capítulo 18- recordando

Notas de la novela:

Desde el día que Erin llegó a la mansión Drake, el Duque Asher ha estado muy atento con ella, pues su amor hacia Erin fue a primera vista, ante esto, Elena no soporta el hecho de que su esposo prefiera a una mujer de tan baja clase, ante esto, le fue a reclamar a Laila pero esta solo se burló de ella haciéndola menos e insinuando que no servía como mujer porque no ha podido darle herederos a la familia Drake, ante esto, el orgullo de Elena quedo herido y después de una noche completa llanto, se despertó decidida a alejar a esa mujer de su casa, pues no iba a permitirse ser la burla de la sociedad perdiendo a su esposo por culpa de una plebeya sin educación.

Nota 2:

Elena aprovechaba las ausencias del Duque para tratar como una sirvienta más a Erin, esta, por el amor que le tenía al Duque y porque Elena la amenazó de que si decía algo, acabaría con su familia. Poco después de ello, el Duque regreso en compañía del príncipe heredero del país de Zirka, Noah Gerald, un chico dos años menor que Elena, atractivo y serio, como su casa de campo aun no estaba limpia, se quedaría por un tiempo en la mansión Drake, Elena le recibió de buena manera, pues ese joven, una vez fue su amigo durante su infancia, ambos se llevaban bien, hasta que Noah y Erin se encontraron, Erin fue presentada como una dama de honor de Laila, Erin aceptaba eso, ya que sabía que pronto el Duque buscaría la aprobación de romper su matrimonio con Elena. Erin trataba amablemente al príncipe, pero no era tan formal con él, algo que a Noah le llamó la atención, poco a poco, mientras más cercano se hacía a Erin, más se alejaba de Elena y fue viendo, que Elena trataba mal a Erin por celos, Noah no podía soportar que su amiga se convirtiera en una mala persona solo por querer a un hombre que no la amaba, pero, eso poco a poco lo fue olvidando ya que, cada vez que estaba cerca de Erin, Noah sentía que debía protegerla, con el tiempo, el príncipe se dio cuenta que se había enamorado de Erin y que la protegería de la malvada Elena.

- mmh...esto no cuadra, ¿como es que Noah pudo olvidar que Elena era importante para él, solo por Erin?

Elena estaba leyendo las pocas notas que había tomado y era bastante extraño el como Noah y el Duque caían enamorados de Erin, cuando ella nisiquiera tenía tanto en especial, su único don era ser tierna y bonita, mientras que Elena era una mujer independiente, fuerte y hacia su trabajo mejor que el Duque en cuanto a proteger y ayudar al condado que ellos gobernaban. La puerta sonó, era Mari quien buscaba a Elena para decirle que le llegó una carta, al abrirla era una invitación del príncipe para que vaya a su mansión.

- Mari, diles que preparen mi caballo.

- ¿esta segura señora? No debería confiar tanto ese chico.

- no te preocupes, no hará nada y hay algo que debo saber de él.

- esta bien, pero cuide bien lo que come, si se lo ofrecen ahí.

- lo se, solo iré a hablar, no comeré nada.

Eso le tranquiliza, pero solo un poco, su señora suele ser algo confiada, solo espera que ese príncipe no tenga malas intenciones, quizás y hasta pueda ayudar a su señora a liberarse del matrimonio con el Duque, pues ya no le parece tan buen hombre, ya que se atrevió a golpearla.