MI SER LE PERTENECE

SEBASTIÁN

Esta viviendo el momento que tanto esperé, al verla con esa lencería, me excitaba mucho más esas piernas me incitan al placer, se puede ver lo mojada que está, mis dedos recorren aquel lugar prohibido que me inspira a pecar pruebo sus jugos son tan dulces qué poco a poco le quitó esas pantis de encaje, para saborear el dulce que ofrece la flor de su cuerpo ella se encuentra tan sencible que con solo un toque su cuerpo tiembla, llevo mi boca a la suya, quitó mis boxer y tomo un condón de la mesa de noche, se que es su primera vez, así que abro sus piernas ella inconsciente levanta sus caderas buscando mi cuerpo nos fundimos en un gran beso que es el preámbulo a nuestra unión, trato de ser gentil comienzo con una embestida suave, ella está tan apretada, se puede ver el nerviosismo en su mirada, que a la vez está llena de lujuria y pasión, sus ojos chocan con los míos, logro ver su cara está llena de dolor, trato de ser lo más gentil posible cuando veo que el dolor ha desaparecido mis embestidas se vuelven más fuertes, más intensas ella logra llegar al orgasmo y a pocos minutos llegó yo, caemos agotados que no me doy cuenta que me quedé dormido. Cuando despierto ella ya no está, tenía muchas ganas que ella durmiera conmigo, quizá se fue por no preocupar a su abuela.

NATALIA

No podía creer lo que había hecho, yo que jure que jamás me enamoraría, ya estaba enamorada hasta los huesos, salí de la habitación sin que el se diera cuenta no quería preocupar a mi abuela además ella tenía muchas ideas conservadoras, si se enterará de lo que acababa de pasar, no lo tomaría nada bien y después de lo que pasó con mi mamá menos. Entre de puntillas a mi habitación por suerte mi abuela estaba dormida, me volví a duchar mis piernas estaban manchadas de sangre y fluidos, solo de recordar lo que pasó mi cuerpo se estremeció, pero que pasaría mañana el me amaría o ya que había cumplido su capricho seguiría conmigo, quizá fue el cansancio que muy pronto me quedé dormida.

Ya por la mañana el me estaba esperando como siempre apenas salimos de mi departamento comenzó a besarme.

--- Juro que si no tuviera esa reunión importante, otra vez te haría el amor. --- dijo.

Yo tenía muchas ganas de volver a estar con el, jamás me había sentido tan viva, solo de recordar su cuerpo tan perfecto, ya en el departamento las caricias y besos se intensifican, no me importa nada solo somos el y yo, y el mundo no nos importa, sus ojos hacen que me transporte o otro mundo, me llevan al mismo cielo, toda la semana hicimos el amor, y yo regresaba a mi departamento con mi abuela, se que estaba traicionado mis principios, pero mi deseo era mucho más fuerte, jamás pensé entregarme de está manera no solo era el cuerpo si no también el alma, todo mi ser le pertenece.

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