Capítulo VIII

Me despierto primero que Rayan, hoy iremos a su casa y estoy muy nerviosa no conozco y lo peor es que tengo que fingir que lo amo, en realidad no sé si estoy fingiendo no sé qué me pasa los últimos días cuando estoy con Rayan, me dirijo al baño para darme una ducha larga y sacar todos esos pensamientos extraños de mi cabeza. Cuando salgo del baño Rayan aún sigue dormido, dejo caer mi toalla y me dirijo al vestidor, salgo del vestidor aún desnuda pero está vez traigo la ropa en la mano, me coloco mis bragas negras con bra a juego cuándo estoy por ponerme mi vestido Rayan habla

-Vez como si te vi desnuda. me sobre salto al escuchas su voz

-Rayan maldición cuanto tiempo llevas despierto.

-Mas o menos desde que saliste de la ducha.

-Rayan porque hicistes eso acaso estás loco, eres un morboso acosador o que.

-Nada de eso solo quería ver a mi esposa desnuda.

-Rayan para, que intentas.

-Solo quiero que te enamores de mi.

-¡QUE! definitivamente estás loco.

-Loco por ti Camila, loco por ti.

-Es enserio Rayan me estás hablando enserio.

-Si Camila ahora que iremos a casa quiero que sepas la verdad.

-De que verdad me hablas.

-Siéntate y escucha.

Me siento en la orilla de la cama ya con mi vestido puesto.

-Rayan habla ya.

-Princesa que la verdad es que yo te amo.

Abro mis ojos como platos al escuchar esa palabra.

-De que carajos hablas Rayan.

-Que te amo Camila, mi madre si está enterada de todo ella sabe que esto es un negocio pero a diferencia tuya ella sabe y a sabido siempre que te amo, ahora que iremos a casa quiero que sepas la verdad porque si no lo hago yo lo hará mi madre y prefiero que te enteres de mi propia boca princesa, te amo.

-Rayan no sé qué decir.

-No tienes que decir nada princesa, solo prométeme que vas a intentar enamorarte de mí y que si eso pasa aunque pase el año propuesto no nos vamos a separar.

-Rayan no me hagas prometer eso no sé si pueda cumplirlo.

-Princesa yo voy a lograr que te enamores de mi, solo tienes que prometerme que si te enamoras no nos divorciaremos.

Pienso antes de responder, agachó la cabeza y una lágrima se me escapa.

-Te lo prometo Rayan.

-No llores princesa. Rayan se acerca a mi levanta mi cabeza y me da un corto pero tierno beso.

-Solo prométeme que no voy a sufrir.

-No lo harás princesa.

Yo solo asiento y Rayan se levanta de la cama.

-Me duchare y luego iremos a casa recuerda que hoy es la fiesta donde presentaré a la mujer que amo.

-Esta bien ya voy hacer las maletas.

-No te preocupes las maletas ya están en el avión solo falta recoger un par de cosas.

-Como que avión, Rayan sabes que le temo a las alturas.