Princesa Vampiro (Parte 1) / Princesa Vampiro (Parte 2) Con Franqueza

¿Quién era el de la máscara? Hay mejores cosas en las que pensar (parte 1)

A pesar de que soy una princesa no tengo tanta autoridad, mi dominio está limitado, ya que no soy mayor y aún falta para que me coronen; el que está a cargo es Evan, solo que se asegura de que yo esté de acuerdo y al tanto antes de tomar decisiones. No tengo tíos por parte de mi mamá, pero si tengo uno por parte de mi papá, su nombre es Matías, es 3 años mayor que yo y somos muy unidos, él ya es rey solo que no tiene esposa, aun que ya tiene los ojos puestos en una bella dama, pero el rey Kevin quiere casarnos y si no lo hacemos me querrá casar con su hijo, sin embargo, su hijo es una buena persona a diferencia de su padre, además no queremos casarnos, el nombre de esté príncipe es Carlos.

El rey Kevin, gobierna el reino Tagetes; no está de acuerdo de que yo sea reina y menos que yo no me case antes de serlo, dice que soy una niña y no sé gobernar un reino, que no sería buena, aunado a que llevaría a mi reino a la ruina, que soy una mujer y hará falta el liderazgo masculino, en pocas palabras está en contra de mi; eso lo sospecho porque no le parecía nada de lo que hacia mi padre acerca de nuestro reino, menos que él le propuso casarnos su hijo y yo pero mi padre no aceptó.

El rey Kevin no solo me desprecia a mí, creo que tiene rencor hacía ciertas mujeres, eso me parece un tanto machista; hay una mujer en especifico que no se deja intimidar en absoluto por ese rey, y es la reina Marianne, mi mayor admiración, espero algún día conocerla.

La Reina Marianne lidera su reino, Lilium, sin compañía de un hombre, pero hay muchos rumores malos acerca de ella; siendo sincera yo no creo nada de lo que dicen, solo son falacias; es lo que siempre hacen, hablan mal de los reyes y reinas en los reinos vecinos, nadie se salva de rumores falsos, ni siquiera entre el pueblo. La reina Marianne es mi modelo a seguir, quiero ser una reina tan buena y fuerte como ella, espero ser inclusive más digna de usar la corona que cualquier otra reina, tengo grandes expectativas de mi cuando me convierta en reina.

Estuve pensando un poco en lo que dijo ese muchacho la noche anterior, y reflexionando un poco noté que nunca lo había visto antes, a pesar de que es príncipe de un reino cercano, o quizá ni príncipe era, me gustaría volver a encontrarlo, tenía unos ojos muy lindos, no puedo decir lo mismo de su cabello, puesto que no se podía apreciar; es muy probable de que si no mintió podré encontrarlo en la boda del rey Montecarlo. Entre tanto pensamiento vi el calendario de mi habitación, solo falta una semana para mi cumpleaños y dos para la coronación, por alguna razón Evan me convenció de que no se hiciera el mismo día de mi cumpleaños; todo indica que podré divertirme en mi cumpleaños tanto como quiera, voy haciendo una lista de lo que quisiera hacer ese día.

Las invitaciones están casi listas, insistí tanto en que se invitara a la reina Marianne, también muero por conocer a su hijo, ¿Qué clase de hijo tendría una mujer como ella? Debe estar muy bien educado, con suerte podre volverme su amiga ese mismo día. Ningún rey lo conoce como tal, solo saben su nombre, Aker Helios Qaysar; mientras sigo con mis pensamientos doy un paseo por el castillo, el día siguiente a una reunión con el resto de la realeza lo tengo libre, para descansar, yo lo tomo como un día en el que puedo ser un poco más libre. Me gusta detenerme en el gran salón cuando salgo a caminar y cada vez que me siento desanimada o frustrada, pues ahí se encuentran los retratos de mis padres hechos a pintura, los observo y mi corazón se tranquiliza; me llega una inmensa paz; desde muy pequeña cuando necesito hablar con alguien y tanto Evan como Jenny están ocupados, doy un paseo en el jardín de castillo, hay una parte en ese inmenso jardín en el que están las tumbas de todos mi antecesores, incluyendo las de mis padres, estando ahí me siento en medio de ambas, y comienzo a hablar como si pudieran escuchar todo lo que les digo, quiero creer que si lo hacen.

Mi mamá se llamaba Hanna y mi papá Johan, solo que de mi padre si recuerdo algunas más cosas que de mi madre, pero siguen siendo muy pocas; dentro de esos recuerdos están sus historias que me contaba antes de dormir, él tenía una gran imaginación, solía mezclar la realidad con la ficción, amaba escucharlo; una cantidad reducida de sus historias eran importantes, la forma en cómo se conocieron mi padre y ella, leyendas del castillo, etc. Lo más extraño es de que no recuerdo casi nada de mi mamá, por más que haga el esfuerzo solo logro recordar su aspecto, su delicioso aroma y un par de cosas que compartimos juntas; aun recuerdo sus hermosos ojos miel, su linda sonrisa, su piel suave y delicada, sus manos suaves, su pelo rizado igual que él mío, unas pestañas largas al igual que cabello castaño, con un rostro encantador de rasgos finos, una nariz perfecta; cada vez que mi recuerdo de ella se vuelve vago, miro su retrato y sus gesticulaciones vienen a mi memoria de nuevo.