Capítulo 15.

Maxi

No entiendo porque mi gata, está así. No entiendo qué le sucede. Al igual que mi madre y Remi, yo también estoy confundido, se apoya en mi pecho a llorar más fuerte, mientras mi hermosa madre frunce el ceño, y mi hermano menor se burla. ¡Maldito bastardo!.

— Gata, que te pasa. ¿Porque estas así? — Murmuró con impaciencia, soy malo para dar consuelo y ella me la pone difícil. Sólo me llega a la mente aquella noche cuando lloraba en la oscura habitación—. Estoy aquí.

Levantó la cabeza y seco sus lágrimas con el dorso de su mano, se incorporó quedando de pie, camino un poco por la habitación del barco y, se detuvo frente a un cuadro de la isla, que tengo colgado.

— Me gusta el mar... cuando era niña mis padres me decían que era una sirena, me escabullía a como diera lugar, para irme a la playa, ya que nuestra casa quedaba cerca a ella— Dijo acariciando el cuadro con la yema de sus dedos, Remi se sentó a mi lado y mi madre puso una cara mucho más sería—. Ellos fallecieron hace muchos años, quedé solamente con mi...

Su voz se apagó, y negando con la cabeza, se giró. Su rostro sólo reflejó aquella tristeza y ese asco que ya he visto. Esa expresión no la he podido sacar de mi cabeza, pasó una mano para su rostro y sonrió amargamente.

— Con mi tío, su esposa y su pequeño hijo — Se forzó a decir—. Según decían ser mi familia, a los doce años me sacaron de aquella casa, como si no fuera nada, como si no tuviese ningún valor... Y, solo por decir una verdad. La vida es una ironía, ¿No les parece?.

Nos miró a cada uno, que no fuimos capaces de decir una palabra; nosotros, que nadie nos calla, pero su reflejo sólo era uno opaco. Era imposible no sentir esa tristeza y rabia que estaba transmitiendo. Sus ojos negros se detuvieron en mi. Y con una sonrisa vacía, prosiguió:

— ¿Saben que sucede cuando una niña es dejada a su merced, que con el pasar del tiempo, su mismo infierno se repite en un laberinto sin salida?. — Mi madre se levantó del sillón para caminar hacia ella, la tomo de las manos, Y, Dina dejó escapar una lágrima, la cuál limpió mi madre—. Mi tío; me perjudicó, me daño, me destrozó la vida. Arruinó ese camino el cual no era mi destino...

— No digas más, preciosa. Te entiendo perfectamente — Dijo mi madre. Al igual que Remi, quedé confundido cuando ella la abrazó y lloraron. No es normal ver a mi madre llorar por algo, ella es una mujer fuerte, con un corazón de acero, siempre neutra ante todo.

— No, es momento de decir esto que llevo guardado por años, y que Maxi debe saber. Al fin de cuentas ahora soy su esposa — Inquirió mi gata, separándose de los brazos de mi madre—. Ese asqueroso que desgraciadamente es mi tío, intentó abusar de mi... Una noche llegó borracho, estaba sola en casa, esperando que su esposa trajera algo de comer. Y en su lugar llegó él, muy diferente, con una mirada que jamás había visto en sus ojos.

— No sigas...

— Si, me lastimó, pero un ángel me ayudó y me protegió de ese ser tan repulsivo, Esteban era menor que yo, y golpeó a su propio padre cuando este estaba a punto...

— ¡Qué te calles, maldita sea! — Grito mi madre, Dina la miró a los ojos. Me levanté de la cama y camine hacia ellas. Mi madre; lloraba en silencio, sus lágrimas no dejaban de caer—. No... No tienes que seguir con eso, es parte de tus recuerdos...

— Que pasa mamá — Me acerqué a ella, y sus ojos grises se detuvieron en los míos. Se limpió bruscamente las lágrimas y negó con una sonrisa irónica.

— Fuera de aquí ustedes dos, hablaré con esta preciosa chica — Ordenó un poco más calmada, suspire con pesadez y me centre en Dina, quien tenía la mirada esquiva de la mía.

— Gata... — Levantó su cabeza y sus ojos chocaron con los míos, me acerqué a sus labios y deje un beso fugaz en los suyos—. Aquí estoy, siempre estaré. Ahora eres mi esposa, eres mía.

Deje otro pequeño beso, me separe y asintió con la cabeza, me acerqué a mi madre y deje un beso en su frente para salir de aquella habitación con Remi, que estaba sumido en sus pensamientos. Él que es tan hablador, estaba al igual de sorprendido e impactado que yo.

Caminamos por el pasillo en silencio, hasta que llegamos a la cabina, me quedé contemplando el mar, como el viento hacía chocar las olas violentamente contra el barco.

Mi hermosa gata ha tenido una vida difícil. Puede que sea un desgraciado, pero eso no quiere decir que no me importe lo que le pasó a ella. Nuestra vida fue llena de lujos, nunca nos faltó nada. Mucho menos la presencia de nuestros padres. Ella, perdió los suyos y creyó que ese hijo de puta, le iba a dar ese amor que nadie es capaz de remplazar.

La daño, la rompió; como ella mismo lo a dicho. Le destrozó la vida, y desde ahí no la a tenido fácil. Apretó los puños con fuerza, siento como las venas empiezan a brotar, toda mi sangre arde y lo único que puede hacer que me calme, es sacar toda esta rabia que me está consumiendo. Soy poco paciente en estas situaciones, y no sólo iré hacer negocios en esa isla. En ese lugar, la sangre correrá, como si fuera la corriente del mar.

Mis amores, lamentó no subir más pero he estado algo mal, y no me siento capaz de escribir. Gracias por la paciencia y lamentó no cumplir con más capítulos, pero me gusta que queden bien, a escribir por escribir. Les mando un fuerte abrazo y que Dios los bendiga. Los quiero.

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