Capítulo 18:

Intente prestar atención al partido pero es que de verdad que yo no entendía esas cosas, faltaba poco para que terminara, me sentí aliviado estaba tan aburrido en realidad, como dije eso no era lo mío, en mi cabeza rondaba la idea de porque había aceptado pero aquí estaba sin más remedio que intentar encontrarle el lado entretenido.

Cuando por fin acabo, las porristas como siempre se acercaron a decir tonterías y estar de coquetas, mire en dirección a Athan quien reía junto a algunos hablando de los pases y demás cosas que no me iba a molestar en prestar atención.

Me quedé sentado, esperando para ver si se acordaba de que me invitó o si iba a tener que irme solo al departamento, hace mucho tiempo cuando me había invitado a su entrenamiento, al final del mismo se olvidó de mi o creo que lo hizo solo para encajar con sus “amigos* porque se fue directo con ellos a beber y a mí me dejo ahí, tuve que caminar hasta el apartamento y después de ello no le hable como en dos semanas, estuvo queriendo contentarme con cualquier cosa, regalos, invitaciones al cine, a la librería, cualquier cosa, creo que también por esa razón prefería no asistir a sus partidos o entrenamientos, no quería ser solo el adorno que se pone y se deja, después de todo era también su amigo.

Lo vi alejarse un poco más, solté un suspiro negando con la cabeza — Otra vez lo olvido. — Pensé para mi, me puse en pie para marcharme, baje las gradas y camine para salir del campo hasta que alguien brinco en mi espalda y se aferró a mi.

— ¡A donde vas! — Casi que grito en mi oído.

— Athan… bueno pensé te ibas a ocupar. — Comenté apenado ladrando el rostro levemente por si volvía a gritar no me dejara sordo.

— Obviamente pero te dije que íbamos a cenar, mi ocupación es contigo. ¿O ya no quieres ir?. — Cuestionó aún sobre mi espalda.

— Sí quiero, claro. Pero deberías ir a tomar una ducha primero. — Reí levemente, girando un poco el rostro encontrándome con el suyo en mi hombro, aquello me sonrojo, estaba tan cerca y pese a estar sudado y apestoso, se veía tan guapo.

— Ja! Ja!... Qué gracioso, sí sí ya voy Señor Limpio. No tardó ¿vale? No te vayas a ir. — Comento para bajar de mí y alejarse hacia las duchas.

Espere en una de las gradas bajas, me había colocado los audífonos para distraerme mientras dibujaba algo en mi cuaderno de apuntes, busque en mi mochila un borrador, topándome con el sobre nuevamente, recordé que debía mostrárselo a Athan pero lo mejor sería cuando estuviéramos en el auto. ¿O en el apartamento? No, mejor en el auto, entre más pronto mejor por si era una mala broma de sus “amigos” estaría advertido por si querían hacerle una broma más pesada en cualquier momento.

Cuando lo vi salir de la zona de duchas, me dispuse a guardar mis cosas colgándome la mochila en la espalda, baje de las gradas mostrando una sonrisa amplia hacia él.

— ¿A dónde iremos? — Cuestione poniéndome a su lado para comenzar a caminar juntos hacia el estacionamiento.

— Mmm… ¿recuerdas el lugar a donde íbamos en vacaciones? Donde hay la pizza que te gusta, vamos ahí, abrieron una zona de videojuegos y podríamos perdernos un rato. — Sugirió con ánimo.

— Vale vale, sí recuerdo, claro espero aún hagan la pizza así de rica. — Mencione gustoso. — Oye Athan. —

— ¿Qué pasó? — Comento buscándose en los bolsillos las llaves del auto, una vez las saco, comenzó a jugar con ellas en su diestra.

— Bueno, quería comentarte una cosa. —

— Sí claro dime, ¿Qué es? — Respondió intrigado.

— Primero que nada ¿te han vuelto a molestar con…

— ¿Con? Vamos Leo dime, no empieces con tu misterio. —

— No no… bueno ya sabes de qué hablo, sobre amm… con el tema del beso. — Mencione tragando saliva casi a la fuerza.

— Oh… — Noté un sonrojo en sus mejillas.

— ¿Entonces?. —

— ¿Porqué la pregunta? — Se detuvo a mirarme y se cruzó en brazos.

— Pues es que, me dejaron un sobre en el locker que menciona algo sobre eso. — Comenté apenado.

— ¿Pero que te dicen? ¿Te están molestando? —

— No, bueno hace tiempo que no, por eso me sorprende.—

— Muéstrame. —

— Vamos al auto y te enseño ¿vale?

— Esta bien, vamos, pero si es alguien de mis amistades, juro la va a pagar. No tienen porque molestarte. — Comento con notable enojo, no sabía si por volver a sacar el tema del beso o porque enserio no le parecía que estuvieran molestándome con eso.

Y ahí íbamos de nuevo con el tema, solo esperaba enserio no terminamos incomodándonos con eso, pero es que era algo que simplemente no podía ocultarle ya que si lo hacía y se ponía peor la “bromita” resultaría en un enojo mayor de su parte.

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