capitulo 3

Also la mirada lentamente y miró a un chico muy guapo, no puedo creer lo lindo qué es, su cabello negro y sus ojos azules, pero eso no quita el hecho a qué puede ser un ladrón.

Acerca su mano a mí cabello, me estremezco un poco y cierro los ojos con miedo, pero sorpresivamente solo me hala unos cuantos cabellos qué se me estaban cayendo, recuerden qué Sofía me lo arrancó.

—Ten más cuidado, puede caer pelo a mis cosas —me lo dice muy amablemente, pero de una forma distante al mismo tiempo.

—Ah, si..— yo reaccionó un momento, no era ningún tipo de criminal. Uff qué alivio, que imaginación la mia.

—¿se atasco tu cabello en algún lugar? —con el mismo tono desinteresado, soy yo o su mirada es intimidante.

Debe ser alguien problemático.

—Si, supongo que mi torpeza no tiene límites— digo en tono sarcástico y chistoso a la vez. Si le hubiera dicho qué si a Safia en un instante, no tendría este dolor en mi cuero cabelludo.

—Si para ser una chica tan hermosa eres muy descuidada— benditas palabras las qué dijo, se burla de mi.

Me pone los pelos de punta este chico, no pueden ser más descarado.

—Nos vemos —sonrie, cosa que me perece demasiado. —me llamo Noah —agregó con una sonrisa picarona.

Solo le sonreí amablemente como si fuese otro cliente más, dicen que los hombres pueden confundir la amabilidad de una mujer con algo más qué amabilidad.

Él se fue y yo me quedé en el mostrador pensando en su actitud, no le dije mi nombre... Eso sería muy estúpido.

Llagaron las 5:57pm y ya era hora de irme a mí casa pero adivinen qué, una de mis compañeras se me acercó a pedirme un favor, típico de mi suerte, normalmente todos mis compañeros de trabajo me ignoran igual qué en el colegio.

—Sarahi, por favor, por favor —me estaba insistiendo Scarleth mi compañera de trabajo —será la última vez, ándale por favor~ —una cita con su novio la obliga a dejar de cubrir sus horas laborales, que estupidez.

—No se, ya es tarde.. —voltie la cabeza por qué tendré problemas si llego tarde a mi casa. —Esta bien pero hasta las 8:00pm —renuente acepté; para esa hora todavía circulan algunos autobuses.

—Gracias, ¡te adoro! —tan rápido acepte ayudarla ella rápido se fue, ni modo, solo es hacerle un favor a una amiga.

Pasan las 7:20pm y miro mi teléfono celular, se quedó sin pila, lo último qué chequé fueron unas llamadas perdidas de mi madre.

Esto es malo.

Muerdo mis uñas nerviosa.

La noche está muy tranquila ha sido un día largo, realmente no sé en qué pensar, en cuanto llegué a casa deberé hacer no solo mi tarea si no la de las chicas también.

Se hace más noche, no hay muchos clientes y no se ven señales de Scarleth.

Me comentó que cumpliría 7 meses de noviazgo, es lindo, cualquier chica que quisiese eso estaría feliz, ya saben "eso", la cosa llamada amor.

Yo en cambio me pregunto si en un futuro podré ganar el dinero sificiente para mantener una familia.

Espere hasta las 8:30pm y Scarleth al fin apareció, me fui a los loquers a cambiar mi uniforme, cuando abrí mi loquer para agarrar mis cosas incluyendo la sudadera qué Sofía arruinó, era mi favorita para agregar, ni siquiera era totalmente mia, si no... De mi padre.

Pero para mí sorpresa no estaba.

Me preocupe un poco y empecé a buscarla por alrededor, incluso pregunte a los otros compañeros pero al parecer nadie tomó mi sudadera.

Todos pensaron lo mismo qué yo ¿para qué tomarían una sudadera vieja? es ilógico que alguien la quiera robar.

Supongo qué a de haber quedado en el colegio, realmente no recuerdo haberla traído conmigo al trabajo, seguro quedó en los baños del colegio cuando me fui a lavar.

Salí de la tienda y las luces apenas me dejaban ver algo a lo lejos.

Cuando llegué a la parada de buses al otro lado de la calle había un automóvil negro, parecía qué la persona qué estuviera adentro esperaba a alguien, no sé por qué se quedó ahí hasta las nueve, a esa hora pasa el último autobús.

Me subí y quedé viendo por la ventana aún ese automóvil negro, el cual empezó a avanzar justo detrás del autobús en él qué yo estaba.

Me puse nerviosa, solo quiero llegar a casa.

El autobús se detiene en mi parada y salgo apresurada directo a mi casa, volteó a ver si aún el auto negro va detrás y efectivamente ahí está.

No le tomó mucha importancia y me voy directo a mi casa muy nerviosa.

Voy a dos cuadras para llegar y él automóvil negro aún me sigue, pero de repente gira hacia otra dirección y me siento aliviada, el mundo puede hacerme pasar por muchas preocupaciones sin sentido.

En cuanto llegó a mi casa ya son las 9:20pm, en cuanto entré sabía qué mi madre me esperaba así que respiré profundo y la miré como siempre.

—¡¿Donde estabas?!— me pregunta mientras sostiene una vara de madera, no, no es eso, es un instrumento de tortura para mí.

—Ma-madre, tu-tuve qué cubrir a alguien en el tra-trabajo— le digo nerviosamente solo viendo la vara qué carga en sus manos.

—¡No me vengas con mentiras Sarahi!—

sujeta con fuerza la vara y me pega en la espalda como unas 6 o 7 veces.

Mis lágrimas caen al suelo y empiezo a llorar pero no es un llanto con sonido es un llanto silencio y simplemente me subo corriendo a mí habitación.

—Lo-lo siento mamá— le digo con tanto dolor, pero no por sus golpes si no por su falta de amor hacia su propia hija.

Cierro la puerta con doble llave, sé qué ella seguirá tocando la puerta y queriendo abrirla pero solo me tapo los oídos y la ignoro.

Me pongo a hacer la tarea de las chicas, primero la de Melani de Física, luego hago la de Matemáticas de Rosa, hago la de Dulce de artes lingüísticos, y listo la mitad ya está hecha pienso.

Mi espalda me duele y arde y aún me hace falta hacer la tarea de Sofia, Lizzy y la mia.

Un bostezo se me escapa y empiezo a sentirme la fatiga del día de hoy.

Y sin darme cuenta caigo encima de los cuadernos entrando en un profundo sueño.

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