Capitulo 3.

Salió de la casa y se subió al auto, fui tras él.

Durante todo el camino no dije ni una sola palabra, ese hombre que hace unos minutos me gritaba en la cara, estaba pacíficamente conduciendo el auto.

–Caín: No hables mientras estemos ahí, si te preguntan algo, responde de forma concreta y sin rodeos, actúa como si fueras mi esposa y, ni siquiera pienses en cometer una locura, ¿Escuchaste?

Asentí. Este hombre no dejará que diga o haga algo. Estoy bajo su control.

El auto se detuvo en una mansión elegante. Bajamos y caminamos hacia la entrada.

–Caín: Sostente - me dio su brazo - somos una pareja feliz y casada ¿Entiendes? - dijo sin sentimiento alguno.

Asentí.

Comenzó a caminar y fui arrastrado hacia el edificio. Entramos, un montón de gente elegante estaba sentada en la mesa, habían Alfas que traían a sus Omegas con ellos, hombres y mujeres. Había otros que traían a un beta. Las feromonas de Caín se soltaron por el aire, no lo suficiente para dejarme desarmado, pero si para anunciar su presencia.

–Caín! ¡Mucho tiempo sin verte! ¿Quién es esa hermosa dama que te acompaña?

–Caín: Les presento a mi esposa, su nombre es Nain. Saluda, querida.

Hice un movimiento de manos.

–Es tímida, jajaja, pasen siéntense! Apenas estamos iniciando.

Tomamos asiento en la mesa. Otro Omega se me acercó.

–Hola, mi nombre es Jeff - se sentó - es lindo ser la esposa de Caín? Nos sorprendió cuando supimos que estaba casado, Caín casado! Esa es una gran noticia.

No respondí.

–Jeff: Vaya, eres muy tímida, no te preocupes, pronto te acostumbrarás al ambiente, también comencé así.

–Nain: ¿Eres Omega?

–Jeff: Vaya! Tienes una linda voz, y si, soy Omega, mi alfa es Ben, ese de ahí. Es lindo ¿Cierto?

Asentí.

–Jeff: Bueno, es un poco abrumador estar aquí, con tantas feromonas sacudiendo el aire, ¿Quieres salir a ventilarte?

Si salgo... Caín se molestará? Me dijo que no hablara y me quedara quieto... Que importa, me obligó a vestirme así y me arrastró hasta aquí.

–Nain: Si, vamos.

Me levanté de la mesa y salí con Jeff al balcón. Caín me observaba mientras salía.

–Jeff: Aaaaaaaah!! Aire fresco, mi nariz está agradecida.

–Nain: Lo está. ¿Cómo se conocieron tu y Ben?

–Jeff: No fue lindo, nos casamos por un acuerdo familiar, Ben es pacífico así que tomamos acuerdos entre nosotros, sin embargo, con el tiempo he llegado a pensar que él es lindo. Y tú, ¿cómo conociste a Caín?

–Nain: Mis padres...

–Cain: Nain, es hora de irnos.

–Nain: Tengo que irme.

–Jeff: Nos vemos, fuiste una agradable compañia, bella dama. Nos vemos Caín.

Jeff se retiró y se sentó a lado de Ben.

Caín sujetó mi muñeca con fuerza, tanta que me lastimaba.

Me arrastró hasta el auto e indicó que subiera. Condujo a casa.

Una vez dentro, me bajé y entré. Por detrás sentí un tirón que me tumbó al suelo.

–Caín: ¿Qué crees que estás haciendo?

–Nain: ¿De qué estás hablando?

–Caín: Siendo tan amigable con una persona que no conoces. Te dije que no hablaras con nadie.

–Nain: ¿Qué querías que hiciera? Me obligaste a ir, me obligaste a vestirme así! Además, sólo estaba hablando, ¡no hacía nada malo!

*Slap!* Sentí el impacto de su mano en mi mejilla.

–Cain: Hazlo una vez más y no me voy a contener. - se retiró, el suelo retumbó con cada paso que daba, me quité la peluca y comencé a llorar, yo no quería estar ahí, ¿Por qué estoy soportando esto?

–Sarag: Joven amo! - se me acercó corriendo - venga, vamos, le untaré un ungüento en su mejilla - me tomó del brazo y me ayudó a pararme.

–Nain: ¿Qué se cree?

–Sarag: No hable joven, el ungüento está haciendo efecto, tenga, tomé un té, lo tranquilizará. Prepararé la ducha, para que pueda removerse el maquillaje y descansar.

–Nain: Gracias, Sarag. No tiene que decirme joven amo, llámame por mi nombre.

Tome la taza de té, la bebí poco a poco.

Mi vida es miserable, mis propios padres me vendieron, no amo a mi esposo, ni siquiera quiero estar cerca de él.

lavé mi rostro, me miré antes, este no soy yo en lo más mínimo. Pisoteó mi orgullo. Lloré en el baño.

Me metí en la bañera, el agua era cálida, me sumergí en ella hasta en menton, me quedé ahí por varios minutos.

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La luz del sol que entraba por la ventana me despertó, otro día en esta casa, después de lo que pasó ayer no quiero ver a ese hombre de nuevo.

La misma rutina comenzó a repetirse, el hambre no llegaba a mi, sólo comía el almuerzo a veces.

Extrañamente, hoy la casa estaba silenciosa, no se escuchaban sus pasos en los pasillos, ni su voz en la habitación. Es extraño.

En un arranque de curiosidad salí a ver qué ovacionaba tal silencio, el moretón en mi mejilla aún se notaba.

Caminé por el pasillo, estaba silencioso, bajé las escaleras a la cocina.

Sarag no estaba ahí, caminé más y recorrí la cocina, desde que llegué estuve todo el tiempo en mi habitación, si no hay nadie ahora, es mi oportunidad de mirar un poco, después de todo, esta es mi prisión.

–Sarag: Joven amo.

Di un brinco - Sarag, me asustaste - dije mientras llevaba la mano a mi pecho.

–Sarag: No era mi intención, ¿Cómo sigue el moretón?

–Nain: Aún duele cuando lo toco. Se nota mucho, verdad...

–Sarag: Me temo que si, su piel es tan clara que la más mínima mancha es notoria, y sobre el dolor le untaré un ungüento.

–Nain: Gracias...

–Sarag: Joven amo... ¿Está bien? Ayer, el amo Caín lo golpeó, pero usted está como si nada...

–Nain: Mis padres me golpeaban a menudo, uno más no es nada, pero jamás me habían golpeado en el rostro jeje *sonreí.

–Sarag: Joven amo... Eso no está bien.

–Nain: Sarag... Desde que tengo memoria fui una molestia para mis padres, si así puedo honrarlos y servirles, para mí está bien.

–Sarag: Joven amo... Pero ahora ya no está con sus padres...

–Nain: Lo sé, Caín... ••• Cambiando de tema, ¿Dónde estabas?

–Sarag: .... En el jardín, regaba las plantas - respondió con una voz pacífica.

–Nain: ¿Plantas?

–Sarag: Sí *sonrisa* oh! Cierto, no has conocido el lugar.

–Nain: No, no lo he hecho... ¿Dónde está Caín?

–Sarag: El amo salió desde temprano, cada vez que hace eso a veces regresa dos días después o hasta la medianoche.

–Nain: Entonces no estará aquí.

–Sarag: No lo estará.

–Nain: Bueno, creo que daré un paseo por la casa.

–Sarag: Desea compañía? Joven amo.

–Nain: Gracias Sarag, pero iré solo.

–Sarag: Si necesita algo sólo llámame.

–Nain: Lo haré.

Me alejé. La casa era grande, se notaba que sus padres eran millonarios, una casa tan grande para tres personas, contando a Sarag.

Esta muy bien cuidada, el césped estaba podado, los cultivos relucían de color, Sarag se lucia con el jardín. 

Caminé aún más, sólo había recorrido la parte delantera, me dirigí al patio.

Había una pequeña casita, más césped y muchos más cultivos, rosas, orquídeas, y en un pequeño estanque habían peces y lotos.

Caminé a la pequeña casa, entré, estaba lleno de libros polvorientos, pintura en latas y polvo, también habían lienzos sin usar. Todo estaba empolvado.

Eso era genial.

Ojie todo lo que pude, tomé un par de pinturas pequeñas, brochas y unos lienzos, los llevé a mi habitación y los escondí.

Merodee por la casa, dentro sólo conocía el baño, mi habitación y la cocina. Había más que eso, un estudio enorme, lleno de libros en mal estado y con polvo. El estudio tenía una ventana que daba al jardín, un árbol crecía justo al lado, dando la combinación de sombra y sol perfecta.

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