capítulo 8- molestia

El Duque no tardo en ser informado que la Duquesa, se estaba mudando a la zona norte, algo que no esperaba, menos ahora que madre estaba en la casa; rápidamente fue en busca de la albina pues le debe una explicación a todo eso. Elena estaba en el jardín trasero, bebiendo un poco de té, al ver venir al Duque, supo que ya se había enterado de lo que ha hecho.

- Elena! ¿Que pretendes al irte a la zona norte cuando esta mi madre?

- Duque, es obvio que a su madre no le agrado, yo solo quiero pasar mis días con tranquilidad.

- como no, si le hablaste de manera muy grosera ayer.

- ella empezó, insinuando que no puedo tener hijos y aun si así fuese, a ella no debería meterse.

- pude haberlo hablado con ella después.

- pero mientras, debía aguantar sus insultos ¿no? Deberías haberle dicho antes que tú eres quien nunca quiso llevar bien este matrimonio.

- fue un matrimonio político, yo esperaba ser quien eligiera a mi esposa, no que el Rey me obligara a casarme con su hija.

Elena deja la taza de té sobre la mesa con fuerza que este se rompe en su mano, causando una pequeña cortada, al ver esto el Duque saca un pañuelo y cuando esta por sostener su mano, Elena la aparta, esta molesta ¿como puede ese hombre haber sido tan cruel con la verdadera Elena?

- no necesito nada de usted. Es verdad que mi padre le obligó a esta matrimonio, pero eso no le daba derecho a dejar que su madre me tratara mal. Si te causa molestias, entonces prepara el divorcio.

Dicho esto, saco su propio pañuelo, para limpiar la cortada y se levanta para salir de ese lugar, el Duque le arruino el buen día que estaba teniendo. Mientras tanto, Laila, la madre del Duque, observo todo desde la ventana de su habitación, aun cuando no le agrade Elena, romper un matrimonio con ella, sería una humillación para todo el Ducado. Pero, es necesario que su hijo tenga pronto un heredero, para poder educarlo adecuadamente.

- una de ustedes partirá mañana, quiero que la traigan lo más pronto posible.

Ordeno a una de sus doncellas, éstas de inmediato salen de la alcoba para ir a cumplir su orden. Paso poco y escuchó que toquen a la puerta, el entrar era el Duque quien pasa y toma asiento.

- espero que tu esposa este dispuesta a pedir disculpas por lo grosera que fue.

- madre, ella solo respondió a tus insinuaciones. Soy el culpable de que aun no tenga un hijo, no la molestes, además ella se ha mudado a la zona norte.

- ¿que? Si esto sale de aquí, serás la comidilla de todos los nobles, el Duque Drake abandonado por su esposa.

- ¿es lo único que te preocupa? Elena, ha cambiado mucho y en cierta parte, quien debe una disculpa, eres tú madre, la ofendiste.

Laila no puede creer que su hijo le este dando la razón a esa princesita, pero aunque diga eso, no piensa pedir ninguna disculpa, tal vez si Elena estuviese más dispuesta, su hijo no la habría ignorado, es la mujer, ella debe poner de su parte para mantener feliz a su esposo.

- no voy a pedir disculpas, de todas maneras, ya tengo una solución en cuanto a un heredero. Te casaras con una concubina.

- ¿que? Madre! No haré tal cosa, si Elena no esta de acuerdo, será un problema aun mayor.

- tonterias, eres hombre, esas cosas son normales, tú padre también las tuvo y nunca me he quejado, mientras ellas hayan conocido su lugar.

- Elena me dijo que yo preparé el divorcio, si traes una concubina, la molestaras más.

- mientras tú no prepares nada, todo estará bien, si quiere irse, será ella quien esté en boca de todos. Además, esta chica te va encantar, es educada y dulce.

Sabe que protestar, no servirá de nada con su madre, así que lo mejor será esperar, mientras no acepte a esa chica en su cama, nada pasará y cuando su madre se vaya, puede echar a la chica de la mansión, con una buena compensación, no dirá nada.

Por otro lado, Elena esta en su alcoba, practicando algunos movimientos de combate, los guardias están ocupados así que no puede entrenar con ellos y mucho menos quiere salir con Laila rodando en la mansión, esa mujer es odiosa, no entiende como pudo ser ella quien le presentara a su hijo, una chica tan simple y de bajo estatus.

- en todo caso, las mala suegras siempre se unen con la villana...

Murmuró para si misma, es algo sumamente extraño en esa novela, supone que el autor necesitaba una excusa para que el Duque y la protagonista se conocieran.

(( veo que van casi empatados lo de poner un chico nuevo para Elena y el Duque. ahora menos se que hacer jajaja

quizás una competencia de likes))

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