capítulo 4-

El Duque Hamilton se aseguro de quitarle la mayoría de sus privilegios, debido a la molestia que le había causado, aún así para Cecile no ha sido nada, afortunadamente, la herencia de su madre, esta en sus manos, el porque la Cecile de la novela original nunca lo uso para salvarse y escapar antes de ser obligada a casarse, es porque ella había derrochado ese dinero pagando el silencio de varias chicas con respecto a las maldades que le hacia a Iris, además de que gastaba en joyas y vestidos costosos, algo que evitará hacer ahora, pues las joyas que ya tiene, las piensa esconder y solo en caso de ser necesario, las venderá. Por ahora, tiene suficiente, pues aunque su padre le ha quitado algunas cosas, al menos no prohibió que Sandy entrara a la cocina para prepararle algo de comer, lo que si va tener que cubrir, son los gastos de la academia, debido al cambio que hizo, aún así esta emocionada por su primer día de entrenamiento, en el mundo que esta ahora, cree que es necesario poder saber defenderse, es una medida en caso de que no logre su objetivo y acabe siendo vendida a ese Conde, al menos, podrá defenderse y escapar de ese hombre, no importa si eso causa una guerra nuevamente, como ya no es la Cecile de la novela, no piensa acabar muerta de manera tan miserable.

Llegó al campo de entrenamiento, obteniendo de inmediato la atención de los chicos presentes cuando fue atravesando el sitio acompañada de Sandy quien lleva un paraguas, para cubrirla del sol, la Cecile original no gustaba de quemarse con el sol; al llegar hasta donde se encuentra el capitán Jason, ella le saluda amablemente y le entrega la nota de inscripción que le dio el director para que vean que es verdad que planea unirse a los caballeros, el capitán se sorprende por esto.

- ¿esta segura señorita Hamilton? Aunque sea una chica, debe cumplir con el mismo entrenamiento que los chicos.

Todos los presentes estaban atentos a lo que estaba pasando y no era para menos, Cecile nunca se acercaría a un lugar lleno de chicos entrenando, sucios y sudorosos.

- estoy hablando en serio, capitán, una Hamilton jamás bromea.

- bien, entonces debes traer ropa más adecuada, esos vestidos no funcionan en un campo de batalla.

- no se preocupe, ya mande a preparar ropa para mi, pero mientras llega, he venido a observar, espero eso no le moleste.

- como guste. Bien, dejen de estar ahí mirando y continúen.

Ya noto que no dejan de babear por la chica presente, pero viendo la reacción de los chicos, presiente que la presencia de Cecile será una distracción para todos. Justamente cuando ella está ahí, la clase de costura estaba por empezar y ve pasar a las chicas de su clase, todas observan y hablan entre si al verla parada cerca del capitán y como la profesora estaba con las demás chicas le pide que se adelanten mientras ella va con Cecile.

- señorita Hamilton, este lugar no es para joven dama, por favor venga.

- lo siento profesora, me he salido de sus clases, puede comprobarlo con el director.

- ¿que? No bromee con eso, una dama respetable debe tener los mejores modales y mejores talentos para socializar.

- profesora, ya le he dicho, si tiene alguna queja, puede ir con mi padre.

Cecile le sonríe con total seguridad, pues fuera de la casa Hamilton, nadie sabe que el padre de Cecile es indiferente con ella, ni saben, que el Duque le ha quitado sus privilegios.

- y-yo comprendo, pero, por cuestiones morales, la prometida del segundo príncipe no debe estar aquí, podría manchar su reputación.

- mi prometido nisiquiera me presta atención, dudo que le importe lo que yo haga, al menos tendrá una buena excusa para romper conmigo.

- señorita Hamilton! No puede decir algo así, usted fue elegida personalmente por la reina.

- profesora, su clase se esta retrasando y algo que me enseño es que no se llega tarde a un evento tan importante ¿o si?

La profesora muestra molestia ante lo dicho por Cecile pero, tiene mucha razón, las demás chicas están esperando, así que se da prisa, pero, más tarde, pedirá le lleven a Cecile a su sala de clases para hablar seriamente con ella sobre su actitud, ya que es extraño que la chica actúe de manera poco educada y que este en ese lugar lleno de chicos de casas nobles de baja categoría. Después de observar el entrenamiento, se va de regreso al edificio de la academia, pero, recordó que era hoy, hoy es el día en el que Cecile ve pasar a Robert con prisa y le sigue, solo para descubrir que se encuentra con Iris en secreto, se detuvo y le pidió a Sandy ir con ella, camino hasta el patio de las clases de té y si, en efecto, Iris iba corriendo a toda prisa sonriente, así que, según la novela, Cecile, caminaba hacia el comedor cuando Robert paso, así que toma ese camino y en efecto, a lo lejos ve al príncipe Robert pasar, lo reconoce porque era un chico castaño, de ojos grises, era apenas un poco más alto que Cecile y vestía elegantemente.

Cecile le sigue desde lejos con Sandy quien va en silencio, al llegar tras el edificio de comedor, ahí bajo un frondoso árbol, Iris y Robert se miran con tan dulcemente, ambos se sientan a comer, mientras ríen.

- pero que horror, señorita ¿esta bien?

- si Sandy, ya sabía esto, solo lo he venido a comprobar.

- ¿que piensa hacer? Creo que debe darle una lección a esa chica y hablar con la reina sobre el comportamiento del príncipe.

- no, solo iré ahí para que sepan que los he descubierto.

Cecile se apresura mientras deja salir un largo suspiro, hora de actuar como una chica con el corazón roto, hará que ese infiel quede como el malo del cuento, porque pese a ser el protagonista, a ella nunca le agrado.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***