El centro comercial.

Sergio:Cómo te ha ido en la escuela.

Mia: A decir verdad, bastante bien.

Sergio: Nadie te volvió a molestar?

Mía se quedó pensando un gran rato, ya que la verdadera razón de que ya no la molestarán era el hecho de que todos sus compañeros pensaban que era esposa de un magnate y temían por su vida. Pero extrañamente ella tampoco los había sacado del error.

Mía: Para nada, después de esa lección, no quieren ni acercarse a mí.

Sergio: Es mucho mejor así, ya verás que no los necesitás.

Mia: Supongo que es verdad.

Sergio: en una semana, será el gran aniversario de mi empresa y este año la haremos en honor a tu abuelo Jack.

Mia: ooh es un verdadero detalle de parte tuyo.

Sergio: Quiero que vayas.

Mia: Pero es que .. yo no...

Sergio: Ni un pretexto me convencerá, irás Mañana mismo por un atuendo adecuado y me acompañaras al baile.

Mia: Estoy de acuerdo, bien.

Sergio: Mañana después del almuerzo, pasaré por ti e iremos al centro comercial por ropa.

Mía se quedó bastante sorprendida, nunca habían salido juntos, y además de llevarla al baile la acompañaría a comprar ropa.

Mia: De acuerdo Sergio.

Esa tarde transcurrió tranquilamente, Sergio se quedó a trabajar en el despacho de su mansión.

Y Mia subió a su cuarto, lo estaba pintando de un hermoso color azul. Estaba quedando espléndido, el día termino y cada uno se fue a descansar.

Sergio se despertó muy temprano, para ir al gimnasio de la mansión, en dónde Mía estaba haciendo sus ejercicios matutinos, la saludo y los 2 hicieron ejercicio en silencio.

Sergio se arregló y se fue al trabajo y Mía se quedó en la mansión puesto que ese día no tendría clases.

Ella decidió dar una vuelta por todo el lugar, ya que desde que había llegado no había visto más que su habitación,la cocina,el comedor y el gimnasio.

Acompañada por una de las empleadas, salió a conocer la mansión. Tenía un patio enorme,donde seguramente cabían muchas flores, pero lo único que tenía era un pasto muy verde, seguido de este había una piscina ENORME, ella nunca había visto una piscina tan grande, pero lo más triste era que estaba vacía. La empleada le dijo que nunca se había llenado, puesto que el Señor de la casa nunca se encontraba en la mansión, así que mía tuvo una idea.

Sergio salió del trabajo y fue a la mansión a recogerla para irse de compras, Le abrió la puerta del auto y juntos se fueron hasta el centro comercial.

Entraron a lujosas tiendas y Sergio se había comprado un par de trajes, pero ella aún no se decidía por un vestido.

Sergio recordó la tienda de diseñador dónde llevaba a Lesli a comprar sus vestidos, así que la dirigió hacia el lugar, Ya ahí Sergio tomo asiento y una de las empleadas del lugar llevo a Mia a elegir un vestido.