Pidiendo ayuda

Zoe hizo guardia en el edificio del reportero, de esta manera no podía rechazarla una vez más, temprano había ido a ver a Matthew que no sólo se veía triste también su aspecto físico era lamentable.

En cuanto lo vio se le hizo un nudo en la garganta, sintió como si le faltará la respiración pero se forzó a poner buena cara.

-Hola - Zoe le dio una sonrisa pero realmente quería llorar al ver a su hermano en ese estado, aún no les daban buenas noticias así que tampoco ella podía decirle gran cosa.

-Hola, quita esa cara, yo soy el enjaulado - Matthew le dio su mejor sonrisa que podía darle.

Zoe no pudo más y se rompió, sus lágrimas fluían como un río, trataba de ser fuerte pero no podía lograrlo.

Desviaba la mirada, no quería ver a su hermano en ese estado, le dolía tanto y se sentía tan furiosa, cómo era posible que la justicia fuera tan ciega y esos malditos detectives tan tontos.

-¿Te han alimentado?

-Eso es incomible, pero no la he pasado tan mal, solo no me he podido duchar y hago mis necesidades en el mismo lugar donde como, pero creo que no esta tan mal.

-¿Cómo que no esta tan mal?, es obvio que estos malditos detectives quieren ponerte el pie para que te quiebres y digas cosas de las que luego te arrepentirás.

-No lo haré, yo aguantaré hasta que tu puedas sacarme de aquí.

-Te prometo que lo haré, te sacaré así tenga que romper la ley, saldrás, te lo prometo.

El tiempo de la visita terminó y Zoe salió de ahí con el corazón roto.

Llamó al abogado, al hablar con él se sintió aún peor y no había mucho desde la última vez, los detectives y el fiscal no habían hecho fácil su trabajo, ponían obstáculos a cada paso.

Zoe se fue a la dirección que había hurtado del sistema de la policía, su Harley era muy evidente así que la dejó en la comisaría 10 y tomó un taxi, para su fortuna había una cafetería en la misma calle así que podía estar ahí hasta que encontrará a su objetivo.

La mesera ya la miraba raro después de tres horas de solo servirle café, estaba a punto de pedirle que se retirará, pues el café solo tenía costo la primera vez que se servía.

Pero antes de que le pudiera decir algo Zoe dejó un billete de 50 dólares en la mesa y se apresuró a salir.

La mesera dibujo una enorme sonrisa en su rostro, el café tenía el costo de solo 3 dólares, así que el resto era su propina.

Cuando llegó a la puerta del edificio el hombre acababa de llegar, detrás de él iba un joven cargando una cámara y un tripie.

-Hola, soy Zoe Collins le he estado llamando por teléfono.

-No sé quién eres y tampoco me importa, así que quítate de mi camino - Dijo el hombre de aspecto descuidado, el cual dio un empujón a Zoe para poder entrar al edificio.

Zoe lo perseguía, el hombre tomó el ascensor y rápidamente presionó el botón para que las puertas de cerrarán.

Ella solo vio el número del piso donde se detuvo el ascensor, después se apresuró a subir por las escaleras, cuando llegó el ascensor ya estaba de regreso a la planta baja, solo alcanzó a escuchar que una puerta se cerraba.

Solo había 3 departamentos en ese piso, y el sonido vino del fondo, se apresuró y comenzó a tocar fuertemente la puerta, un lindo chico de cabello negro y ojos azules con rostro preocupado abrió la puerta.

Se escucho la voz de un hombre que lo llamaba a gritos

-Maldita sea Charly, ¿quién es?

- La señorita de abajo - contestó.

-Dile a esa perra que se largue, tenemos trabajo que hacer.

-Si, si señor.

Zoe escucho que el tipo de adentro de nombre Tiryon le ordenaba al chico correrla del lugar, ella no dudo ni un segundo y apartó al chico de la puerta y entró.

El hombre seguía llamando a Charly a gritos.

-Charly, maldita sea, ¡¿qué diablos haces?!, tengo cosas que hacer y hay que mandar esta estúpida nota ahora mismo.

-Y-ya voy.

Pero antes de que llegara a la pequeña oficina donde se veía montones de documentos apilados se escucho el golpe de un vaso contra la pared.

-¡¿Quién te permitió entrar maldita perra?!

-Solo quiero hablar contigo unos minutos. Por favor, escuchame.

-No me importa que quieras.

- Solo dame unos minutos. - Dijo Zoe más como una súplica.

El joven entró a la habitación a toda prisa.

- Cálmate Tiryon, solo escucha tal vez sea algo importante.

- ¡Tú callate Charly!

-S-señor, ya le dije que mi nombre es Charles, no Charly, y solo le digo que la escuche, no que hable con ella.

-...Esta bien, solo por ti pequeñito.

-Bien, dime ¿qué mierda quieres conmigo?

-Yo soy Zoe Collins, hermana de Matthew Collins.

-Ah, el que asesino a su esposa.

-¡No!, no diga eso, él no asesino a Mary, él es buena persona y seria incapaz de lastimar a alguien, menos a la mujer que amaba.

-¿Y a mi qué me importa si es bueno o malo?

-Usted es el que sigue más notas rojas de la ciudad, necesito ayuda para encontrar al verdadero asesino y liberen a mi hermano.

-No te puedo ayudar, tengo demasiado trabajo y eso no es de mi incumbencia.

-Pero lo que sí le importará es que el detective que arresto a mi hermano y la fiscalia estan colocando obstáculos para que sepa la verdad, solo están usando a Matthew como chivo expiatorio.

-Eso es más interesante, pero necesito pruebas, no solo tú palabra. Sabes que ridículo me escucharé al decir eso "lo dijo una chica loca que entró a mi casa a la fuerza, me dijo que su hermanito es chivo espiatorio de la fiscalia"

-No, por eso necesito su ayuda, no he podido tener acceso a la información.

-Pues yo no soy policía ni nada por el estilo, ¿cómo podría darte información?, todo lo que sé está en cada nota. Si es todo vete y dejame trabajar. ¡Charly, saca a esta loca!

Zoe camino triste a la puerta, Charly estaba a su lado, vio su cara desolada y le pasó una nota.

Zoe salió sin decir nada, en el elevador abrió la nota.

"Soy Charles, te veo en la cafetería de

abajo en 15 minutos"

Se dibujo una sonrisa en su rostro y camino directo a la misma cafetería, la misma mesera la vio llegar y pensó que había ido por su cambio así que se apresuró a atenderla.

-Hola, dejaste tu cambio enseguida te lo doy, por favor no le digas al jefe.

-No sé de qué hablas, solo traeme un café americano, por favor.

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