El Castillo

En algún lugar de Suiza el teléfono sonó y pronto alguien tocó a la puerta de Ginger.

– Señora, su esposo está al teléfono.

– ¿¡Qué!? ¿¡Charles!? ¡Por fin aparece ese bastardo!

Ginger estaba muy molesta cuando tomó el teléfono:

– ¡Maldito bastardo! ¿¡Dónde has estado!? ¡Te he estado buscando por todas partes!

– Lo que importa es que estoy bien, no en dónde estoy. Oye, ¿tú has puesta la fotografía de nuestra hija como si fuera una delincuente?

Ginger que se sentía aún más molesta por el regaño le gritó:

– ¡Pues sí, tú le haz enseñado a esa niña a escapar! ¡Si no la hubieras educado como una delincuente, no hubiera escapado en primer lugar!

– ¿Pero cómo pudiste poner qué es una delincuente? La policía la pudo detener y llevarla a la cárcel. ¿Sabes a lo que la expones?

– Tú hija ya hizo tratos con marineros, ¿crees qué es una blanca paloma? Si me hubieras dejado educarla a mi modo esto nunca hubiera sucedido, además yo estoy como loca buscándote a ti y a tú molesta hija.

– Por eso escapó mi molesta hija, por su molesta madre.

De repente Charles escucho los sollozos de Ginger, entendió que ella estaba gritando porque en realidad estaba muy preocupada.

– Cálmate por favor, Ginger. Se dónde está la niña, te enviaré la dirección. Esta con un chico de apellido Smith,

– ¿Smith de la familia de S&Co?

– Si, esos. No sé si recuerdes que hace algunos años en el bajo mundo se decía que el tipo estaba loco y había asesinado a dos de sus esposas.

– Eso pudo haber sido mentira.

– Tienes razón, pudo haber sido mentira pero también pudo haber sido cierto así que no quiero que nuestra hija esté cerca de ninguno de los Smith.

– Está bien, en este momento arreglaré todo para salir en busca de la niña. ¿Si tú sabes en dónde está por qué no has ido por ella?

– Todavía tengo asuntos que arreglar, pronto volveré a casa. No te preocupes por favor, sabes que tú y Alice son lo más importante para mí.

– Está bien, estaremos esperando tú regreso.

La llamada terminó y Ginger llamo a uno de sus subordinados.

– Quiero que arregles un viaje a "Mir i slava", iremos como civiles así que organiza todo.

– Señora, sería más sencillo si usa su cargo como militar.

– No, voy a recoger a mi hija y eso es mi vida personal, no tiene nada que ver con los asuntos del país.

El subordinado asintio con la cabeza.

– Señora, en cuanto esté todo listo le avisaré.

– Me parece perfecto.

Ginger rápidamente investigo en internet a la familia Smith: la poca información que estuvo disponible en los medios era la muerte de Alexander Smith, el único hijo de Albert Smith, dueño de un imperio comercial.

Sobrevivían su esposa y también cinco hijos: entre ellos Robert Smith, el chico con él que seguramente estaba su hija pues los otros eran muy pequeños.

La intuición de Charles nunca había sido mala y si él lo decía, entonces no era bueno que su hija se relacionará con esa familia.

...******...

En Cuidad Capital, Albert había recibido un informe, ya sabía donde andaba jugando su nieto y con quién estaba.

Descubrió que la chica con la que se había escapado en realidad era la hija de una militar de alto rango de Suecia.

Con Alexander cometió grandes errores, nunca le permitió tomar sus propias decisiones lo que ocasionó que él de alguna forma se desequilibrara mentalmente, se prometió a si mismo que no cometería el mismo error dos veces así que dejaría a Robert tomar sus propias decisiones.

Había tratado de calmar a Emily pero su instinto de madre preocupada era más fuerte que cualquier palabra que Albert le dijera así que trataría de mantener oculto el informe hasta que Robert apareciera por si solo.

Lo cual no pudo hacer por mucho tiempo pues al medio día del día siguiente, ella ya tenía la información de la ubicación de su hijo pero no la información real de la chica.

Esta vez ambas mujeres se dirigían hacia el mismo lugar y con el mismo propósito.

...******...

Thomas, Tiryon, Robert y Alice salieron temprano.

Tiryon les había prometido hacer un recorrido en la maravilla del pueblo, los chicos pensaban que seguramente era algo aburrido pero sus ojos se sorprendieron al ver el lugar: era un viejo castillo.

Ese era el castillo dónde habían vivido la princesa heredera y el joven burgués, también fue donde se firmó el acuerdo de paz entre nobleza y burguesía además de ser el lugar donde nació "Mir i slava".

Era el único castillo en buen estado en todo el país y el cual se dice que está protegido por la magia del amor.

Ambos chicos recorrieron todo el lugar, jugaron en el pasto verde y en más de una ocasión Alice tiro a Robert al pasto.

Tiryon dió un gran suspiró – Ah, que bello es el amor adolescente.

– ¿Tú nunca te enamoraste? – pregunto Thomas.

– Si, alguna vez ame mucho a una mujer pero ella se comprometió con mi mejor amigo.

Thomas se sorprendió – ¿Quieres decir que estabas enamorado de la madre de Charles?

– Vámonos a casa, ya tengo hambre.

Tiryon decidió no contestar pero sus ojos tristes decían la respuesta.

Thomas llamo a los chicos que seguían corriendo y jugando – ¡Hey niños, tenemos que regresar a casa! ¡Tiryon se siente agotado!

A la glotona de Alice el estómago le comenzó a hacer ruido así que regreso junto a su abuelo Tiryon y su tío Thomas.

– Está bien, vamos.

Cuando todo el grupo se acercó a la casa vieron que estaba rodeada por diferentes tipos de autos, camionetas negras en su mayoría.

Alice se detuvo, sus manos comenzaron a sudar y dijo entre dientes – Mierda, mi madre ya me encontró.

– Tú madre entenderá, yo estaré contigo – le dijo Robert para tranquilizarla.

– No, ella me llevará y me encerrará de nuevo en un convento. ¡No quiero! ¡No quiero!

Alice estaba muy nerviosa, Robert de repente vió hacia los autos, encontró que algunos tenían un prefijo determinado en la placa y entendió que no era solo la madre de Alice quien había llegado a ese lugar, Emily también estaba ahí.

Tiryon hablo con mucha calma.

– Chicos, vamos a hacer esto. Vamos a averiguar qué es lo que quieren sus madres: si ellas actúan de manera tranquila entonces nosotros los llamaremos, se pueden esconder la parte trasera de la casa, pero si vemos que quieren arrastrarlos y encerrarlos como dice Alice, entonces nosotros les ayudaremos a escapar. ¿Estas bien con eso, Alice?

La chica se sintió feliz de que su abuelo y su tío estaban dispuestos a ayudarlos así que asintió.

Los chicos corrieron hacía el bosque y se instalaron debajo de una ventana que daba a la sala para poder escuchar todo lo que dijeran.

Cuando Tiryon y Thomas llegaron dos mujeres estaban esperando afuera, ambas jóvenes y hermosas pero con un rostro molesto y ansioso.

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