Capítulo 4

En cuánto llegué al hospital fui a recepción para preguntar por mi Madre, pero no era necesario, la mayoría ya nos conocía.

En algún punto choqué con una persona y justo cuando me iba a disculpar vi que era Xandro. ¿Qué hacía él ahí? Tal parece que ambos pensábamos lo mismo.

—¿Tamara? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Estás bien?

Asentí, volviendo a tomar mi camino y él me siguió.

—Estoy bien, recibí una llamada avisándome sobre la condición de mi madre —Dice al Momento en el que abría la puerta de la habitación donde se encontraba mi mamá.

—¿Ella es tu madre?

No contesté su pregunta; sin embargo, me acerqué a mi mamá, al verla dormida no pude evitar soltar un sollozó.

—Toda estará bien Mamá, te lo prometo.

—Hija, ambas sabemos que eso no es cierto, sin los medicamentos, no hay mucha probabilidad y no quiero que interrumpas tus estudios, ni tampoco te sobre esfuerces.

—Eres mi Madre, ¿Cómo podría dejarte morir?

No sé en que momento Xandro había salido de la habitación, pero lo agradecía, No sé dé donde conoce a mi Madre, pero tenía que averiguarlo. Las horas pasaban, mi madre parecía mejorar, pero ambas sabíamos que eso solo duraba una semana y regresaba al hospital y sé que ya está arta de eso.

Tenía que buscar una manera para conseguir su tratamiento, pagar esa costosa operación y sobre todo tener un buen hogar y comida para ella. En cuánto mi mamá se durmió, salí de su habitación, tenía que ir a casa, tomar un baño y cambiarme, necesitaba estar relajada para ella.

En la sala de espera, está el chófer que Xandro dejo para mí, me insistió en llevarme a casa, realmente no quería, lo sentía Innecesario, pero era muy insistente, al final terminé aceptando. De camino a casa me puse a pensar en todo lo que me estaba pasando, ¿Cómo había aceptado que Xandro se tomará todas estás molestias cuándo no lo conocía bien?

—Llegamos señorita y me parece que tiene visitas —dijo y volteo hacia donde él estaba viendo, tenía razón Xandro está a esperando en la puerta de mi casa.

Suspiré y le agradecí saliendo del vehículo. A paso lento llegué a donde él estaba.

—¿Necesitas algo? —le pregunté buscando las llaves de mi casa.

—Necesito hablar contigo, quiero proponerte un trato, uno del cual ambos saldremos beneficiados.

Lo observé por unos minutos, hasta que asentí y abrí la puerta para que ambos entráramos.

—Toma asiento, iré a cambiarme y regreso.

No esperé a que me contestará, camine hacia mi habitación para cambiarme de ropa. Use lo primero que encontré, tenía que hablar con él antes de todo, necesitaba mi baño relajante y no lo haría con él en la sala de mi casa.

—Muy bien, dime de qué es lo que quieres hablar.

—Necesito que te cases conmigo.

—¿Qué? Disculpa creó que escuché mal, ¿Quieres que me casé Contigo? —Le pregunté y él asintió —¡¿Cómo me voy a casar contigo si ni siquiera te conozco?!

—Lo sé, se que es algo loco, pero en este momento lo estoy haciendo para ayudarte.

—Explícate.

—Mira, Llevo planeando esto desde hace un mes, aún no te conocía por lo que había elegido a otra mujer, hace poco me enteré que mi padre había dejado en su testamento que me daría en su totalidad las empresas solo si estuviera casado, mínimo dos años, él aún no muere, pero está muy enfermo, al enterarme me enfade mucho con él, ya que he dedicado mi vida a las empresas desde que tengo 20 años y ahora me quiere chantajear con eso.

—¿Qué edad tienes?

—El mes pasado cumplí 30

—Me doblas casi la edad, ¿aun así quieres casarte conmigo?

—No sería un matrimonio cien por ciento verdadero, solo nos casaríamos para que en dos años cuando tú cumplas tu mayoría de edad se de a saber que estoy casado.

—¿Y que ganó yo al ayudarte?

—A eso voy, una vez que tú estés casada conmigo tendrás a tu disposición todo mi dinero, mi casa o la que tú quieras, contrataremos los mejores médicos para que tu madre sea atendida.

—¿De dónde conoces a madre?

—Tu madre fue mi primer niñera.

¿Qué? Debe de estar bromeando, si mi madre y él se llevan catorce años, o sea ¿que era una adolescente cuando lo cuido? Realmente no entiendo. Pero ahora lo más importante ¿Aceptaré? No lo sé, pero la verdad es una buena oportunidad para salvar a mi mamá.

—De acuerdo, acepto con la única intención de salvar a mi madre.

—Gracias, de verdad te lo agradezco mucho.

—Solo no te vayas a enamorar de mí —le dije haciéndolo reír.

—Despreocúpate, jamás lo haría.

—Se que terminarás amándome.

—¿Estas segura niña?

—Lo estoy, porque para ti, no soy del todo una niña y por eso, quieres casarte conmigo, no es solo por mi madre, sé que aunque yo no hubiera aceptado, la hubieras ayudado, después de todo fue tu primera niñera ¿No?

Él solo sonrió negando y se levantó.

—Vendré por ti mañana.

—Aquí te espero.

Él salió de la casa y yo aproveché para darme un merecido baño relajante, esa propuesta me había resuelto todos mis problemas.

Todo esto se mantendría en secreto por dos Años, eso sería fácil, por lo que me di cuenta no es de ser muy demostrativo y eso está bien para mí, el único cambio que verían sería mi chófer y los cuidados de mi madre, tal vez incluso la casa, está no está en condiciones para mi mamá, así que probablemente le tome la palabra y me mudé a otro lugar. ¿Y cuándo sería la boda? Tal vez mañana antes de ir con mi Madre.

Realmente estaba desesperado, apuesto que se enteró, por otro lado, y no por su padre sobre esa cláusula, bien dicen que la curiosidad mató al Gato. Bueno, solo me queda esperar y ver que sigue, esto será fácil ¿Verdad? Realmente quiero creer que será fácil, de lo contrario estaré acabado.

—En que te metiste.

Ni yo sabía, pero la vida de mi madre es más importante que mi libertad.

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