucha y sabe lo que pasa, pero... No entiende muy bien el asunto...
–Oye Alejandro —se acercó curiosa—. ¿Te gusta el yaoi?
–¿Qué es el yaoi?
Jamás había escuchado esa palabra.
–¡Es tu realidad hermano! —me dijo poniendo una cara muy pícara.
–Creo que no te entiendo.
—Bueno olvidalo ¿Hoy le diras a mis papás?
–Así es Gabi, estoy bastante asustado.
–¿No tenias que avisarle a Bruno?
—Así era, pero se fue a su casa, no quiero molestarlo mas de la cuenta,
–bueno, cuando tengas un novio...¿me dejarías ver?, –¿Qué ? ¿De qué estas hablando Gabriela?
–Ya sabes, cuando se den amor.
–¡Gabi! no digas esas cosas.
–Bueno solo lo quería ver en la vida real,
–necesitó quitarte ha el internet,
–Ay ¿Por qué?
–¡Ay! ya olvidalo ¿Podrías hacerme un favor?
–¿Qué quieres?
–Ayúdame a buscar el lapicero que me regalaste, no lo encuentro.
–Por eso no te regalan cosas
–Anda, busca aquí, mientras voy al baño.
Baje las escaleras para decirles, me sentía aterrado pero... ¿Por qué? ¿Por qué me estoy armando de valor? ¿Por qué tengo miedo de decir esto?
Papá y mamá estaban sentados juntos en la cocina, después de pensar un montón de veses lo que les diría... respire hondo y entre...
–Mamá, Papá, quiero contarles algo.
–¿Qué pasa? —preguntó mi mamá—. ¿Hiciste algo malo en la escuela?
–No para nada
—¿Qué ocurre entonces? —preguntó papá en su tono irritado habitual— ¡Dilo rápido! mañana tendre que ir a horas extras.
–Bien hee... hoy en la escuela estuvimos hablando de la homosexualidad, y nos pidieron que preguntemos a nuestros padres su opinión.
Trague saliva y espere lo mejor.
–¿Papá?
–A mí no me importa lo que les guste meterse por el culo a los demás
–Bien , mamá tu que...
–Mira Alejandro —me interrumpió mi papá—. No quiero que me digas que eres maricón por que te juro que me largo de esta puta casa, hace ya mucho tiempo que te veo actuar muy delicado.
–Yo, yo no...
–¿Qué tanto balbuceas Alejandro?
¡YO, NO AGUANTO MÁS!
–Bueno papito espero que tengas tus maletas listas por que si ¡soy gay!
–¡Que carajos dices!
–Cómo lo oyes, soy gay me gustan los hombres, y eso jamás lo podrás cambiar.
Él se me acercó para golpearme, pero Bruno llegó para detenerlo justo a tiempo.
–¡Ya es suficiente papá! –le gritó bruno.
—¡Sueltame Bruno! no voy a tener un hijo maricón.
–¡No le digas así! Papá escuchame, Alejandro, tu hijo es gay y eso no tiene nada de malo, si no puedes respetarlo lo mejor es que si te vallas.
–¡Jodance todos ustedes!, me largo de aquí.
Bruno lo soltó y salio de la casa detrás de papá y mi madre, bueno... Ella se me acercó y me puso su mano en la mejilla, me le acerqué para darle un abrazo, pero me dio una cachetada,
–¡A partir de este momento tu ya no eres más mi hijo!
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Comments
Inés Gómez
un amor de madre ......
hay que darle un premio a la maldita ....😠😠😠😠😠😠😠😠
2023-05-15
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Inés Gómez
com mi hija siempre pensamos porque el homosexual debe decir que lo es o aclararlo o tener miedo por su orientación si el hetero no lo tiene que hacer .....
como me gustaría que eso no pasara
2023-05-15
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Alba Hurtado
lo hacen por el que diran por verguenza,y no se dan cuenta que ellos llevan encima ese trauma son muy depresivos 🤥😮💨😬🙄🤕🥵🥺😲😯
2022-12-05
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