Poco antes de salir de su trabajo recibió una llamada de un número desconocido.
-Diga
-Hola Miranda soy Alexis, ¿te gustaría tomar un café conmigo?
-Hola Alexis, no esperaba que me llamaras tan rápido, tengo que recoger a mis pequeños en el colegio, lo dejamos para otro momento.
-Claro, está bien -Alexis se escuchaba desanimado, pero no insistió.
Miranda lo pensó un poco más y pensó que podía hacer una excepción y llamo a su hermano para que recogiera a los niños.
Le regreso la llamada a Alexis
-Hey, hola
-¿Miranda?
-Sí, soy yo, he arreglado para que mi hermano recoja a los niños
-¡Oh! perfecto, entonces dime dónde trabajas y voy por ti
-Trabajo en el Hospital central, en el área de cirugía, pero puedes buscarme en la entrada del hospital en 20 minutos.
-Claro ahí te veo
Miranda dejo su oficina en orden, arreglo algunos archivos, 5 minutos antes de la hora acordada retoco su labial y bajo las escaleras, desde adentro por los grandes ventanales de cristal pudo ver a un tierno joven que llevaba algo en las manos.
Miranda tenía una sensación de calidez y emoción como cuando era un poco más joven, recordó cuántas veces Alexis la esperaba para dar un paseo, o solamente sentarse en una banca de la universidad a charlar.
Esas buenas memorias regresaron, Miranda dejo de tratar a sus amigos cuando comenzó su relación con Eduardo.
Ella aún cursaba el último año de universidad, solo iba a clase un día a la semana, el resto de los días estaba como residente, un amigo de su padre encontró la oportunidad para que Miranda pudiera hacer la residencia antes de terminada la universidad.
Cuando tenía 6 meses de estar en esa situación un poco irregular fue cuando conoció a Eduardo, más bien fue cuando el se acercó a ella.
Cuando salió del hospital Alexis la noto de inmediato.
Él llevaba un café caliente para Miranda y otro para él.
-Hola
-Hola
-Que te gustaría hacer no dispongo de mucho tiempo, una hora tal vez.
-No te sientas presionada, podemos solo caminar, como antes lo hacíamos.
-Me parece muy bien, ya es otoño, las hojas de los árboles caen.
-Lo sé, cada otoño recuerdo cuanto te gustan las hojas de color marrón, al verlas pienso en ti.
Alexis hablaba de forma tan normal, como si el tiempo entre ellos no hubiera pasado.
Eso reconfortó a Miranda, hay personas y amistades que no cambian, era como en la universidad.
-¿Dices que soy como una hoja seca? - dijo Miranda con un puchero .
-Jajaja, no, obvio que no. Aunque he de confesar que amo las hojas secas.
Miranda sin alguna razón aparente se sonrojo.
-Creí que solo a mí me gustaba el otoño, no imaginé que a ti también, nunca lo dijiste, tu eres más de verano y playa.
-No lo dije porque no lo sabía, hasta que deje de verte comencé a extrañar las caminatas debajo de los árboles dorados, después cada que veía las hojas acre te recordaba y un sentimiento agradable me recorría el cuerpo.
Miranda escuchaba con atención cada palabra de Alexis, caminaban por una zona arbolada, la situación se ponía algo extraña, no extraña mal, sino extraña como cuando dos novios dan un paseo.
Miranda de repente comenzó a juntar las hojas del piso con el pie, y cuando Alexis se sentó en una banca, Miranda pateo las hojas secas bañando a Alexis con ellas.
Miranda comenzó a reír muy fuerte, se agarraba el estómago, Alexis se veía muy gracioso lleno de hojas, se le pegaron al suéter que llevaba y parecía el hombre del pantano.
Él se reía de si mismo, se puso de pie y camino a la ventana de un restaurante, ahí pudo ver su reflejo, era realmente como él moustro de la laguna.
Se apresuro a atrapar entre sus brazos a Miranda y sacudirse en ella las hojas, ahora ambos estaban bañados en hojas color acre.
Tenía mucho tiempo que Miranda no reía de esa forma, se sintió extraña al no tener ningún tipo de pesar en su corazón.
Alexis soltó a Miranda y retrocedió dos pasos, después, le ayudo a sacudirse toda la hojarasca.
Comenzaron a caminar de nuevo en dirección del hospital, Miranda tenía que ir a casa y su auto estaba en el hospital.
Poco antes de despedirse una hoja cayó en la cabeza de Miranda, Alexis se detuvo frente a ella, acercó su rostro al de Miranda, ella sentía su respiración más rápida, Alexis subió la mano a la cabeza de Miranda y retiro la hoja de su cabello.
-Miranda...- la voz de Alexis era nerviosa
-¿Qué pasó Alexis? - dijo ella con voz temblorosa.
-Siempre me gustaste, pero hasta que te alejaste de mí supe cuánto, me gustaría acercarme nuevamente a ti.
-Alexis, tal vez en el pasado hubiéramos tenido una oportunidad, pero ahora yo tengo dos hijos y soy una mujer divorciada, es injusto para ti estar con una mujer que no puede darte todo su tiempo y amor.
-Yo sé de tu esposo, también de tus hijos, antes fui cobarde y me he arrepentido 8 años por eso, ahora tu reapareciste en mi vida y yo puedo ser un amigo para tus hijos. No sé cómo ser padre, pero puedo intentarlo.
-No sé que decir...
-No digas nada, solo dame la oportunidad de volver a verte otra vez.
-Sí...si, por su puesto que nos veremos de nuevo
Alexis se acercó a Miranda y tomo sus manos, se las acercó a la boca y les lanzó su aliento tibio.
-Están muy fría, vamos te acompaño a tu auto
Miranda acepto de buena gana, al parecer ella nunca fue la del problema a ser rechazada por Eduardo.
Siempre que él le hacía un desaire se preguntaba, ¿que hice mal? ¿porque cualquier chica es mejor que yo a los ojos de Eduardo?.
Nico le dio una salida a su situación con Eduardo y ahora Alexis le hacía sentirse cálida en su interior.
Miranda y Alexis se despidieron frente al auto de Miranda, Alexis se acercó a Miranda y le dio un abrazo y un beso en la mejilla.
-Espero tu llamada, en cualquier momento y situación cuenta conmigo.
-Claro, lo haré, en cuanto tenga tiempo recuperaremos las visitas a los cines de arte
- Eso me encantaría - Alexis mostró su mejor sonrisa y cerró la portezuela de Miranda, espero a que ella arrancará el auto y saliera primero del estacionamiento.
Raúl había visto por casualidad el auto de Miranda en el estacionamiento, la quería saludar y espero en su auto, se sorprendió al ver qué ella era acompañada por un hombre a su auto.
-Hay amigo...me encantaría contarte que tú exesposa es tan dulce como la miel y cuántas abejas atrae - Dijo Raúl para si mismo.
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Comments
hermanas pandas
Es horrible, yo me hice la misma pregunta muchos años 😞
2024-02-25
0
Rosario Rojas
Me encanta
2023-11-17
0
Maura Pericana
no entiendo que pasó con Nico?
2023-02-15
1