CAMINO PELIGROSO

—¡Oye! Aléjate, ya no eres de importancia, además está sigue siendo mi propiedad, arruinada... ¡pero aún me pertenece! —menciona Thomas ya molesto por el demonio.

Clío Aprovecha el descuido de Nour y se escapa de sus brazos —¡Thomas tiene razón! si un demonio no es bienvenido, deberá irse.

Nour ríe con sarcasmo y contesta —Y ustedes dos, ¿Dónde leyeron semejante estupidez? Acaso me creen vampiro.

—Nour basta de juegos, ni Thomas ni yo somos tan ingenuos, ¿Qué ganas con decirnos todo eso?

—¿en qué me convendría? —suelta una risa amarga para continuar —El mundo hecho de fuego mantiene un desorden incomprensible, no se respetan las leyes, en realidad no existen, lo único que pararía tan corrompidos actos son los poderes superiores de Dios o de otros demonios, demonios que cometieron mayor número de crueldades, No siempre nos mantenemos en el mundo humano, de ser así, no corresponderíamos a un verdadero linaje de demonios, dejaríamos de ser contrarios a lo que tanto nos revelamos, por tanto tendré que volver al fuego y cuando suceda otros demonios desearan buscarte y burlarse de mí, teniendo presente que yo estuviera recuperándome, y con esto apoderándose de ti volviéndose más grande su mal, dejándote sin vida y consiguiendo humillarme.

—Los humanos no son propiedad de los demonios Nour. —dice Thomas incrédulo.

—No, pero se vuelven en propiedad de un demonio cuando un acto libre de arrogancia u otro tipo de mal por el ente maligno hacia una vida mortal la recupera o la vuelve a dejar respirar.

—No hay lógica en dicha hipótesis, de ser cierto los demonios lo harían sin pensar y los humanos todos de manera individual serían una propiedad privada para aquellos demonios basados en tan torpes sucesos.

—No es una propiedad, ¿No es así Nour? Más bien estamos hablando de un lazo originado por el libre mandato de los actos primitivos por el demonio para salvar al ser humano. —exclama Clío.

Nour ríe burlón y contesta —Tal vez si, tal vez no, en lo que deben estar seguros es que un demonio no lo verá como un lazo o una unión, sería una desgracia relacionarse con un ser humano de forma íntima, es uno de los peores tormentos tanto para los que procedemos del fuego, como los suspendidos en el cielo.

—¿Cielo? Los ángeles son creados del cielo, ¿a eso te refieres Nour? —pregunta Thomas.

—Si, al hablar de seres de aire la sospecha a un posible ángel es una clara respuesta.

—¿Cuándo te vas Nour? ¿En qué momento correrá peligro Clío?

—Máximo siete días en el tiempo de los humanos, pero bueno tengo un as bajo la manga en caso de riesgo, soy demasiado orgulloso como para permitir que le hagan algo a mis cosas.

—¿Qué tan segura es tu as?

—Te diría que no lo sé en realidad —Ríe encantado.

—¡Esto no es divertido! ¿Qué pretendes?

Clío molesta pronuncia —Además... ¡¿Crees que soy tan ingenua y que tu protección para conmigo sólo se fundamenta en tu orgullo?! Los demonios son perfeccionistas del engaño y la manipulación, Nour ese lazo o unión te involucra más fuerte que una simple destrucción de tu ego, ¡tu sufrirás de alguna manera si me sucede algo!

Nour un tanto sorprendido y molesto, en la oscuridad de sus ojos salvajes, exclama —¡Un demonio no puede morir, tu sí!

—Y es eso lo que más te perjudica.

El ente se acerca lentamente a Clío y sujeta su rostro, mientras una sonrisa rapaz vislumbra sus dientes —Sé precavida o el demonio tomará tu lengua.

—Nour, ¿sospechas de un próximo demonio? —preguntó Thomas.

El demonio ríe a carcajadas y contesta, —No, los demonios no somos perros, no olfateo a mis congéneres y sus auras además son invisibles, de eso consiste su fuerza, pero tal vez mi propiedad tenga razón, No es bueno contarlo todo… Digamos que arruina la diversión…y no me convendría ¿no es cierto Clío?. —para después desaparecer en un humo oscuro.

—¡NO SOY SU PROPIEDAD IMBECIL!

Los días pasaron, con esto el viento se convirtió en el acompañante predilecto por Clío, tanto como los caminos de su casa a la universidad, pronosticando decididos un cambio de ambiente más frío, en estos cuatro días no ha vuelvo a ver a Nour, pero en sus adentros ha sentido su presencia, su vibra interna, su frío respiro en su delicado cuello y su piel de gallina al entrar por las tardes en casa de Thomas, es horrible porque después de todos los sulfurosos acontecimientos su estudio pasó a segundo plano, ha descubierto junto a su compañero de misterios, situaciones horrorosas por las que atravesaron familias y lo que un demonio con la fuerza necesaria puede lograr a corromper…

A cuántos de los suyos pudo haber dañado para ser tan temido y alabado por otros demonios…

—¡Es un egoísta! —Clío grita con un quejido de impotencia.

—¿Clío? —contesta Thomas pensativo, para entender la suposición —Lo es… En tus ojos sólo existe alguien a quien gritas preguntas conociendo de ante mano que sólo de él tendrás ausencia de respuestas, ¡Clío esos demonios acaban con los nuestros! Crean y sacuden enormes tempestades, incendian pueblos con los gritos lastimeros de niños expectantes por una esperanza de vida, y aún así, esos demonios que fueron los creadores de todos los desastres son incluso de un rango menor que Nour.

Clío Dirige sus ojos a la ventana desconsolada —Thomas… Temo a cada hora, el suspenso de mi vida es agotador y los escenarios en los que un ente maligno consume mi cuerpo son abastecedores de mi cabeza a cada lugar que entró, creí ser fuerte, pero mi esencia es débil y peligrosa conmigo misma, mientras Nour se regodea del sufrimiento humano y su rostro es la fachada de un príncipe con múltiples encantos, los humanos comenten crímenes atroces, pero quienes incentivan la iniciativa del daño son los demonios, No soy propiedad de Nour, pero me necesita lo sé, no habría otra explicación, puesto que, ¿Cómo una bestia podría soportar que un alma como la mía acribille sus palabras y le plante cara?, el se ira en tres días y para cuando el vuelva yo podría estar muerta.