La Divina Bella

Isabella se fue directo a buscar a Barton para después irse a casa, tenía un plan que trazar.

-Lord Barton…

-Querida, que bueno que te encuentro, me habéis prometido un baile y la siguiente pieza es mi favorita.

-Claro mi lord.

Era una pieza muy sencilla, lo cierto es que Barton jamás había aprendido a Bailar hasta que entreno a Isabella, había sido un trueque, Isabella aprendería de Moda y charlatanerías que a la mayoría de las mujeres le gustaban, y Barton aprendería a bailar… lo cierto fue que después de mucho esfuerzo aprendió a bailar y la primera pieza que bailo sin ningún problema era esa.

-¿Que hará el día de mañana querida?

-Tengo que ir con la modista y ordenar otro guardarropa nuevo

-Bien, después de que hagas tus actividades, le espero para tomar el té, no me ha ido a visitar y empiezo a sentirme querida.

-Lo siento de verdad, tiene razón he sido descuidada con respecto a usted, mañana a la hora del té entonces, y quizá vayamos a teatro, hay una obra que esta espectacular, o es lo que dicen.

Ese tipo de conversación tan light servía de telón para acordar una visita, y Isabella sabía que al propiciar este tipo de pláticas le daba una percepción de materialista, no por nada se había ganado el sobre nombre de la “Divina Bella”, dado que haber rechazado más de media docena de pretendientes, en el círculo de hombres se había regado el rumor de que nadie era suficiente para ella…

-Bueno mi lord me despido, nos vemos mañana

-Cuídate querida, dele mis saludos a la Sra. Carmen.

Aun eran las 11 pm por lo que tenía que inventarse algo sin embargo carecía de paciencia esa noche por lo que decidió irse sin avisar, pero la vida siempre le gastaba bromas, Lady Penélope le salió al tajo en el pasillo-

-Te vas ahora Isabella? 

-Lo siento querida, pero tengo un asunto que atender… dijo lo más amable que pudo

-Pero querida!! ¿Cómo es eso??! ¿ Qué acaso no te piensas a quedar a mi festejo? , la cena… 

-Peni… -dijo Isabella en tono de impaciencia.

-Bueno te dejare daré ir sí me dices que piensas de mi prometido y de la fiesta??

-Penélope que es lo que quieres?? No tengo tiempo para hablar de tonterías y de tu acomplejado prometido 

Penélope se puso roja de la furia que sentía –Lo que pasa es que tienes envidia de que yo tengo alguien que me quiera y tu estas sola como un perro!-dijo desdeñosamente

.Isabella miro por encima de ella sagaz mente y al notar que el pasillo estaba solo, respondió tajantemente:

-Ja! Si claro querida sobretodo eso, bien sabes que le pusiste una trampa a ese pobre de Bacon, el día de la fiesta de máscaras en casa del marques Ferdillan, y la condesa lady Francesca de Aragón junto con tu madrina lady Pamela Charleston te vieron con él en la biblioteca del ala sur. 

-Co Como sabes eso… dijo con un hilo de voz…

-Lo curioso es que después de hacerte la intelectual sobre historia y artes, fingiste ser la incomprendida social para que Bacon te consolara,  solo se abrazaron en el momento justo de cuando las dos distinguidas damas llegaron… fuiste mala con ese pobre lo planeaste tan bien que ni él se lo imagina, te cree tan buena… en realidad ya no estoy tan segura de ello, pero bueno querida ese es problema tuyo…

-Tu! Mientes! Ni siquiera estabas ahí!!

-Tienes razón querida, no asistí a ese evento, ¿qué como lo sé? Se te olvida querida que el dinero lo compra todo, tranquila no diré nada a nadie siempre y cuando te mantengas alejada de mi… estamos?!

Sin más paso de lado de Penélope dejándola en el corredor sola.

Isabella pidió su carruaje y le mandó avisar a Carmela que ya debían irse.

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