Capitulo V

*Mi única cura eres tú*

*Capitulo 4*

Tuerso mis ojos y suelto un pesado suspiro al enterarme que nuevamente tendre cita con mi psiquiatra, lamentablemente se enteró - por la paranoia de mi madre - que tuve un accidente, aunque los doctores que me atendieron dijeron que estaba en perfecto estado aún así que quiere asegurarse de que todo esté bien.

*Nada está bien*

Ya lista para dormir un comentario inesperado llega a mi cabeza.

*Deberiamos buscar un novio para parecer más normales*

Suelto una carcajada leve por este pensamiento de la voz de mi cabeza y para mi sorpresa mi padre está observandome desde la entrada de mi habitación.

*Oh Genial*

-¿De qué te ries? - pregunta mi padre muy serio, sé que para él todo lo que me sucede es muy dificil de comprender.

-nada, acabo de recordar un chiste - miento.

Se queda en silencio unos segundos y luego agrega - tu madre estará ocupada mañana en el colegio de tu hermana, así que yo te llevaré y te buscaré de tu cita médica ¿De acuerdo?

Solo asiento con mi cabeza y una sonrisa fingida, al notar que no diré nada más se marcha.

Mi padre y yo nunca hemos tenido una relación tan estrecha, desde que se entero sobre mi "condición" a penas y tenemos un cruce de palabras. Siento que nunca superará que soy diferente al resto.

Por un momento llega a mi mente el ultimo domingo que pasamos en familia.

"Eres y siempre serás la niña de mis ojos - dijo mi padre mientras observabamos figuras en las nubes, lo miré desconcertada y vi como una lagrima resbalaba por su mejilla"

"-yo tambien te amo papá - contesté"

Me gustaria mucho fortalecer el lazo con mi padre, pero supongo que ahora solo me debo aferrar a los recuerdos.

De pronto una vez más soy interrumpida, mi hermana en pijama se asoma y me pide dormir con ella, me niego rotundamente y al cabo rato me convence con un puchero improvisado.

...

Me levanto primero que todos como de costumbre, soy la primera en ocupar la ducha, me visto despreocupada con lo primero que agarro, ni siquiera me tomo la molestia de combinar los colores, bajo a la cocina y me preparo el desayuno.

*Que pésima cocinera*

Ignoro el comentario.

*Se te quemará la comida*

Vuelvo a ignorarla.

*Deberiamos incendiar la casa y ver desde la distancia*

¡¿Qué?!

Ese tipo de propuestas eran poco comunes, pero me asustaban mucho, temía que en el algún momento perdiera la cordura e hiciera lo que me pide.

Mi madre entra a la cocina por suerte y me hace compañía, al poco rato se nos unen mi hermana y mi padre, al terminar de desayunar subo por mis cosas y me doy una vista rápida en el espejo.

*Que horror*

Suelto mi largo cabello.

*Mucho mejor*

subo al auto con papá, ambos sin decir ni una palabra, así que enciendo mi ipod y dejo de la música me distraiga un poco.

Preparada para otra aburrida cita médica.

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