Esta loca

ANTONIO

No podía creer lo que había hecho, tomé demasiado, se que no es excusa para lo que hice pero este dolor me está matando, yo la amo, fui a la casa de sus padres no recuerdo muy bien lo que pasó, solo recuerdo el golpe en la cabeza, oigo entre sueños que están hablando es el padre de Rebeca, que pena no puedo ni verlo a los ojos, solo escucho lo que Rebe le ha dicho toda la verdad, el solo nos mira con desaprobación, y luego se dirige a mí

--- Joven Usted no debió prestarse a los juegos de esta niña--- fue lo que su padre dijo, mientras me miraba fijamente.

--- Señor yo amo a su hija, quiero casarme con ella---

---- Pero yo no quiero casarme con un mentiroso--- dijo Rebeca, yo trate levantarme pero me sentí mareado y volví a caer, ella me revisó tenerla tan cerca me desquiciada, la tomé de la cintura, pero oí que alguien tosía, era su papá no me acordaba que se encontraba presente.

--- Está bien, solo necesita descanso--- dijo ella.

--- Necesito hablar contigo a solas---

--- Pero yo no quiero que te vayas--- dijo ella y su papá salió, yo la tomé de la mano la pegue a mi cuerpo pero ella me rechazo, yo la acerque de nuevo a mi, pero ella se volvió alejar.

--- Ya lárgate, no quiero verte---

--- Eso es lo que quieres---

--- Si eso es lo que quiero, no te quiero volver a ver---

--- Pues sabes me voy, no le voy a estar rogando a una niña caprichosa como tú, tú irás a buscarme porque yo al salir de esta puerta no pienso volver a buscarte--- le dije ya me había molestado su actitud.

--- Pues que estás esperando, ya lárgate y no te iré a buscar, ni en tus sueños--- dijo ella con una sonrisa, eso me molestó aún más, llame a mi chófer, salí me encontré con sus padres los cuales me invitaron a desayunar, yo decline la invitación después de lo que había pasado con Rebeca quería salir lo más pronto posible, fui al departamento me duche cambie y me fui a la oficina. Había pasado ya todo un mes y ella no me había ido a buscar, yo todos los días tenía la esperanza de que me buscará pero no lo hacia, salí de la ciudad me fuí para mí rancho, quizá ya era tiempo de tratar de olvidarla, ella no me amo, su orgullo fue más fuerte, pase toda una semana en mi rancho extrañandola, regrese a la ciudad debía volver por asuntos de trabajo, Lorena mi secretaria me llevo unos documentos a mi departamento, le invite algo de tomar las cosas se empezaron a calentar, la lleve a la recámara nos desnudamos estaban las cosas tan calientes la tiré en la cama, cuando escuchó como abren la puerta de la habitación era nada menos que Rebeca y había tomado la arma que tengo en la mesa de la entrada en la habitación, ella nos apunto

--- Sal de aquí o te mato estúpida--- le dijo a Lorena, está salió enredada con la sábana tomo su ropa y Rebeca la sacó del departamento.

--- Que te pasa estás loca,--- era lo que yo le decía, entre risas.

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