Capítulo 10 - Matt

Era sábado por la mañana, a pesar de haberme desvelado y tomado algunas copas, no me sentía cansado. Me levanté temprano para salir a correr con Lea, de regreso pasé al café que está cerca de mi edificio y me compré un americano exprés sin azúcar.

Al llegar al departamento, le quité la correa a Lea y fuimos a la cocina, le serví un plato de sus croquetas favoritas y yo me preparé una tortilla de huevo con especias. Revisaba mi teléfono móvil mientras desayunaba, los chicos habían agregado un par de fotos de la reunión anterior a su cuenta de Webchat. Una llamó mi atención, Daniel había tomado una foto de cuerpo completo de Jen.

Hice a un lado el teléfono, me molestaba que Daniel se haya atrevido a tomarle una foto sin que si se diera cuenta, si lo que Charles decía sobre ella era cierto, no permitiría que Daniel jugara sus trucos de Playboy con ella. Terminé de desayunar y le pedí a un amigo experto en informática que se encargara de hackear la cuenta de Daniel y borrara la foto.

Mas tarde me fui a mi habitación para tomar una ducha. No tenía nada planeado para este día, probablemente pediría comida a domicilio y terminaría viendo algún partido de fútbol en la televisión.

Me tomé mi tiempo, justo cuando iba a pedirle a Tommy que fuera a comprar comida, recibí una llamada de papá.

- Matt\, tengo unos días libres. Tú tío Richard nos invita a pasar las fiestas con ellos. «Papá siempre iba directo al punto».

- ¡Hola papá! Yo\, no… «Mi padre como siempre no daba la oportunidad de que uno se negara».

- Avísame a qué hora es tu vuelo para que te pase a recoger al aeropuerto. «Terminó la llamada y tras maldecir un par de veces en mi mente\, fui a preparar una maleta para el viaje».

Antes de salir le pedí a Alice que encontrara un vuelo para mí, sabía que por las fechas sería difícil pero ella lo lograría.

- Tommy\, debo salir de la ciudad. Necesito que lleves a Lea a casa de mi tía Carol\, ya hablé con ella. «Odiaba organizar las cosas de último momento».

Después de asegurarme de que Tommy se llevara a Lea, fui a mi estudio para buscar algunas carpetas del trabajo que llevaría conmigo. También hablé con Daniel, no pasaría estas fechas con ellos, no solo lo felicitaría, también quería asegurarme de que me hablara si urgía algún problema con la empresa.

Una parte del personal se tomaría una semana de vacaciones para la navidad y la otra parte tomaría la semana de año nuevo. Daniel no tenía que ir a la empresa pero conociéndolo, se presentaría de cualquier forma.

Yo buscaría la forma de regresar antes de lo provisto, no tenía idea del por qué papá quería que pasáramos estas fechas con la familia del tío Richard, tenía tiempo que no los veía, sería incómodo estar en su casa, pero ya no había forma de echarme para atrás.

Lucy logró conseguir un vuelo, llegaría tarde pero al menos papá se había ofrecido para recogerme, cuando salí del aeropuerto, un Jeep verde esperaba por mí. Era uno de los hombres de papá. ‘Lo sabía’, maldije en mi mente.

- El General Pace lo espera en la base\, algunos compañeros tuvieron una riña y bueno\, ya sabe. «Dijo el tipo».

Yo solo asentí con la cabeza y subí al auto, me aseguraría de rentar un auto, no me sentía bien usando los servicios militares.

Cuando llegamos a la base, eran las siete de la noche, después de pasar al menos una hora presentándome a los nuevos cadetes, de hablar con algunos conocidos que yo tenía cuando estuve en la milicia, papá decidió que era momento de partir.

Él mismo manejo su Jeep hasta la casa del tío Richard, tanto él como su esposa, la Sra. Lian eran muy amables. También conocía a Bratt, su hijo mayor, aunque no éramos muy afines.

Fueron cordiales con nosotros, aunque me sentí incómodo al ver tanta gente en la mesa. Los platos ya estaban servidos.

- Lian\, ¿dónde están las chicas? Tiene más de media hora que subieron y aún no han bajado. «Habló el tío Richard algo molesto».

- Iré a verlas… «antes de se parara de su asiento\, Bratt intervino».

- Siéntate mamá\, yo subiré a verlas.

Bratt se alejó del comedor, parecía molesto, tardó unos minutos antes de que regresara completamente exaltado.

- Papá\, ellas no están. Acabo de hablar con el guardia de la entrada pero dice que no las vio salir\, únicamente reconoció el auto del nieto del coronel Liú. «Todos estaban incomodos\, no las conocía aún pero debían ser lo suficientemente valientes como para escapar de una cena familiar».

El teléfono del tío Richard empezó a sonar, cuando contestó vimos su cara palidecer.

- Papá\, ¿qué pasa? ¿le pasó algo a mi hermana? «Todos estaban angustiados con la expresión del tío Richard».

- Investiga qué lugares frecuenta ese muchacho\, con quiénes se reúne\, quiero que investigues todo ahora mismo. El maldito de Jack Heng se escapó de prisión hace tres días.

El abuelo William y la señora Lian estaban en un colapso nervioso, el resto de los familiares murmuraban. Mi padre se acercó al tío Richard para tratar de calmarlo. Todos se veían preocupados, pero yo estaba por demás incómodo, esto era un asunto familiar en el que no tenía por qué involucrarme.

- Papá\, hay un bar en River Valley llamado Joe\, es el lugar que suele frecuentar Jake. Lo conozco\, le pediré a los chicos que me vean allá.

- Iré contigo Bratt\, no me quedaré aquí sentado mientras sé que puede estar en peligro.

- Papá\, Lian\, tranquilos\, la traeremos a salvo. Por favor\, cuida de papá. «Le pidió el tío Richard a su esposa»

Seguimos al tío Richard hasta la puerta, yo no tenía idea de qué carajos estaba pasando pero no tenía caso quedarme sentado, decidí seguir a papá.

Veinte minutos después llegamos a River Valley, ahí se nos unieron otros soldados, parte del equipo de Bratt.

- Tío Richard\, hemos asegurado el perímetro. También hablé con los de seguridad\, están buscando sin alertar a nadie. Podemos entrar cuando lo indique. «Habló Henry\, uno de los soldados de Bratt».

- ¿Qué pasa papá? «Pregunté inquieto».

- La hija menor del coronel Taylor escapó en plena comida de bienvenida y ahora\, su ex novio escapó de prisión y ella podría estar en peligro.

El coronel Richard asintió con la cabeza indicando que avanzáramos hacia el bar, la música era alta, pero esa voz la podía reconocer, ‘esto es una maldita broma’ pensé, sonreí internamente olvidando por un momento la situación que nos había traído hasta aquí.

Todos nos quedamos parados en la puerta, el tío Richard y Bratt observaban furiosos hacia el escenario, los otros soldados tenían una mirada de asombro y yo me sentía como un imbécil.