Capítulo VII

Cuando Aysén se aleja yo subo a la habitación donde encuentro a mi princesa profundamente dormida y no puedo creer lo hermosa que es, Su hermoso cabello negro hasta los senos, sus curvas definidas, sus hermosos ojos ella es tan perfecta y sé que se va a enamorar de mi, me acerco a Camila para despertarla pues tenemos una reunión en un par de horas, tocó su muslo derecho y lo sacudo con suavidad para despertarla.

-Camí, Camí, vamos despierta.

-Que Rayos.

-Princesa tenemos la reunión en un par de horas.

-Oh si, la reunión, disculpa estaba muy aburrida y me quedé dormida.

-No te preocupes, arreglate para irnos.

-No elegirás el vestido esta vez.

-Enserio Camila.

Ella levanta sus manos en son de paz y se va a la ducha, Dios como puede ser tan hermosa.

Narra Camila

Voy a la ducha y no dejo de pensar en que es lo que trama Rayan no entiendo ya no es un ogro conmigo es todo lo contrario, es muy lindo conmigo y eso me asusta no me puedo olvidar que esto es un negocio, no puedo enamorarme de Rayan el no me ama y cuando acabe este año puedo sufrir, pero siento que ya es demasiado tarde, extraño a Rayan cuando no esta conmigo y cuando estoy con el me siento protegida, maldita sea Rayan que me estás asiendo. Tomo mi ducha y salgo del baño, Rayan está sin camisa y con su pantalón puesto, está hablando por teléfono pero no le doy importancia y me dirijo al vestidor, me coloco un vestido largo color verde aguamarina con un escote en la espalda que llega hasta mi cintura, me dispongo maquillarme y peinarme, me recojo el cabello en un moño alto para que se vea el escote de mi espalda me hago un maquillaje de noche, me coloco un collar que tiene una gema como digen con unos aretes a juego, tomo mi cartera salgo de la habitación y Rayan ya está arreglado lleva su traje negro hecho a medida muy bien organizado pero no sé a puesto la corbata.

-Te ayudo con la corbata.

-No gracias puedo solo.

-Deja el orgullo Rayan, yo te puedo ayudar.

Rayan sonríe y asiente, me cerco y tomo su corbata en mis manos y comienzo a arreglarla.

-Donde aprendiste a atar corbata quedó muy bien.

-Mi padre me enseñó.

Rayan levanta mi mandíbula y me mira directo a los ojos.

-Eres tan hermosa Camila.

Yo solo sonrió como tonta hasta que siento sus labios de Rayan chocar con los míos intento no corresponder pero no lo logro, muevo mis labios al compaz de los suyos y se unen en una perfecta sincronización, Rayan juega con mi lengua y no quiero separarme de el, duramos así unos minutos hasta que nos separamos por falta de aire.

-Que fue eso Rayan.

-Un beso.

-Si, sé que fue un beso pero porque lo hicistes.

-Porque tenia ganas de hacerlos, vamos princesa llegaremos tarde a la reunión.

Yo solo sonrió y asiento.

......................

Voy todo el camino mirando por la ventana recordando el beso que Rayan me dio y no puedo evitar sonreír.

-Llegamos princesa. Rayan baja del auto y me extiende su mano y yo no dudó ni un segundo en tomarla, caminamos hacia la entrada del restaurante y Rayan se detiene en la puerta.

-Princesa no quiere que te sientas incómoda.

-Porque tendría que estarlo.

-Lo que pasa es que nos reuniremos con personas muy importantes, el sitio estará lleno de cámaras y reporteros y tú no estás acostumbrada a eso.

-No te preocupes estaré bien.

-Princesa también quiero que sepas que eres mi esposa y eso nadie lo va a cambiar, aunque sea solo por un año. Rayan dice la última frase en un tono triste.

-Porque me dices eso Rayan.

-Por nada princesa entremos.

Yo asiento y nos disponemos a entrar, llegamos hasta la mesa y estaba un señor como de 50 años y una hermosa joven de mi misma edad.

-Buenas noches. Dice Rayan.

-Buenas noches. Contestan al unísono.

La mujer se levanta y me entiende su mano.

-Mucho gusto, Aysén.

-Mucho gusto, Camila. le respondo tomando su mano.

-El es mi padre Erdogan.

-Mucho gusto señor. Erdogan toma mi mano y la lleva directo a su boca para darle un beso.

-El gusto es todo mío preciosa.

Me siento un poco incómoda y miro a Rayan y este se encuentra con el ceño fruncido, al parecer no le agradó mucho el gesto de el señor Erdogan, tomamos asiento y nos disponemos a hablar de negocios y me pareció que el negocio planteado por la familia Yilmar muy bueno y a Rayan igual por lo tanto decidimos aceptarlo. Nos despedimos y volvimos al hotel.

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