Encuentro de miradas

No fue tan difícil convencerla, su majestad ha insistido tanto con este tema, esta princesa desde que era una niña siempre ha sido rebelde, pero con talento inigualable por eso coincido con su majestad por considerarla peligrosa.

-Iré a hacer los arreglos para traer a mi hija.

-Adelante, ya no te demoro más, no dudes en pedirme cualquier cosa que necesites para su regreso.

-Le agradezco mucho Emperatriz Wa.

Esta bruja cree que puede engañarme ya veremos, ni siquiera yo he visto a mi hija desde hace mucho tiempo, ¿crees que eres digna de verla?, que hice mal par tener una hija tan desobediente, ¡todo es culpa de su padre por mal-educarla!

En el reino humano…...

-¡Achoo!

-Esta es la segunda vez que estornudas, ¿acaso te resfriaste?

-No lo creo.

-¿Cómo funciona tu tienda de maquillaje?

-Busco plantas raras y luego…

-¿Y luego qué?

-Acabo de sentir una presencia celestial.

-¿En serio qué pasa?

-¡Maldición es uno de los sirvientes de mi madre!

-¿Qué pasa?

-¡Todo es tú culpa, por no poder esconder tu energía!

-Entonces me quedaré aquí y lo distraerá mientras te escondes.

Mis padres no interfieren con mi vida frecuentemente, pero si esta vez mandaron a un sirviente a buscarme estoy segura de que no es nada bueno, con este vestido se me hace difícil correr entre la multitud, buscaré un atajo, al correr se me calló mi horquilla y se soltó mi cabello, de repente siento un brazo cálido que me tomó de mi muñeca y me jala hacia él de manera que no puedo evitar abrazarlo.

En este momento se ve muy sexi con su mirada furtiva y su cabello suelto, que al alumbrarla unos pequeños rayos del sol su cabello pelirrojo se destaca más de lo normal, quisiera que se detuviera el tiempo en este momento para sostenerla en mis brazos por más tiempo.

Puedo sentir la energía celestial del sirviente que envió mi madre, al parecer trata de provocarme para enfrentarme con él de manera para que regrese al reino celestial, me gustaría llevarle la contraria, pero… mi madre no es tan ingenua como para pensar en algo tan ridículo.

-Dame tu espada.

-¿Qué?, ¿Por qué te la daría?

-Olvídalo no la necesito.

-¡Ey tú!, ¡¿Me buscabas?!

-Saludos, princesa Mei Ling.

-Supongo que mis padres confían mucho en ti, de manera imprudente te enviaron aquí.

-Dios Chi y la diosa Xuan, me rescataron y me dieron hogar, jamás me atrevería a traicionarlos.

-El día que lo hagas será el último día en él que respires.

-¿Por qué huyó princesa Mei Ling?

-Porque te mandaron mis padres de seguro no vienes solo a ver como estoy, pero luego sentí tu energía celestial así que quise confiar un poco…

-No sabía que también tenías un título de la nobleza.

-Saludos, su alteza Shen.

-Mei Ling, ¿estás bien?

-Sí, estoy bien.

-¿Otra vez tú?, Oye no recordaste lo que te dije.

¿Por qué no puede detectar la energía?, sería más entendible si no pudiera detectar la demoníaca, pero ni siquiera puede detectar la energía celestial, por eso lo llamó humano cuando lo vio.