Sergio tomo el teléfono de inmediato para hacer una llamada.

Sergio: Investiga inmediatamente que relación tiene Mía con Tomás Ferrer.

Sergio no dió la oportunidad de que La persona respondiera y colgó de inmediato.

Mientras tanto Mía.

Mía: Tomás, nunca me dijiste que lo conocías.

Tomás: Nunca lo creí necesario, era mi mejor amigo en la universidad de Colombia, ese es el motivo por el que el abuelo me contacto, sabía que yo estudié para abogado.

Mía: Valla que vueltas da la vida.

Tomás: Que sentiste al verlo Mía.

Mía: Fue muy diferente, pero si sentí una ligera emocion.

Tomás: Tal vez el tiempo los ayude a tomar mejores decisiones.

Mía: Espero que sí.

Mientras tanto Sergio al teléfono..

???: Señor, emos encontrado muchísimas fotos con la señorita Smith, y el Señor ferrer y bueno....

Sergio: Habla.

???: Un bebé.

Sergio: De que rayos hablas.

???: Si Señor, al parecer tienen un hijo.

Sergio: Demonios, sabía que su amor hacia Ami no podía ser tan grande.

Sergio tomo su maletín y se dirigió a su auto, condujo hasta su mansión y al bajar fue directo al mini bar de la casa. Saco una botella de whisky y empezó a tomarla mientras fumaba un cigarrillo, ahora nada tenía caso, de nada le sirvió esperarla y buscarla por tanto tiempo, si ella ya a echo su vida.

Al día siguiente Sergio se despertó con una resaca espantosa, tomo una larga ducha y se puso ropa apropiada para el trabajo.

Mientras tanto Mía le daba un beso de despedida a Martín y se iba con Tomás a la oficina.

Sergio llegó a la oficina y se enserio, no quería ver a nadie y menos a Mía después de su traición.

Mía estaba demasiado emocionada por su primer día, y la oficina que le asignaron era estupenda, tenía una vista espectacular.

Las horas pasaron cada uno estaba en su trabajo, Tomás tubo que salir a ver unos asuntos de la campaña de Mía y ella se quedó a seguir trabajando.

Sergio moría por un café, esa resaca la estaba matando.

Mía había decidido prepararse un café puesto que no sabía lo estresante que sería el trabajo.

Sergio camino hacia la cafetería, y para su sorpresa ahí estaba ella, tan hermosa, cómo se atrebia a ser tan hermosa.

Sergio: Buenas tardes Señorita Smith.

Mía: Buenas tardes Señor Maldonado.

Sergio: Veo que se le antojo un café.

Mía: Si el día a Sido un poco estresado.

Sergio: Tal vez debería quedarse en casa a cuidar de su hijo, no le da miedo dejarlo solo con algún desconocido.

Mía entendió la referencia, acaso Sergio pensaba que el hijo de Tomás era igual de ella?.

Mía: Lo siento, pero yo no tengo hijos.

Sergio: No es para nada bueno negar a los hijos.

Mia: Y no es para nada bueno, meterse en cosas que no le importan.

Sergio la pego a la pared y se puso enfrente de ella.

Sergio: Piensas venir así siempre a la oficina.

Mia: Haci como?.

Sergio: Haci de hermosa. No lo soportaría, y no me importaría que tengas esposo o un hijo, igual te besaría.

Mía lo empujó y empezó a caminar a pasos largos por el pasillo.

Mía: Señor Maldonado, estamos en la oficina. Por favor guarde un poco la distancia.

Sergio: No pienso seder a lo que me pidas. Porfavor basta, te quiero para mi, y a ti no te importó mi amor, no te importó casarte con ese tipo y tener un hijo.

Mía: Ya le dije que no es Haci como lo piensa y ya basta dejeme en paz.

Dijo Mía mientras serraba la puerta de su oficina en la cara de Sergio.