Sorpresas

Marquesa Aurora: "¡Cariño! No vas a poner en peligro a nuestra pequeña, ella recibirá clases de etiqueta dentro de un mes, la tutora se encargará de hacerla una correcta señorita"

Leila: "Pero yo quiero aprender igual que mis hermanos"

Marquesa Aurora: "Es muy peligroso para ti...*suspirar*...quiero que crezcas como toda una señorita y puedas asistir conmigo a los eventos sociales"

Leonard: "Si hermanita, debes ser una damita no un mono en una jungla" [suelta una carcajada]

Andreu: "Leo cálmate, madre ¿no crees que sería beneficioso para Leo aprender al menos cómo defenderse? En caso de que estuviera en peligro esto la ayudaría"

Marquesa Aurora: "No digas eso ni en broma...hablemos de eso luego, ahora no es el momento"

Marques Logan: " Bien hablemos de eso en otro momento, por ahora centrémonos en estar saludables"

Al otro día, en el campo de entrenamiento...

Leila: "¿Hermano me puedes enseñar a blandir la espada? Por favor"

Andreu: " No, te podrías lastimar aún eres muy pequeña quizá cuando seas más grande te enseñe"

Leonard: "Anda juega por ahí, si nuestra madre te ve por aquí nos va a dar un buen sermón igual o peor que ayer" [extiende su mano y acaricia la cabeza de Leila] "Leí anda a jugar no te preocupes, tus hermanos siempre estarán ahí para cuidarte"

Dicho esto Leila se fue del campo de entrenamiento o eso era lo que sus hermanos pensaban, en realidad ella se quedó observando la práctica a escondidas cerca de una caceta; si bien los caballeros que se encontraban entrenando se percataron de esto, no hicieron nada para detenerla, solo seguían entrenando como de costumbre. Los días fueron pasando y Leila seguía yendo al campo para ver el entrenamiento, solo que esta vez había algo nuevo, eso era el nuevo ingreso de aprendices a caballeros.

Leila quería aprender a manejar una espada, pero no podía por su madre que le decía como debía comportarse, a ella no le agradaba esa idea, se sentía reprimida, pero aún así no estaba desobedeciendo a su madre, solo iba a ver a los caballeros entrenar.

Jefe de caballeros (Siam Oval) : "Señorita ¿no le gustaría entrenar la primera fase en vez de solo sentarse a espiar?"

Leila: "Hiiick...lo siento no quería molestarlos"

Jefe de caballeros Siam: "No es ninguna molestia, además su padre ya nos dio permiso para que pueda entrenar con nosotros"

El rostro de Leila se iluminó ante la noticia; agradeció al jefe de caballeros y se marchó inmediatamente, pasó corriendo por el jardín hacia el interior de la casa, subió las escaleras rápidamente y llegó a su habitación en donde se cambió de ropa por un atuendo más apropiado y cómodo para practicar. Cuando estuvo lista fue nuevamente al campo donde la estaban esperando para comenzar la práctica; la incorporaron a las tropas y el primer entrenamiento comenzó oficialmente para Leila.

Jefe de caballeros: "¡Todos atentos! Vamos con el calentamiento previo, den 20 vueltas al campo ¡vayan ahora!"

Para sorpresa de todos y de la misma Leila, se adaptaba bien al entrenamiento, incluso se podría decir que ella había nacido para esto.

Pasaron los años y Leila estaba por cumplir 8 años, se planeaban hacer una fiesta de té para que conociera a más niñas de su edad, pero todo se consultó con Leila previamente ya que no querían incomodarla; en estos años muchas cosas habían pasado, su madre estaba cada vez más consiente de que no debía controlar la vida de su hija, su padre pasaba un poco más de tiempo con su familia a comparación de antes, sus hermanos crecieron se podría decir que crecieron y llegó un nuevo hermanito.

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