Março se despertó nuevamente de madrugada, conciliar el sueño le era difícil y Hanna se comportaba ansiosa e insegura.
Parte de eso él lo entendía pero no había razón, Março le había dado su palabra de estar con ella no por obligación, si no porque él quería.
Cuando dio la hora de trabajar se levantó y alistó sin despertar a Hanna, cuando salió de la casa vio el jardín de girasoles resplandecer hermosamente como dándole los buenos días.
Entonces se idealizo una idea, si Elise nunca hubiera desaparecido ahora los dos verían los girasoles que sembraron juntos.
— ¿Por qué nos pasó esto? —preguntó con dolor en el corazón.
Si viaje no era largo y tampoco las horas de trabajo, aún así decidió ir a tomar algo al sitio donde Hanna trabajaba solo que ese día ella descansaba.
Después de que Elise desapareciera Março había pasado varios años bebiendo y ahora tenía cierto gusto por alguno que otro trago.
— Março, hace días que no te vemos por aquí —saludó la compañera y amiga de Hanna.
—Hola, el trabajo absorbe mucho tiempo —dijo con una sonrisa.
Março era así, era muy bueno. Algunas veces Lily la amiga de Hanna sentía lástima por él. Hanna le ocultaba una verdad.
—¿Cómo está Hanna? —preguntó Lily.
—Está bien, ha estado algo distante y nerviosa pero está bien.
Lily había visto algunas veces a Março de jóvenes, cuando tenía un noviazgo con su ex novia, Elise.
Los dos eran jóvenes y llenos de energía, pese a que Março era alguien serio cuando Elise hablaba o hacía gestos, Março sonreía incluso por los ojos.
Después de que la dieron por muerta Março cayó en un abismo, solo bebía y lloraba. Varias veces trató de suicidarse pero era detenido por sus padres.
¿Tanto así era su amor por ella?
Hanna pareció desarrollar sentimientos por él, verlo con él corazón roto la hizo desear curarlo.
Costó trabajo y tiempo pero él abrió su corazón y entonces llegó una llamada...
El día que Março aceptó empezar a salir con Hanna llamaron al celular de él.
—Hola, hablamos del hospital médico de Indonesia, revisamos el número celular de una paciente en estado de coma y tiene como contacto este numero... ¿Hola?
Hanna tembló, la única persona en Indonesia que podía tener su numero era Elise, su antigua novia.
Ella sabía que Março correría tras ella y entonces la dejaría.
Llena de miedo colgó esa llamada, cuando Março regresó del baño Hanna no dijo nada, la única que escuchó fue Lily.
Meses después ambos salieron como pareja. Lily fue testigo de aquel acto, al principio lo vio algo comprensible pero luego lo vio como algo vil.
—Março, ¿Cómo se encuentra tu ex? —preguntó casual.
—Al parecer bien, pero aún siento que su cuerpo está débil... De ahí en fuera no la he visto.
—Ya veo —contestó Lily.
Março salió y caminó por el mismo camino que tomaba al salir de la escuela, en ese tiempo era un estudiante que andaba en bicicleta después de su trabajo de medio tiempo.
Todos los días tomaba ese camino rumbo a la casa de Elise.
Sumido en sus recuerdos llegó a la casa, fuera coincidencia o no estaba frente a su casa.
—¿Março? —preguntó Elena la madre de Elise.
—Hola, pasaba por aquí —saludo Março ayudándola con las bolsas que traía.
—Me alegra verte —dijo Elena abriendo la casa —, Elise estuvo aquí hace unos días y dejó una caja con cosas, me dijo que te las diera.
Março puso las bolsas sobre la mesa y preguntó.
—¿Ella está aquí?
—No, últimamente viene solo a comer o pasar tiempo conmigo.
Elena tomó una caja de la mesa y la entregó a Março.
—Toma, esto es tuyo—dijo con calidez —, no te sientas culpable, cuando supe que conociste a una persona de hecho me alegré por ti.
—Se que mi hija está pasando algo difícil pero lo superará, poco a poco va mejorando y ahora mas que nunca quiere salir adelante, tanto tu como ella salieron lastimados pero con el tiempo esto solo serán recuerdos.
—Se muy feliz Março, te lo mereces.
Cuando él salió de esa casa fue como estar perdiendo todo lo que lo conectaba a Elise, en la caja estaba el collar de mariposa que tanto le gustaba a ella.
Un álbum que ambos decoraron, todo lo bello de su historia estaba en una caja tan pequeña.
¿Entonces porqué se sentía tan grande en su corazón?
—Si, si ya te dije que hoy me quedaré —habló una voz que él conocía, era Elise que estaba en la parada.
Ella estaba llamando por teléfono por lo que no se percató de Março.
—Se que no eres muy paciente —sonrió al teléfono —, yo también quiero verte...
Elise de momento se puso roja por algo que dijeron al otro lado del teléfono.
—No, yo no quiero eso... Pero de nada sirve decirte porque siempre lo terminas haciendo.
Ella volteó de casualidad encontrándose a Março parado frente a ella.
—Te marco en un momento —colgó Elise.
—Hola —saludó Marco—¿Tienes prisa?
—Yo voy a un lugar —contestó Elise mirando la caja en las manos de Enzo —Veo que ya recibiste la caja.
—Si, tu madre me la dio —dijo Enzo—, por cierto, luces muy pálida ¿Has dormido bien?
Elise desvío la mirada algo incomoda, no había dormido muy bien en los últimos días y todo era culpa de Enzo, realmente parecía un animal.
—Si, es solo el trabajo. Ya llegó el taxi y hay alguien esperándome, adiós —se despidió Elise entrando al taxi.
Março por su parte parecía confundido.
—¿Quién te está esperando?
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Comments
acuario
Dios mio esa Hanna es una bruja y no tiene perdón!! 🤬🤬🤬 Esa lily tiene que decirle marcos la verdad!! Sino sería cómplice de una hdp! Y estaría lastimando a dos personas, solo por la obsesión de esta bruja.. Que desgraciada!!! 😠😠😠
2023-10-05
0
Soñadora
Asi a de tener la conciencia de cochina
2023-02-26
2
Mariangel J. B. Danglade
Si súper débil
2022-08-01
0