-Jajaja, que pobre tu pensamiento, pero si quieres estar acompañado en tu casa es mejor que si te compres un perro. Miranda ya no regresará a tu, la perdiste.
-No es verdad, en el despacho veo mujeres que han sido golpeadas una y otra vez y son las que se niegan a dejar a sus esposo.
-Pero no todas las mujeres tienen la autoestima tan baja, Miranda no es como ellas.
-Todas las mujeres son iguales, tontas, creen en la idea del príncipe azul, de la vida romántica, si Miranda no fuera igual no habría caído con mis pocas atenciones hace años, mira solo me tomo un año conquistarla y casarme con ella, después 7 años de vida dura.
-Sé lo que te digo, hay mujeres que son ciegas, pero algunas abren los ojos. Miranda no regresará contigo.
-Ella regresará, ¿quieres apostar?
-¿Hablas enserio?
-Claro que hablo enserio, ella volverá a mí y tal vez más enamorada que antes. Tienes miedo de perder.
-No tengo miedo de perder, pero no creo que sea bueno apostar sobre la vida de los demás.
-Estas mal, lo que pasa es que tienes miedo a perder contra mí.
-Bien, apostemos. ¿Cuál es la apuesta?
-Voy a encontrar a Miranda y la enamoraré de nuevo, ella regresará a mi, si gano quiero que me des tu departamento.
- ¿Y si pierdes?
-Yo te daré mi casa, que es aún más grande y costosa que tu departamento.
-De acuerdo, siento que terminaras viviendo en la calle.
-¿Ya me vas a decir donde esta ella?
-No lo diré, es parte de la apuesta, yo no te facilitare que me dejes en la calle.
-Esta bien, oye vi las fotos tu novia es guapa, ¿te gustaría compartirmela?
-Eres un idiota, Beky será mi esposa, ve con tus secretarías, a mi novia no te le acerques.
-Es broma...
-Que bromas tan estúpidas haces, tal vez te rompa la cara si vuelves a hacer esas bromas.
-Dame un whisky
-No te daré nada hasta que pagues lo que haz roto.
Eduardo se levantó, el mismo se sirvió un vaso con Whisky le sirvió a su amigo y después de un rato se fue a su casa.
Cuando entró a su casa ya era de noche, todas las luces estaban apagadas, la apuesta que hizo con Raúl el la sentía como si de eso dependiera su orgullo de hombre.
También la casa sola y oscura había perdido vida, muchas veces no quería regresar a ese lugar pensando en que Miranda y sus hijos estarían ahí.
Pero ahora que no estaban no quería llegar por que ella y sus hijos le hacían falta.
De alguna forma sabía que ellos siempre estarían esperándolo pero ahora él está solo, completamente solo.
La casa se ve como muerta, como si hubieran pasados años de abandono, de repente era tan fría, ese sentimiento lo comenzó a tener al tercer día de que él creía que Miranda estaba de viaje con sus padres.
Antes aprovechaba cualquier ocasión para llevar mujeres, cualquiera que se le cruzará, pero ahora que realmente puede meter a quien guste a esa casa siente que no puede, si lo hace el aroma de su mujer e hijos desaparecerá por los fuertes aromas de los perfumes que usan las mujeres a las que esta acostumbrado.
Se tiro en el sillón. Mirando a la profunda oscuridad, un pensamiento le llegó a la mente e hizo que se horrorizara.
"¡Si Miranda realmente lo deja y no regresa a esa casa, entonces siempre estará sola, fría y oscura!"
"Va ella no me dejará, solo es un berrinche para que la mire de nuevo".
Con ese pensamiento Eduardo se quedó dormido en el sofá de la sala.
Lo despertó el ruido que hacía la sirvienta al servir el desayuno.
-Lo siento señor, creí que estaba despierto, ya le he servido el desayuno.
Eduardo le lanzó una mirada a la sirvienta.
-¿Tu sabes donde están los datos de los sirvientes?
-No señor, la señora se encargaba de eso.
-Mmm...
-¿Le sirvo algo más?
-No, puedes retirarte.
Eduardo subió a su recámara, se dio una ducha, se puso el traje de diseñador y salió a su trabajo.
Cuando llegó ya pasaban de las diez de la mañana.
Llamo a su secretaria, le pidió le pasará la agenda de ese día y le llevará un café.
Cuando la secretaria entró iba con una sonrisa en la cara, dejó el café sobre el escritorio y camino al otro lado, directo a Eduardo.
Se sentó en sus piernas y le dio un beso en la frente, mientras le acercaba los senos a la cara.
Eduardo la empujó suavemente.
-No tengo ganas de jugar, y deja de usar ese perfume, es muy barato.
-¿Eduardo, que te pasa?, este perfume me lo regalaste tú, dijiste que te gustaba.
-Pues ya no me gusta, dime la agenda y no me molestes.
La secretaria hizo un puchero pero al ver que no había reacción de Eduardo fue al otro lado del escritorio, se sentó de mala gana en la silla frente a él.
-Tienes que ir al juzgado a las 12 por el caso Almancera. Después tienes una comida en el restaurante "Fiore" con el señor Macias, por la tarde pediste una reunión con los otros miembros de la firma.
-Esta bien, quiero que me traigas una toalla para que me limpie la frente y no quiero que me vuelvas a besar sin mi permiso. No olvides que solo eres una secretaria.
-Yo soy tu amor, tu me lo dijiste, no me puedes tratar así.
-Claro que puedo, sino quieres que te despida más te vale que te comportes en la oficina.
-Esta bien, creo que estas de mal humor, luego hablamos.
La secretaria desconcertada por la forma tan fría en como fue tratada salió y se quedó en su escritorio haciendo su trabajo.
Eduardo se quedó pensando por un rato, no tenía modo de conseguir información sin la ayuda de Raúl, pero si podía ir al hospital donde trabaja Miranda, tal vez la encuentre ahí pero sin saber en que ala trabaja sería un poco complicado.
Ya había intentado llamar al hospital y preguntar directamente por ella, pero no le dieron información alegando que es información confidencial, él dijo que es su esposo a lo que le dijeron que sí era su esposo llamará directamente a su oficina.
Pero Eduardo había estado tan alejado de ella por años que no sabía ni el número de su oficina ni a qué departamento de cirujanos pertenecía.
-Mandy, cancela la reunión de la tarde, pasala para mañana.
Eduardo le dio la orden a su secretaria y después salió al juzgado.
El caso Almancera no era muy difícil así que no tardaría mucho, era un divorcio y lo único que faltaba para terminar el trámite era determinar la pensión que le corresponde a los hijos y a la ex mujer de Almancera.
Cuando estaba ahí uno de los licenciados que trabajaba ahí se le acercó y le preguntó.
-Vienes a ver como va tu divorcio.
-Jajaja, que bromista eres. No vengo por el caso Almancera, veré al Juez Nuñez.
-Oh ya veo, tu caso es más sencillo, ya veo que no te preocupa.
-Sigues con lo mismo yo no me divorciaré.
-Bueno, ya sabias que la demanda ya está, pero el juez está por concluirlo como Divorcio administrativo, tu esposa no pide nada.
-¡¿Qué?!, ¿cuándo pasó eso?, apenas me notificaron de la demanda, como pudo ser tan rápido.
-No lo sé, creo que el abogado de tu esposa es mejor que tú.
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Comments
Rosario Rojas
Uffff se puso buena
2023-11-16
0
Patricia Guzman Ceja
jajajajajaja eso esti de lujo ya me imagino su cara jajajajajaja de fotografía jajajaja 😂😂😂😂
2023-11-01
0
Jeannett Criollo
jajajajaja el abogado de tu esposa es mejor que tu🤣🤣🤣🤣🤣
2023-06-04
1