Capítulo 4:

Y ahí iba yo, casi arrastrando los pies por no querer ir a la dichosa fiesta, pero ya que... no podía negarme, estábamos a punto de llegar no sé como me convenció en manejar hasta la fiesta, el no quiso hacerlo dado que quizás podría beber demás (como le era común) y me tocaba ser el conductor designado, esperaba no terminar en alguna especie de trampa, nunca me había emborrachado y solía beber unos pocos tragos, el alcohol no era lo mío, no lograba encontrarle el gusto.

Pocos minutos después estaba aparcando el coche afuera de un salón de eventos que tenía más pinta de antro o bar dado a las luces que los estudiantes organizadores habían colocado en el sitio, al igual que el estruendo de la música para nada parecía un evento escolar, pero no era para menos, no es que lo hubieran organizado los directivos o personal académico. Daba fachada de todo menos de fiesta de estudiantes.

Estacioné al llegar en un sitio cómodo y luego de asegurar el auto baje del mismo, Athan también lo hizo, encaminándose para ponerse a la par de mi, me dio algunas palmadas en la espalda para que caminara y no tuviera la oportunidad de irme hacia otro sitio — Claro… como si pudiera. — Pensé; entramos por fin en el lugar después de mostrar dichas invitaciones a los gorilas que estaban como seguridad. La música era un horror, al menos no de mi gusto, no me consideraba fan ni un poco de lo que actualmente escucha la gente como música, mucho menos del volumen estruendoso que lo volvía aún peor. Olía a alcohol y sudor, una combinación asquerosa y extraña dado que apenas estaba iniciando... o eso parecía, quizás ya tenían rato en ello.

Athan decidió perderse entre la multitud para buscar bebidas mientras yo me quedaba en un rincón de brazos cruzados mirando a mi alrededor, sin acercarme a nadie dado que no les conocía, y tampoco es que me interesará mucho hacerlo, a algunos los había visto en el instituto pero tampoco es que tuviera plática con ellos, para nada.

En fin, así paso la noche, viendo a Athan socializar mientras yo fingía tomar ese trago que me había llevado, termine dejándolo por ahí en una mesa yendo a pedir un vaso con agua mineral y limón. Lo bebí por completo, lo curioso fue que me encontré bebiendo dos más dado que parecía tener buen sabor ¿seria el limón?

Comencé a sentirme algo acalorado, me desabotone los primeros dos botones del cuello hacia abajo — Joder... que calor. — Comenté mirando a mi alrededor, comencé a caminar buscando los baños, algunos de los presentes me atraparon en la pista de baile por lo que comencé a moverme junto con ellos, ¿porqué estaba actuando así? sentía el calor de los demás cuerpos, el rosar de estos y una inexplicable necesidad se originó en mi.

De la nada, sentí que me jalaron del brazo para sacarme de entre la multitud, no me negué, comencé a reir como idiota hasta topar con aquel que me había jalado: Athan. Sonreí tontamente lucía mucho más atractivo de lo normal, ¡joder! estaba ardiente esa noche e inexplicablemente yo me estaba divirtiendo o eso parecía.

— ¡Hey! Te dije que nos divertiriamos. — Mencionó, su voz era más ronca de lo habitual, sus movimientos algo torpes parecía que había bebido más de lo habitual.

— Si... sí claro es.... tengo calor ¿tu no? — El comentario fue tonto pero era así como me sentía en ese instante y tampoco es que tuviera filtro en ese momento para no decir exactamente lo que estaba pensando.

— Mmm... espera ¿bebiste? — Se acercó a mí como un sabueso olfateandome, buscando la razón de mi comportamiento, hasta quedar muy cerca de mis labios. — Vaya has bebido Leo y yo que creí... el alcohol no era lo tuyo. — Comenzó a reír como si fuera lo que acaba de decir fuera demasiado gracioso como para reaccionar de esa manera.

Pero esperen… ¿acaso eso era? Pedí un agua mineral con limón y terminaron dándome otra cosa... Mierda. Pensé vagamente pero aún así me reí, mis sentidos no estaban para usar la lógica y aunque hubiese sido poco alcohol no estaba nada acostumbrado por lo que me afectaba de sobremanera. — Te vez tan guapo. — Solté sin pensar, mi mirada iba y venía de sus labios a sus ojos como un bobo.

— ¿Qué? — Athan me miró como si fuese yo un loco, después se rió y mostró esa sonrisa que me encantaba. — Joder lo sé. — Paso su brazo sobre mis hombros y se abrazo a mi. — Vamos por otra bebida ¿qué dices?. —

Lo sentía tan cerca, su aroma aún era delicioso, esa colonia que usaba lograba embriagar mis sentidos de una forma inexplicable, esa mirada en la que me perderme, sus ojos eran hermosos y su sonrisa tan perfecta lo eran todo, estaba dejándome llevar una vez más por ese hombre y no podía controlarlo voluntariamente. — Mierda, mierda… — Pensé mientras mi cuerpo solo reaccionaba a lo que sentía en ese instante y se dejaba llevar como si no importará lo que mi cerebro decidiera, aunque tampoco es que tuviera mucha capacidad de tomar las decisiones correctas en ese momento.

En un segundo simplemente nos quedamos mirando, parecía que el tiempo se había y congelado a nuestro alrededor, él aún se sostenía de mi, subí mis manos hacia su rostro sin decir nada, Athan no se apartó en ningún momento, lo noté mirar mis labios y le acune en mis manos para poder acercarme a él, como si todo el valor del mundo se hubiera decidido esa noche en poseerme de buenas a primeras, ¿y adivinen que? Pues si, lo bese… lo bese como si no hubiera mañana, no fue un beso lento, no fue suave, lo bese con una necesidad que sentí desde el primer trago, fundiéndome en sus labios, cerré los ojos para poder disfrutar de él, fuese un sueño o no, ahí estaba, besándolo como si la vida se me fuera en ello y disfrutando cada segundo, cada desliz de nuestros labios.

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