Capítulo 4

Mi móvil comienza a sonar lo miro viendo una llamada entrante de mi madre la cuelgo, recibo un mensaje de mi amiga, no tengo ni idea de donde estoy yendo no conozco nada.

Mensaje de Gordi: 😘

Tengo muchas ganas de darte un abrazo, si puedes quedar ahora

Mensaje de Selene:

Perfecto te mando ubicación porque no sé dónde estoy, necesito hablar con alguien.

La mando la ubicación, espero sentada en un banco de un parque, había algunos niños jugando en los toboganes, observo los gestos de su madre, me despisto cuando noto un abrazo por detrás mía encontrándome con mi amiga.

- ¡Gordi! - grita como una loca abrazándome pegando saltos.

- Dios que bueno volver a verte – la abrazo acariciando su espalda.

- ¿Qué paso? Te noto tensa – suspiro separándome de ella.

- Damos una vuelta y te voy contando ¿Sí? - me agarra de mi brazo juntándolo con el suyo.

- Te acuerdas que te conté que mi madre llevaba un tiempo saliendo con un hombre – comenzamos a caminar saliendo del pequeño parque.

- Si, que bueno que tu madre empiece a retomar su vida – al ver la cara que pongo cuando lagrimas empiezan a deslizar por mi mejilla borra la sonrisa de su cara.

- Me estas asustando, ¿Qué paso? - me quito rápido las lágrimas intentando sonreír, pero no me sale.

- Mi madre no me conto que su pareja tiene un hijo – mi amiga ríe un poco y al ver que voy enserio para.

- ¿Un hijo? ¿Pequeño? - niego.

- No, acaba de salir de la cárcel y todo tu imagínate además que fuimos a por el hoy porque salió hace unas cuantas horas – se para en seco mirándome como si le estuviera contando una trola.

- Espera, espera ¿Cómo que cárcel?

- Según mi madre y su pareja el no hizo nada es inocente, pero vamos que si le vieras dirías de todo menos inocente

- ¿Está bueno? - la golpeo su brazo riendo las dos, la amaba por eso y muchas cosas más cuando estaba mal me quitaba las penas.

- Es mi hermanastro no caites, ¿Verdad? - abre la boca formando una 0 con su boca dándome un golpe en el brazo para después tapar con su mano su boca.

- Hay dios es verdad, tienes un hermano – ruedo los ojos.

- Hermanastro – la corrijo.

- Que fuerte, aunque no lo parezca es un palo llegar hoy mismo y que te digan que tienes un hermanastro y además que salió de la cárcel es difícil de dirigir en tan pocas horas – la aplaudo porque dijo tal cual lo que pensaba.

- Tal cual, pensamos igual somos hermanas, aunque no de sangre – nos abrazamos y seguimos caminando pasando por una tienda donde había un grupo de gente.

- ¿Oye como que llegaste tan rápido? - la pregunto al darme cuenta que llego demasiado rápido.

- Estaba cerca, mira este es mi grupo de amigos ven te los presento - señala con su dedo el grupo de gente que había.

Nos acercamos al grupo mi amiga los saluda, ellos me miran y comienzan a presentarse.

- Hola me llamo Brayan, ¿Tu eres Selene? ¿no? - el chico me da la mano para después darnos de besos en la mejilla, me saca dos cabezas tiene tatuajes, su pelo es liso rubio, no está mal es guapo le sonrió.

- Si encantada – hago un gesto de como sabe mi nombre, mi amiga me mira señalándose a sí misma.

- Me ha hablado sobre ti, pero te puedes quedar tranquila que me conto cosas buenas de ti – reímos los dos.

- Un placer – le digo, saludo a los demás que se presentan muy animados rápido me siento bien como si los conociera de más tiempo.

Nos sentamos todos hablando unos con otros y así hasta que Brayan se sienta a un lado mío.

- ¿Así que eres nueva aquí? - intenta comenzar una conversación.

- Si hoy mismo me mude

- Con lo duro que son las mudanzas como que estas por aquí - suspiro y me giro para poder verle mejor.

- Tuve una pequeña “discusión” con mi madre, bueno discusión si se podría llamar así – hago comillas cuando digo discusión.

- ¿Y eso?

- Me entere que tengo un hermanastro – hace un gesto de que esta sorprendido.

- Valla eso no me lo esperaba, bueno con nosotros siempre te lo pasaras bien – mi amiga me da en el muslo para llamar mi atención.

- Vamos a la casa de este, ¿te vienes? - señala a uno de los chicos, asiento.

Me ayuda a levantarme Brayan cosa que le agradezco, vamos andando porque dice que no está muy lejos.

- Mira Selene nuestra canción preferida – grita mi amiga cuando del altavoz de uno de los chicos se escucha.

- Es verdad – grito acercándome a ella y bailando nuestros pasos sin importarnos que nos mirasen, reímos como locas sin poder evitarlo al saber que a ninguna de las dos se nos olvidó el baile.

- ¿A que es guapo? - pasa su brazo por encima de mis hombros.

- ¿Quién? - la digo al no entender a quien se refiere.

- Brayan tonta, no para de mirarte creo que le gustaste – me rio de ella apartándola de mi tocando su frente cariñosamente.

- Esta loca, no me meto yo en una relación ahora ni, aunque me paguen – no más relaciones después de la última que tuve el hijo de puta me puso los cuernos con una amiga de mi otra ciudad donde vivía.

- Tienes que olvidarle – voy a contestarla cuando siento los brazos y veo que es Brayan que los coloca en mis hombros.

- ¿A quién hay que olvidar? - me toco el pelo intentando disimilar mirando a mi amiga.

- A nadie – le sonrió, me sorprende la confianza de él, pero no me molesta.

Caminamos unos cuantos minutos más hasta llegar a la casa, Brayan no se ha separado de mi ni un segundo me cae genial, es muy educado, y sobre todo cariñoso se me hace un poco raro porque en mi otra ciudad los chicos son más brutos a la hora de hablar y para nada muestran cariño.

- Le gustaste, te lo dije – mi amiga me habla cuando nos sentamos en un sofá de la casa.

- Cállate Maica – la digo llamándola por su nombre para que sepa que no me gusta.

- Líate con el si te mola a ti también – la doy en tono juego, ella igual que siempre.

- ¿Quieres algo de beber? - me dice Brayan que va hacia la cocina.

- Si una Coca – Cola si la hay – miro a mi amiga que tiene una sonrisa de lado y levanta sus cejas.

- Eres más boba – bufo con una sonrisa, nunca cambiara.

- Hay dios es buenísimo – me agarro mi tripa por la carcajada que me está empezando a doler.

- Desde ese día no quise más – me quito las lágrimas que salieron, Mateo el amigo de Maica contaba la primera vez que probo la Marihuana lo que sintió, debo de confesar que después de beber mi Coca – Cola, bebí cerveza y se me subió rápido.

Mi móvil comienza a sonar, lo saco del bolsillo de atrás de mi pantalón vaquero, un numero desconocido se ve en la pantalla decido rechazarla y no contestarla.

Pasa como dos minutos y comienza a sonar de nuevo sin parar, cuelgo varias veces más, pero me vuelve a llamar decido levantarme frustrada.

- ¿Quién te llama tanto? - Maica me agarra de la mano.

- No lo sé es un numero desconocido, voy a cogerlo – el móvil sigue sonando sin parar me disculpo con los demás y voy al baño.

Miro de nuevo la pantalla, ¿Quién será?

Doy al símbolo verde para después ponerlo en mi oreja.

- ¿Sí? ¿Quién? - escucho ruido de fondo.

- ¿Dónde cojones estas? - aparto el móvil de mi oreja mirando la pantalla, sea quien sea ¿Quién coño se cree para hablarme así?

- ¿Perdona? ¿Quién eres tú para hablarme de esa manera?

- Soy Jason – mi respiración se detiene por unos momentos.

¿Cómo consiguió mi número de teléfono?

Maica

Brayan