Pronto sería el cumpleaños número 19 de Zara, por fin su mayoría de edad, estaba feliz ya que a partir de esa fecha podría trabajar y ahorrar dinero para la universidad.
Ella ha sido buena estudiante y se había ganado una beca para continuar sus ojos estudios, pero aún así no es suficiente para salir de esa casa donde Wendy, la esposa del Señor Adolfo siempre la ha tratado peor que a la servidumbre, desde que llegó a esa casa le ha asignado tareas demasiado duras para su edad.
Sin mencionar que no tenía ningún tipo de remuneración por su arduo trabajo.
Ahora lejos de la Señora Wendy y de sus hijos podrá vivir en paz, sin nadie que la acose o lastimé.
Una tarde cuando el Señor Adolfo llegó de trabajar, Zara corrió como siempre a servirle la cena.
Mientras él comía la cena preparada por Zara, ella estaba de pie frente a él, esperando el momento preciso para hablar.
— Habla, dime ¿qué me quieres decir? – interrogó Adolfo con cierta indiferencia y la miraba de reojo.
— Mmm ... Espero a que termine sus alimentos – respondió con algunas dudas la chica.
Adolfo dejo los cubiertos, dio un trago al vaso de agua que tenía enfrente y clavo su mirada en ella.
— Dime ahora, mañana tendré un día pesado regresaré tarde y la siguiente semana estaré de viaje, debes hablar ahora niña.
— Bueno ... Se-señor Adolfo, pronto entraré a la Universidad y estaba pensando en vivir en el campus – se atrevió a decir.
— . . .
Adolfo la miró sin decir ni una palabra, él creía que era lo mejor para su joven y amable hija, con la cual había puesto un muro para que Wendy no la tratará peor de lo que lo había hecho.
— Señor ... – Dijo de forma tímida.
— Está bien, te mandaré algo de dinero cada mes.
— No es necesario, tengo un trabajo de medio tiempo, cambiaré a un trabajo formal al cumplir la mayoría de edad y podré solventar todos mis gastos – dijo orgullosa de si misma.
El rostro de Zara se iluminó, una enorme sonrisa se dibujo en su rostro, ella tenía una relación extraña con Adolfo, siempre lo había tratado como su benefactor pero sintió que él tenía un efecto que no podía demostrar abiertamente.
En el pasado cuando Wendy le puso un castigo corporal, enseguida de que Adolfo se enteró hubo una enorme pelea entre ellos, abofeteó y amenazó a Wendy de abandonarla si se atrevía a golpearla de nuevo.
Esa vez Zara se sintió protegida y amada, a pesar de que durante la ausencia de Adolfo, Wendy le imponía trabajos domésticos demasiados rudos para una niña.
Pasaron cerca de veinte días de la ausencia de Adolfo, cuando regreso se veía abatido, el viaje no resultó como él esperaba, su rostro lucía preocupado, también tenía grandes círculos negros debajo de sus ojos y parecía haber envejecido diez años.
Zara notó el mal estado de ánimo del Señor Adolfo, en más de una ocasión pregunto si podía ayudarlo en algo pero siempre hubo una negativa.
El plan de Zara seguía en pie hasta que Adolfo la llamo a su estudio.
De manera sorpresiva cambio de opinión sobre la desición que ya había tomado con respecto a Zara y la llamo para hacérselo saber.
En cuanto entró al estudio Adolfo clavó una mirada fría en Zara, ella sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral.
— La situación económica no es buena. - Dijo el hombre como si masticada las palabras.
— En cuánto cumpla la mayoría de edad para poder trabajar de manera formal me iré, le podré ayudar con los gastos – dijo ansiosa, mientras se pellizcaba los nudillos.
— No puedes hacerlo – la respuesta era contundente.
— Señor Adolfo, yo lo aprecio mucho, le agradezco estos años que me ha cuidado pero tengo que buscar a mi madre y también tengo que hacer una carrera y seguir mi camino.
— Nunca encontrarás a tú madre, y no necesitas una carrera – la expresión de Adolfo era fría, como nunca antes lo había visto.
— Pero si no estudio no podré tener un buen trabajo.
— Tú no necesitas trabajar – Si tono y actitud eran fríos y distante.
Zara no entendía a qué se refería su mirada estaba llena de dudas, desdé que ella llegó ahí había trabajado, que no le pagarán por sus servicios era muy diferente a no trabajar.
La que realmente no trabajaba era Dorothy la hija de Adolfo, ella era vanidosa y caprichosa, también era muy bonita.
Zara le tenía aprecio pese a las veces que la había lastimado con sus palabras y acciones.
También estaba Patrick el hijo menor de Wendy y Adolfo, él era simpático pero desde que cumplió 15 años comenzó a mirar de manera lasciva a Zara, ella era tímida y no le gustaba que Patrick se le acercara demasiado, en más de una ocasión intento tocarla de forma íntima, lo que hacía que Zara desarrollará temor hacia él.
Zara era dos años menor que Patrick y cuatro años menor que Dorothy.
Actualmente Zara tenía 18 años, Patrick 20 y Dorothy 22
Adolfo había platicado con Wendy, el país estaba pasando por una recesión económica, su pequeño negocio estaba a punto de irse a la quiebra.
La única salida era que los tres jóvenes comenzarán a trabajar, pero Wendy se negó a qué sus hijos trabajarán de cualquier cosa.
En una ocasión ya estaban intentado ponerlos a trabajar, pero los amigos y conocidos con quién los colocarían conocieron su peor lado el perezoso, altanero, desobediente e ineficiente así que no querían recibir a ninguno de los hermanos.
Cuando buscaron trabajo en un lugar ajeno a los negocios de sus amigos la respuesta fue rotunda, su hoja de vida no era buena.
Tampoco tuvieron buenas calificaciones en el colegio, sin mencionar que Dorothy no quiso seguir estudiando después de terminar la educación media.
Wendy no educó a sus hijos de manera adecuada y el resultado fue que ellos eran unos inútiles. Los mimos en exceso hicieron que esos dos chicos crecieran con el síndrome del emperador, creyendo tontamente que no necesitaban esforzarse por nada.
Esa educación sin frenos y complaciente los llevó a tener un futuro incierto.
Los únicos que trabajaban eran Adolfo y Zara, pero la última al no estar autorizada trabajar el sueldo que percibía era muy bajo.
— Wendy, ya no se que más hacer, tus hijos son unos perezosos.
— ¿Mis hijos?, son hijos de ambos, tú tienes la misma responsabilidad sobre ellos.
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Updated 134 Episodes
Comments
Lesly Argumelo
condenada putizorra de Wendy
2023-05-16
6
Ester Ayala
ayyy Wendy te sacaba los pelos hija de p....
2023-04-07
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Ester Ayala
que hijos de pu..a, espero que paguen todo lo que pasó Zara. por culpa de ellos.
2023-04-07
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