expulsada ( parte 2)

CAMILA

Entro a la dirección y no lo puedo creer es aquel hombre con el que me he besado, siento como la sangre baja de mi cuerpo.

--- Que es lo que haces tu aqui?--- fue lo primero que dije, el debía de trabajar para mí esposo ahora sí que estaba en problemas.

--- Ha venido por ti Camila, como lo sabes quedas expulsada del internado---- dijo la directora

--- Si ya lo sé no tiene que repetirlo---

--- Deberías cuidar tus modales Camila--- dijo aquel hombre

--- Si, como digas ya vamos---- Salimos del lugar y le pregunto:

---- Trabajas para mí esposo--- el solo guardo silencio, no me dirijio la palabra durante todo el camino debió de seguir la órdenes de aquel que se dice mi esposo.

--- Descansa un poco, mañana nos iremos a México--- dijo después que entramos a la casa, una de las empleadas me llevo a una habitación, me sirvió algo de comer, después de eso me duche y descansé. A la mañana siguiente el me despertó tendríamos que salir ya.

--- Que haces en mi habitación, no sabes lo que es respetó, si mi marido se entera no se lo que te hará---

--- Te espero en cinco minutos--- fue lo único que dijo, me arregle lo más pronto que pude no me dio ni tiempo para desayunar subimos al coche, quince hablar con él, pero el se mostró tan indiferente, acaso mi marido era un hombre terrible, porque yo creo que sí.

Llegamos al aeropuerto era la segunda vez que me subía en una cosa de esa llamada avión, todavía le tenía mucho miedo, el se sentó a mi lado fueron muchas horas de viaje y no le pude sacar ni una palabra aún estando sentado en un lado mio, hicimos varias escales en diferentes países hasta que llegamos a México, yo estaba demasiado cansada que en el coche me dormí y me desperté al oír mi nombre.

--- Camila hemos llegado--- Por lo menos ya que marco la diferencia debió de decirme señora, o que se creía este igualado, era la misma casa en la que perdí a mi hijo, me llene de tristeza de solo recordar las lágrimas corrieron por mi mejilla, el me abrazo no se cuánto duró ese abrazo se que fue mucho pero me estaba costando entrar de nuevo a ese lugar, respiré profundo y me solté de ese abrazo no quería que por mi culpa se metiera en problemas, caminé por esos enormes jardines los rosales estaban floreciendo, y el cielo era tan azul, lastima que mi tristeza fuera más grande, llegamos a la puerta y ya nos estaba esperando la ama de llaves con la odiosa de Angélica nuestras miradas se cruzaron con cierto odio.

--- Señor que bueno que haya llegado, gusta algo de comer--- dijo la ama de llaves.

--- No por ahora iremos a descansar ----

--- Ya he preparado las habitaciones----

--- Que suban todo el equipaje a la habitación principal---

--- El de la señora también----

--- Que parte de todo el equipaje no entendiste--- Pero que estaba diciendo este hombre, el no era un empleado el era mi esposo.

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