capítulo 4- pedido

Dio un par de pasos para ir hacia ella, quizás si esta ahí es porque igual que él, recuerda todo y a venido a ver que lo este haciendo bien, después de todo, si cambia su futuro, el de ella también cambiará y no tendrá que estar encerrada por asesinar a esa gente inocente, realmente no sabe como es que la bruja de las sombras, terminó causando esa clase de problemas.

- Ra- Raven...

La chica volteó mirando al rubio sorprendida.

- ¿quien eres? ¿Como sabes mi nombre?

- ¿t-tú no recuerdas? ¿No estás aquí para verme?

La chica deja salir un carcajada por las preguntas, ese chico debe creerse todo un galán como para creer que una chica vendría a verlo exclusivamente.

- no tengo porque venir a verle, nisiquiera se quien seas.

- lo siento...¿pero porque estás aquí?

Realmente no parece saber nada, significa que es el único que recuerda todo.

- solo fui traída hasta acá por una amiga. Ella quiere conocer al príncipe, piensa que él se va enamorar de ella. Que tonta.

- bueno...podría suceder.

- espero que no, hasta donde se, el príncipe solo es un idiota.

- ey! Tú...

Dicho esto y sin la intención de seguir hablando con el chico, se da la vuelta para salir de ahí, aunque el rubio la sigue de lejos, aun quiere comprobar que esta pasando.

- deja de seguirme, si tienes algo que decir dilo.

La chica se detuvo y voltea de nuevo hacía Aiden.

- lo siento, es solo que, siento que te conozco, es todo.

- lo dudo, es la primera vez que vengo.

Raven sigue de nuevo su camino, Aiden la iba a seguir pero Miller llega buscándolo, pues ya era hora de que el emperador haga el anuncio, oficialmente sería nombrado príncipe heredero. Aiden menciona que irá en un momento, pero pierde a la chica de vista, así que regresa de inmediato con Miller.

En el salón del trono, el emperador ya esta hablando y cuando Aiden sube, le llama a su lado, mientras da un leve discurso, finalmente.

- desde hoy, yo, el emperador George Barnett, nombro oficialmente a mi primogénito, Aiden Barnett como mi futuro sucesor.

- gracias padre, a todos, prometo que haré todo lo posible para poder ser un buen emperador en el futuro.

Todos aplauden y pasan a felicitar a Aiden, también saludan al emperador y a la emperatriz.

- también como ya es mayor de edad, espero hayan suficientes candidatas para su futura esposa, como ya saben, toda joven noble en edad de casarse, es bienvenida como candidata.

Para el Barón Rose, esta es una buena oportunidad, su hija destaca por su belleza, es probable que ella pueda ser elegida. Aiden siguió hablando con los nobles, quienes no dudaban en presentar a sus hijas, hasta que el Barón Rose tuvo la oportunidad de hablar con el príncipe, pero cuando le saluda y quiere entablar una plática con él, Aiden solo se dirige a otro lado, ha visto nuevamente a Raven hablando con una chica, supone es la amiga que menciono; cuando esta chica le ve, sonríe emocionada y le saluda.

- alteza, me llamo Vivian Brooke, es un gusto conocerlo.

- mucho gusto señorita. Si no le molesta, me gustaría, llevarme un momento a su acompañante.

La chica se extraña y voltea hacía Raven, quien solo se enconge de hombros ante la petición del príncipe.

- n-no se preocupe, adelante.

- no creo tener que hablar nada con su alteza, creo que debería invitar a mi amiga a bailar.

- ¿eeehh? R-Raven! No le digas eso, disculpela alteza, no esta acostumbrada a este tipo de eventos.

- no se preocupe. Señorita Raven, acompañame por favor. Hablemos en un lugar más privado.

Raven mira a su amiga y esta asiente, no sería muy cortes rechazar la invitación del príncipe heredero; Raven deja salir un leve suspiro y acepta. Aiden le ofrece el brazo para guiarla hasta un balcón vacío, incluso cierra las ventanas para evitar que alguien les moleste.

- así que eras el príncipe. No me retracto al decir que eres un tonto.

- no espero una disculpa suya.

Después de todo, en el futuro, ella siempre fue así, sincera con sus expresiones, eso siempre fue algo que le agrado, pues no se reprimía al decirle sus verdades aunque fuese el emperador.

- seré breve. Señorita Raven, quiero que usted actúe como mi prometida.

Raven le mira extrañada por tal petición, no entiende porque el príncipe le pide algo así.

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