Capítulo 13

No podía creer lo que veían mis ojos ellas estaban acá y yo me encontraba sola. El golpe fue duro al despertarme me encontraba atada a una silla y no se en donde estaba ya que no reconocía el lugar.

- Que quieren. - Ambas me miran con una sonrisa en sus labios.

- Te queremos muerta, no es mucho pedir - Sara habla.

- Nos quitaste el amor de Leonardo y de Nicolái, ahora tienes que pagar, llevamos todo este tiempo siguiéndolos no se todavía porque te traen acá. - Réplica Andrea.

- Eso es un tema que no les incumbe y se que ustedes no los quieren solo están con ellos por la posición en la que quedarían cuando se casen. - Estoy bastante tranquila, se que puedo acabar con ellas en menos de nada, pero ellas no lo saben.

- Porque no podemos leerte la mente. - Me golpea con un puño Sara.

- Y eso te enfurece.

- Eres una maldita - Ambas comienzan a golpearme fuertemente, y eso comenzó a estresarme

Pero no sé de lo que serían capaces si se llegan enterar de lo que soy, así que las dejo seguir puedo sentir como comienza a brotar sangre de mi cabeza y de mis labios.

- Eres muy resistente, cuando Sonia nos llamó y nos dijo que estabas viva no podía creerlo pero esto se acaba hoy.

Después de los golpes sacan dos cuchillos y comienzan a enterrarme los en todos los lados, la sangre comienza a brotar más rápidamente a este paso yo voy a morir.

- Adiós y espero que no sobrevivas.

Ambas salen y le prenden fuego a la cabaña al estar tan herida no me quedan fuerzas para salir de allí ni siquiera puedo intentarlo.

El humo se hace más pesado dificultando mi respiración y el fuego comienzo a consumir la cabaña más rápido.

- A.. ayuda. - Se que no son muy fuertes mis palabras y no solo eso, no hay nadie cerca de acá, me doy por vencida y cierro mis ojos. Esperando que la muerte llegué muy lentamente por mi.

- Hola preciosa.

- Mamá eres tú, dónde has estado te e extrañado mucho.

- Mi vida hermosa ya eres una señorita.

- Si y me acaban de matar.

- Hija no estás muerta, estás viva y puede que está sea una nueva oportunidad.

- Me enamoré de las personas que no debía.

- Lo se mi amor, peor uno no elige de quién se enamora ellos estaban destinados a estar con tigo también.

- Sabes quienes son mamá.

- Tu papá y yo lo sabemos ellos están muy unidos a ti como tú lo estás de ellos.

- Eso significa que van ambos serán mis parejas hasta el fin de los tiempos.

- Si mi amor pero para poder llegar a ellos tendrás que pasar muchas pruebas se que tú eres una mujer muy fuerte y podrás soportar esos obstáculos.

Sin poder contestarle a mi mamá ella comienza a alejarse y todo comienza a oscurecerse, lo que hace que me sienta más asustada que nunca.

- Estás despertando. - Es un voz que no conozco y trato de reincorporarme pero no puedo. - Cálmate no te haré daño.

- Donde estoy.

- Encontré la cabaña en llamas y por una ventana te vi y enserio necesitabas ayuda, así que entre y te saque y estás en mi casa.

- Eres un vampiro.

- Como lo sabes. - Porque no le quedé callada.

- Para que no estés herido debes de tener un poder especial.

- Eso es cierto, pero antes que nada me quiero presentar mi nombre es Alejandro.

- Mi nombre es Ivonne.

- Puedo preguntarte qué hacías en una cabaña lejos de todo.

- Me gusta el aire puro, es más tranquilo que vivir en una grande ciudad.

- En eso tienes razón. - Trato de sentarme pero Alejandro me pone una mano en el hombro.

- Estás bastante herida por favor quédate acostada.

- Gracias.

- Puedo llamar a alguien.

- Si. - Le doy el número a Alejandro y el marca cuando le contestan el me pasa el teléfono.

- Hola.

- Ivonne estás bien, porque nos llamas de un número desconocido.

- Me atacaron, yo estoy bien me salvaron antes de que quedara convertida en cenizas.

- Donde estás ya vamos por ti.

Le pasó el teléfono a Alejandro quien le dice la dirección a Nicolái, el cuelga y yo le pido que me ayude a darme un baño no quiero que me vean.

Dos horas después llega Leonardo y Nicolái pero Alejandro se queda petrificada al verlos.

- Señores.

- Gracias por su hospitalidad.

- No es nada.

- Gracias por salvarla.

- La conocen.

- Es nuestra asistente.

Después de las presentaciones y de que Nicolái y Leonardo le hablarán de mi a Alejandro por fin entran a saludarme.

- Como estás. - Dice Leonardo per el tono en el que lo dice me entristece.

- Bien muchas gracias.

- Nos alegra mucho que esté bien. - Ahora el que habla es Nicolái con el mismo tono frío que Leonardo.

- Sabes quién fue.

- Sara y Andrea. - Porque ponen esas caras. - Pasa algo .

- Ellas están bien.

- Enserio eso es lo que más les preocupa que ellas estén bien.

- No es eso.

- Entonces que es Leonardo.

- Es que...

- Ahora me hablan así como si no me conocieran, como si fuera una extraña, que bien la verdad no sabía que esperar de ustedes, por lo que veo nunca las iban a dejar y a mi me tendrían como una más.

- Ese compromiso no lo podíamos romper tan fácilmente - Ahora escucho la voz de Leonardo eso me termina de romper mi corazón.

- Amor perdóname no quería que las cosas salieran así.

- Ya es tarde Nicolái, me acabo de dar cuenta que ustedes nunca iban a dejar ese compromiso, y yo siempre fui la amante, que desgracia ya es tarde no quiero saber nada de ustedes, son unos mentirosos, que solo me utilizaban para saciar su sed de sexo no más. - Las lágrimas comienzan a brotar por mis ojos giro mi cabeza y Alejandro me ve desconcertado por lo que está pasando.

- Señores yo los respeto mucho pero veo que la señorita se siente muy mal así que les pido que se retiren.

- Les ruego que se larguen los dos por hoy no quiero saber más de este circo.

- Ivonne por favor escúchanos.

- Escuché lo suficiente por favor salgan de acá y espero que Sara y Andrea se encuentren muy bien.

Se levantan de la cama y salen de la casa, se que ellos me miran una última vez pero yo solo miro por la ventana.

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