Eduardo busco al juez encargado de su divorcio, la secretaria le negó la entrada a su oficina.
-Tengo que verlo, es algo importante, es sobre la demanda de divorcio de mi esposa.
-Licenciado Torre Blanca, lo siento pero el Juez Estrada esta en jn caso en este momento, no puede atenderlo. Pero le puedo abrir una cita para las 4 p.m.
-Esta bien, programe la cita, me puede dar la copia del archivo.
-Lo siento, pero aún no ha bajado a archivo esta demanda, se está tratando de manera especial a petición del Licenciado Cárdenas, que es amigo del Juez Estrada.
-Lo entiendo.
-Me retiro entonces, regresó más tarde.
-Si licenciado, le aviso al Juez en cuanto termine su audiencia.
Eduardo salió muy molesto del Juzgado pero no tenía más que esperar, el día continuó, tenía una cita en el restaurante Fiore, después de eso la cita con el Juez y después iría al hospital a buscar a Miranda.
Eduardo manejo su auto último modelo, se dirigió al restaurante, ya tenía la resevación.
En cuanto llegó vio a la distancia a su cliente el Sr. Macias, se sentía más relajado que momento antes así que camino a su mesa con una sonrisa en los labios.
Se acercó y estrecho la mano del hombre.
Ambos se sentaron a comer, la mesera se acercó a pedir la orden.
Eduardo ordenó una botella de vino tinto y un filete, sin mirar siquiera a la mujer que estaba parada frente a él.
Tambien tomó la orden del Sr. Macias, ambos hombres platicaba sobre el asunto legal de Macias, él al igual que Torre Blanca estaba siendo abandonado por su esposa, al igual que él era un mujeriego y borracho, que dejaba al último a su esposa, pero en su caso su esposa era la dueña de todo y de divorciarse a él no le correspondería nada de sus bienes, Macias quería pelear los bienes no la tutela de sus hijos.
En el caso de Eduardo el no quería divorciarse pero al parecer la influencia de su aún suegro estaba siendo la diferencia para atarle las manos.
Pero si se divorcia entonces la firma de abogados ya no será suya, y no sólo es el dinero, también el poder del que se beneficia.
La mesera llegó, Eduardo se levantó para ir al baño, cuando iba de regreso a su mesa vio a una pareja que tenía una platica muy amena, se sorprendió al acercarse y reconocer a la mujer
Ella estaba acompañada de un hombre al cual no conocía Eduardo
En cuanto Eduardo se acercó a ellos Nicolás le tomó la mano a Miranda que había comenzado a ponerse nerviosa al ver a su esposo en ese lugar.
Eduardo la miró con furia, se acercaba cada vez más rápido, su instinto asesino salió a la luz.
Pero Nicolás contuvo la emoción negativa de Miranda.
Se acercó y le dijo al oído.
-No te preocupes estamos en un lugar público, no hará nada.
Miranda destenso los músculos y le sonrió a Nicolas, que le devolvió la sonrisa, ese pequeño acto de apoyo hizo a Miranda sonrojar.
-Buenas tardes Esposa. - Dijo Eduardo
-Buenas tardes, licenciado Torre Blanca, creo que comete un error, la Sra Cárdenas ya no está casada.
-Disculpe pero a usted no lo conozco y se equivoca, el acuerdo de divorcio aún no esta firmada por mi, por lo tanto aún estamos casados.
-Señor, estamos aquí celebrando. Tal vez no lo sepa pero hace una hora el Juez Estrada nos ha dado la acta de divorcio. Como la señora Cárdenas no pedía nada y usted no se ha encargado de sus hijos según los recibos y facturas de manutención de los niños, todo está a nombre de la Sra. Entonces a usted le han quitado los derechos sobre sus hijos.
-Eso no puede ser, yo fui a ver al Juez Estrada, estaba en una reunión.
-Ya lo creo que estaba en una reunión, estaba con nosotros.
Eduardo se puso pálido , apretaba los puños, quería agarrar a golpes a ese hombre y tenía aún más furia al ser ignorado por Miranda que sólo escuchaba a Nicolas, a Eduardo no lo miró ni una sola vez.
-Miranda, ¿eso es lo que querías, dejarme?, lo hubieras dicho y no meter a terceros en nuestros asuntos.
Miranda lo ignoro, mientras que Nicolás le apretaba aún más la mano, para que ella sintiera su apoyo incondicional.
La sangre le hervía a Eduardo, pero en su propia mesa le esperaba el Sr. Macias, solo le lanzó una mirada fulminante a Miranda que aún no levantaba la vista para verlo.
-Miranda esto no se va a quedar así, me las pagarás.
-Licenciado Torre Blanca creo que usted está cometiendo un delito al amenazar a mi cliente, le pido que restrinja su interacción con la Sra. Cárdenas o lo tendré que demandar.
-Miranda ¿escuchaste lo que este imbecil me dijo? , soy el padre de tus hijos, ¿no piensas decir nada? , siempre has sido tan inferior y ahora este hombre ni siquiera te permite hablar.
Los comentarios de Eduardo hicieron enojar a Miranda tanto que se puso de pie.
Miró a Eduardo a la cara y le dijo con voz clara y firme.
-Sr. Torre Blanca, usted y yo no tenemos ninguna relación y en cuanto a los niños, usted no aportó más que su espera, si quiere podemos hacer de esto un circo, pero los medios de comunicación sabrán con cuantas mujeres se enredo y cuanto dinero gasto en ellas, mientras que en sus "hijos" desde su nacimiento no ha gastado un peso de su bolsillo, gasta el dinero del bufete de mi padre, así que si usted quiere podemos intermoner la pensión y le aseguro que si usted le paga a mis hijos todo lo que les debe por lo que llevan de años vividos, usted quedará en la ruina. ¿Quiere que todo el mundo sepa que usted el Licenciado Torre Blanca no es más que un hombre de paja*?
Los ojos de Miranda tenían un brillo singular, como si toda su autoestima hubiera sido restablecida.
Ella tenía razón, él siempre dejó que ella se hiciera cargo de los gastos, nunca imagino que un día esto fuera como un bumerán y le pegará en la cara.
*hombre de paja, que solo es un adorno, como un espantapájaros.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 138 Episodes
Comments
Elizabeth Yepez
jajaja buena esa
2024-02-06
1
Rosario Rojas
Q esta buena la novela
2023-11-16
0
Patricia Guzman Ceja
así o le fríen un 🐣🐣🐣🥚🥚🥚 jajajajajaja eso quería pues eso tuvo órale a China a traer seda que hace mal tercio
2023-11-01
0