Cachorro

Robert vió a una señora en un pequeño puesto de fruta y le susurro a la chica:

– Rápido, ¿cómo se llama tu padre?

– Charles Schäfer.

– ¿Y tú tío *Thomas también es Schäfer?

– Creo que sí, mi padre solo me ha platicado de él, no lo conozco.

Ambos chicos se acercaron a la mujer que vendía fruta, Robert sacó un euro y tomó dos manzanas, le dió una a Alice, él se quedo otra y le pago a la señora.

Cuando la señora estaba por darle su cambio, Robert hizo la seña de que no era necesario.

– Mi buena señora, me podría ayudar.

Estamos buscando a mi tío, pues mi mamá está muy enferma y quiere ver a su hermano pero hemos perdido el papel donde venía la dirección

¿Nos podría ayudar, por favor?

– A ver jovencitos, díganme cómo se llama y podría saber pero no estoy muy segura.

Entonces Robert dió el nombre de Charles Schäfer.

– "Ah, el sobrino de *Tiryon. Sí, lo conozco pero hace mucho que no lo veo por acá, tal vez su hermano Thomas les puede decir.

Para llegar tienen que subir al tranvía y bajar en la última estación, van a encontrar un gran pino, la calle va a bajar y cuando ya esten casi a la orilla del bosque van a ver una casa en la esquina, ahí es.

Los chicos pensaron que sería una forma muy sencilla de encontrar la casa así que dieron las gracias y tomaron el tranvía.

Ambos se acomodaron y conforme el tranvía avanzaba las casas estaban más separadas unos de otras.

No vieron ningún pino y cuando creyeron que estaban extraviados, el tranvía llegó a la última estación y para su sorpresa el dichoso pino apareció frente a sus ojos.

Era imposible perderse pues solo había un camino, los chicos bajaron del tranvía y comenzaron a caminar.

Caminaron cerca de 30 minutos, y  comenzaron a quitarse el exceso de ropa que habían portado pues en ese lugar el clima era mucho más calido en comparación con los otros lugares dónde habían estado.

De repente vieron una casa con un granero y una cerca blanca, parecía una casa sacada de un cuento de hadas, no sabían si había más casas o si debían seguir caminado así que decidieron tocar en esa casa y preguntar.

Se pararon el porche de la casa y tocaron, un señor canoso en silla de ruedas abrió la puerta y se quedó paralizado al ver a ambos chicos, especialmente a Alice.

– Cachorro, ¿eres tú? Cachorro, te encogiste y el cabello te cambio de color.

En cuanto pronunció esas palabras un hombre pelirrojo de aproximadamente 30 años apareció en la puerta.

– No Tiryon, no puede ser Char...

Cuando vió a la chica, le parecía inegable el parecido que tenía con su hermano mayor.

Abrió la puerta de protección, salió y abrazo a la chica, la levanto en el aire y le dió algunas vueltas.

– Oye, suéltame. No te conozco. – dijo Alice mientras intentaba que la soltará pero cuando vió la sonrisa del  hombre decidió dejar de luchar.

Cuando el hombre se canso la puso en el piso, Alice se sintió un poco mareada pero Robert la sostuvo para que no cayerá.

– ¿Quiénes son ustedes? Yo vine a buscar a mi papá.

– ¡Tú eres el cachorro del cachorro! – grito Tiryon.

Alice repitió como si tratará de masticar las palabras – ¿Cachorro del cachorro?

Thomas les indicó que pasarán

– Pasen, pasen muchachos.

Les ofreció bebidas y algo de comer, Alice se sintió un poco desconcertada pero al ver una fotografía de su padre cuando era más joven corrió a verla y comenzó a llorar.

– ¡Es mi papá! ¡Es mi papá! – señalo la fotografía mientras miraba a Robert.

– Es cierto, eres el cachorro del cachorro. ¿Cómo está él? – dijo Tiryon

Alice dibujo una expresión amarga – No se donde esta mi papá, creí que estaba aquí.

– No, tiene bastante tiempo que tú padre no viene– dijo Tiryon.

– ¿Entonces he viajado todo este camino y mi padre no está aquí? – pregunto desanimada y comenzó a llorar.

Tiryon se acercó y le dió algunas palmaditas – No te preocupes, si tú padre sabe que lo estás buscando vendrá hasta acá. Si tú llegaste buscándolo, sin duda él también pensará que estás aquí y vendrá a buscarte,no llores pequeña cachorra.

– ¿Cachorra? No me diga cachorra.

– ¿Cómo no decirte cachorra si eres igual al cachorro?

– Que no soy un cachorro, anciano.

Tiryon solto una carcajada – Es obvio que eres su cachorro, eres igual de insolente que tú padre.

Thomas había regresado de la cocina con refrigerios que colocó sobre una mesa.

– Coman chicos, coman.

Alice quería resistirse hasta que le dieran información sobre su padre pero al ver que en la charola que habían puesto frente a ella estaban sus golosinas favoritas cedió.

– Guau, ¿Cómo lo supiste?

– Como no saber que tu padre solamente come comida china y golosinas.

Alice y Robert comenzaron a comer, al chico no le gustaba demasiado el azúcar pero después de la larga caminata sentía que realmente tenía que comer algo dulce.

Ambos chicos comieron y Tiryon le pidió a Thomas que le llevará el álbum de fotografías de Charles.

Se acerco a los chicos y les comenzó a platicar:

– Yo soy el tío del cachorro, no tenemos parentesco de sangre pero su padre fue un gran amigo mío y cuando ellos murieron Charles se volvió como mi hijo así que soy algo así como tú abuelo.

Alice no sabía que decir, ella no había ido en busca de un abuelo sino de su padre pero el anciano los estaba tratando muy bien.

– ¿Por qué le dices cachorro a mi papá? No tiene cara de cachorro.

Tiryion rápidamente abrió el álbum: una fotografía de un niño corriendo detrás de unas ovejas apareció frente a sus ojos.

Alice solto una carcajada divertida

– ¿Quién es este niño?

– Es tu papá, cuando era niño se creía un pequeño cachorro de pastoreo, cuando se enojaba gruñía y a veces hasta ladraba.

– ¿Mi papá de verdad hacía eso?

– Si, tu papá de verdad hacía esto. Mira, estos son tus abuelos.

Tiryion le mostró cada fotografía a Alice y cada una de ellas tenía una historia, estuvieron platicando durante toda la tarde hasta que anochecio.

Thomas arreglo dos recámaras para los muchachos.

Robert le pidió a Thomas un teléfono, se preparo mentalmente para el regaño que recibiría y después de pensarlo por mucho tiempo por fin marco los números del teléfono celular de su madre.

Emily que no reconoció el número telefónico no quería contestar pero cuando pensó que era Robert intentando comunicarse, contestó después de las dos primeras llamadas pérdidas.

En cuanto se escuchó una respiración del otro lado, Emily dijo con voz preocupada:

– ¿Hijo, eres tú? Robert contestame por favor. ¿Eres tú hijo?

Robert paso saliva y apretó los puños

– Si mamá, estoy bien. No te preocupes.

Después de que Emily escucho que estaba bien, grito por el audicular.

– ¿¡Dónde demonios te metiste!? ¿¡Por qué te escapaste!?

Robert tartamudeo un poco – M-mamá c-conocí a una chica...

– Si hijo, el amor es muy bonito pero no tenías que escapar para demostrar tú amor, si la chica tiene algún tipo de problema pudimos haberla ayudado. No era necesario que te escaparás con ella.

– No mamá, no es una cuestión de amor.

– ¿Entonces de qué Robert? Explícame.

– Ella está buscando a su papá y yo le iba ayudar.

– ¿Por qué demonios no viniste a mi o con tú abuelo? Te hubiéramos ayudado.

Robert notó que Alice se acercaba, no quería que notará que lo estaban reprendiendo vía telefónica así que se apresuro a decir:

– Mamá, estoy bien solamente te llamó para avisarte. Me tengo que ir, me tengo que ir, hay estática.

Cuando la llamada terminó Emily se quedo pensando, ¿estática en un teléfono fijo? ¿este mocoso cree que soy idiota?

Rápidamente llamó a una persona de seguridad, le dijo que investigará el origen de la llamada que había recibido.

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* Thomas y Tiryon son personajes que forman parte de "Destellos de una mente siniestra", historia que narra lo que hacía Charles tiempo antes de casarse y tener a Alice. La novela sigue en curso y se está planeando agregar como se conocieron Charles y Ginger.

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