Capítulo 10:

Como me lo imaginaba Athan había llegado al apartamento bastante tarde, escuche el sonido de la puerta, sus pasos en la sala pero hubo algo que me sorprendió, su caminar se escuchaba totalmente normal y no ese típico arrastrar de pies ligero que tenía cada que se emborrachaba. ¿Seria él? ¿Quien más? No podía nadie más entrar, solo Athan tenía llave del apartamento.

Curioso por saber, me levanté de la cama apagando el televisor de mi habitación, me acerque a la puerta y cuando estaba a apunto de salir me detuve para respirar y pensar... Vamos que si salía en este momento, iba a aparecer lo estaba esperando y no quería pensará mal. Sin más por hacer, me mordí el labio inferior invadido de curiosidad y opte por volver a la cama, recostándome para cerrar los ojos, tampoco es que quisiera verlo a la cara luego de lo sucedido.

No me duró mucho la paz, diría que media hora después escuche que tocaban la puerta de mi habitación, a regañadientes me levanté para poder abrir, sabía quizás que si Athan tenía aunque fuera pocos tragos en la cabeza lo probable es que me reclamará por mi actitud cuando me pidió me llevará sus cosas, aunque él había sido el que estuvo mal en todo caso, sabía que poco le importaría asumir su culpa.

Me arme de valor tomando así la perilla de la puerta para girarla, abrí lentamente — ¿Qué sucede ahora Athan? — Pregunté con algo de fastidio, no estaba interesado en sus dramas, en sus quejas o sus inquietudes pero hasta yo mismo me sorprendí, porque de la nada empujó aún más la puerta para tomarme de ambas mejillas, no me miró, ni siquiera se molestó en decir nada solo unió mis labios a los suyos en un beso que no sé cuanto duro pero que me permitió de la manera más extraña probar el sabor de sus labios una vez más.

Yo me había quedado helado, es que sinceramente no me esperaba eso después de las actitudes que había tenido conmigo y más aún por lo que había pasado esa mañana. Los labios de Athan sabían ligeramente a cerveza, eran suaves, cálidos, carnosos, no me moleste en cerrar los ojos, me había quedado tan sorprendido que mi reacción no fue ninguna más que quedarme inmóvil con las manos a los costados del cuerpo. Él por su parte había cerrado los ojos y me tomaba por las mejillas, comenzó a acariciar con sus pulgares suavemente mi rostro, y sus labios se movieron muy poco sobre los míos buscando que siguiera el ritmo pero yo no entendía que pasaba y solo me quede ahí, como una estatua, como si fuese un sueño en el que no puedes despertar para actuar por ti mismo.

Al notar que yo no iba a ceder, Athan se apartó abriendo los ojos de par en par, va como el color se le subió por las mejillas, no dijo nada solo se encaminó a su habitación rápidamente para encerrarse, por mi parte aún estaba confundido ¿qué había sido eso?. Antes de que cerrará la puerta de su habitación solo logré decir — Athan… yo… — Y me quedé sin terminar la frase, en parte porque no sabía que decir y por otro lado estaba enserio confundido, el ya se había encerrado en su habitación.

No lo entiendo, en verdad ¿era una especie de broma?¿estaba tan ebrio como para hacer eso? Una cosa yo tenía muy clara, al día siguiente no pensaba hablar de ello, porque si solo fue causa del alcohol lo único que iba a lograr era que me despreciará más aunque yo no fuese quién le beso de primeras, total, me mudaría de apartamento por lo que no tenía ni que dirigirle la palabra por el asunto.

Como me había prometido a mí mismo, a la mañana siguiente no le dirigí palabra alguna, me hice mi desayuno como cualquier día y me senté en mi lugar junto a la barra para comenzar a comer con tranquilidad... O al menos hasta que lo escuché salir de su habitación, se preparó un café bien cargado y tomo asiento en su sitio, pude sentir su mirada sobre mi, me quedé callado y no desvié mi mirada hacia el, no tenía caso.

— Lo lamento... — Comento, sabía que esperaba alguna pregunta de mi, pero seguí callado mientras desayunaba. — De verdad, por como te he tratado y por... León lo que sucedió anoche yo... — Hizo una pausa sabía que preguntaría, en realidad no, yo pensaba que estaría tan ebrio que no recordaría eso que hizo con tanta osadía la noche anterior. — Mira... sé que fui un imbécil, en verdad pero es que lo tengo pensado por varios días, ese beso que nos dimos lo recuerdo y sinceramente tenía que besarte de nuevo, León... Eres muy especial para mí, pero no tenía idea de cuanto y bueno... — Respiro con profundidad, cada palabra que decía era tan curiosa para mí ¿porqué estaba diciéndome todo eso? Comencé a pensar era algún plan de sus otros "amigos" quizás para hacerme sentir mal. — Creo que me gustas pero no estoy seguro, jamás había sentido algo por un hombre pero tú, esa noche, ese beso que rondo mi cabeza y yo pensé estaba soñando... No supe cómo reaccionar porque no me podía creer que me gustaras pero así es. — Suspiro largo, como buscando relajarse. — Te bese anoche porque quería comprobarlo y es verdad, León tú me gustas. — Dejo su taza de café sobre la mesa.

Sentí su mirada sobre mi, sus palabras me dejaron intrigado, dudoso pero a la vez, confundido, si… si, lo sé, era algo que siempre había querido escuchar pero no estaba seguro si ahora, ni mucho menos en estas circunstancias, ni tampoco me creí el cuento dado que por como eran sus otras amistades esto podía ser solo una broma para hacerme quedar mal, es que si lo pensamos un poco ¿cuántas veces tú crush se te declara así tan abiertamente? Una de cada millón de personas lo hacen. No podía ser tan afortunado.

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