Raúl convivió dos días y tres noches con Nicolas, Miranda, José y obvio con Beky.
Realmente Miranda era un gran mujer, era cariñosa con su hijo, atenta con los amigos, su actitud era relajada, platicaba de cualquier cosa al parecer sus conocimientos eran muy amplios, también tenía una parte graciosa e intrépida.
Raúl y ella hicieron rapel en un parte de la montaña.
-Nunca imagine que supieras hacer eso Miranda - comentó Raúl.
-Eso... escalar, rapel, nadar en aguas profundas, entrar a lugares oscuros como grutas y cavernas, muchas cosas que he aprendido por mi profesión.
-¿Qué tiene que ver ser cirujano con hacer ese tipo de cosas?
-Mmm... Hace años yo quería ir al extranjero a estudiar me quería especializar en rescate, así que comencé a tomar cursos en diferentes lugares y en diferentes ambientes.
-¿Cómo fue eso?, ¿me puede platicar más?
-Jajaja, de verdad tengo la facha de mujer que usa uñas largas y no sabe ensuciarse las manos.
-Para nada Miranda, es que una médico cirujano como tú es difícil de imaginar en lugares sucios y oscuros.
-"Cuando yo era más joven comencé a hacer servicio comunitario uniendome a cruz roja, hay situaciones que vives como paramédico que son muy difíciles. Muchos son rescates de accidentes o en zona de algún desastre, desde inundaciones, incendios, derrumbes, entre otros.
Entonces decidí que si esa sería mi carrera entonces ayudaría a las personas en sus momentos más desesperados.
No es lo mismo cuando una persona está en el hospital, con su familia junto a él que cuando una persona está atrapada en un auto, con las piernas pensadas por lámina retorcida, sola y con miedo, sin saber si saldrá vivo o muerto, si tendrá oportunidad de despedirse de sus seres queridos ni dar un último adiós.
Fue entonces que yo quería entrar a cruz roja internacional, hice cursos de todo tipo, en las situaciones más complicadas.
Pero al final lo dejé, me quedé en el país y me case, esa es la historia, muy corta ¿cierto? "
-Nunca imagine que ese fuera tu "sueño"
-Lo era hace 8 años atrás, ahora tengo una familia no puedo dejar a mis hijos e irme a la aventura.
-¿Por qué te casaste con Eduardo?
-Jajajaja...-Miranda reía, pero sus ojos entristecieron - Porque lo amaba.
-¿Ya no lo amas?
Miranda miró el cielo azul, tan amplio, tan limpio, el aire puro que llenaba sus pulmones, camino a la orilla del peñasco, coloco sus manos a los lados de sus labios a modo de que su voz fuera más intensa.
-¡¡Ya no amo a Eduardo Torre Blanca!! - Grito a todo pulmón
Raúl se quedó sorprendido, era obvio que Miranda estaba haciendo un tipo de desahogo, pero ¿realmente ya no amaba a Eduardo?
-¡Miranda ten cuidado!
Había unas rocas sueltas donde ella se paro y Raúl pensó que podría caer así que se acercó y la halo hacia su cuerpo, Miranda quedó fuertemente abrazada por él.
Raúl la miraba, él seguía enamorado de ella como antes o más que hace años atrás.
¿Como su amigo era tan estúpido para no cuidar y amar a esa extraordinaria mujer?, pensaba Raúl para sí mismo.
Si él hubiera sabido la vida infeliz que Eduardo le daría, nunca se hubiera hecho a un lado, tal vez el futuro de los dos sería diferente.
Tal vez no estarían juntos pero por lo menos él hubiera tenido la oportunidad de amar abiertamente a esa mujer y ella no hubiera pasado tantos tragos amargos con Eduardo.
Al darse cuenta que estaban demasiado juntos Miranda estiró los brazos al frente para que Raúl la soltara, Raúl tardó un poco en entender la acción de la mujer pero en cuanto entendió que era algo impropio la soltó y dio un paso atrás.
-Lo... Lo siento, creí que caerías de la roca. - Dijo apenado.
-No te preocupes, estoy bien, gracias por preocuparte.
-¿Es cierto lo que dijiste?
-Sobre ¿qué?, dije muchas cosas.
-Sobre qué ya no amas a Eduardo.
Miranda dibujo una sonrisa triste en el rostro.
-Es imposible amar a quien no te ama, el amor es de dos, uno no puede solo cargar el amor sin necesitar ser también amado. Tu mejor que nadie sabe lo mal de mi relación con Eduardo, me he cansado de amarlo.
En la mente de Raúl resonaban las últimas palabras de Miranda "me he cansado de amarlo"
-Entonces, ¿qué harás?
-¿No es obvio?, viviré de nuevo, estar con él era como estar muerta en vida, restringiendo siempre mis emociones, cada que lo veía con otra mujer me llenaba de celos, quería gritar y arrojar cosas, correr a él y darle una paliza, cada vez que él me ignoraba me dolía el corazón y quería llorar tanto, hacer una verdadera rabieta, he soportado tanto... estar muerta en vida... ahora que lo he dejado solo quiero vivir y disfrutar a mis hijos.
-Eduardo no es fácil de tratar, aun están casados.
Nicolás que había escuchado parte de la conversación se acercó a ellos, camino directo Miranda y le coloco las manos sobre sus hombros.
-Vamos Miranda, hay que comer algo antes de bajar de la Montaña.
-Claro ya vamos.
Nicolas se acerco a Raúl, y con una mirada fija le dijo casi al oído.
-No estarán casados por mucho tiempo...
Después alcanzó a Miranda y juntos fueron al fogón que tenía la comida caliente.
Miranda le sirvió a José que había estado jugando con los bichos de la montaña.
Su madre ya le había dicho que respetará la vida silvestre y no lastimarla a ningún bichito, también a cuáles acercarse y cuáles eran venenosos.
El niño había seguido las instrucciones de su madre y sólo estaba dándole hojas verdes a las orugas.
Los tres comenzaron a comer, después fueron alcanzados por Beky y Raúl, fue esa su última comida juntos antes de que Miranda, Nicolas y José guardarán su campamento y bajaran de la montaña.
Raúl se quedó pensando en la corta platica con Miranda.
Ella era una mujer integra, no podía ser que ella hubiera dejado morir al hermano de Eduardo, algo estaba mal con la investigación.
Cuando este de vuelta en la ciudad él personalmente comenzaría una nueva investigación.
Tal vez el infierno que Eduardo le había hecho vivir a Miranda era injustificado. Pero no diría ni haría nada hasta tener todas los hechos en sus manos.
Beky se acercó a Raúl sin que él se diera cuenta, pues estaba muy distraído en sus pensamientos.
-¿Te pasa algo?
-No, nada.
-¿Seguro?
-Si, bueno... no, ¿recuerdas a mi amigo Eduardo?
-¿Cuál de los dos el bastado o el risueño?
-El bastardo
-El infeliz bastado que trata muy mal a su esposa y que es un borracho empedernido. ¿Qué tiene él?, ¿Por qué lo mencionas?
-La mujer que se acaba de ir es Miranda su esposa.
-¡Es ella!, si te escuche mencionar a Eduardo cuando nos presentamos pero pensé que era la esposa del otro Eduardo el chico alegre que ahora está de viaje.
-No, ella es Celia y nunca subiría a la montaña es muy perezosa. La mujer que acaba de irse es Miranda la esposa de Eduardo Torre Blanca.
-Pero él sabe que su esposa sale con otro hombre y su hijo se veía muy contento, ¿realmente están en una relación de impropia?
-No creo que tengan algo más que amistad y el niño está contento de hacer algo que le gusta, su padre nunca sale con ellos.
-¿Le dirás a tu amigo que la vimos?
-No, no le diré nada, si Miranda lo deja esta bien merecido. Tu tampoco menciones nada.
-Bien, de acuerdo...si lo engaña o lo deja bien merecido lo tiene. Bueno, ahora estamos solos... ¿Podemos hacer el amor bajo las estrellas?
Beky y Raúl se quedaron una noche más en su campamento, disfrutando de su amor de pareja y de las miles de estrellas que se contemplaban en el cielo.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 138 Episodes
Comments
Rosario Rojas
Buena
2023-11-16
1
Graciela Alvarez
muy buena novela. quiero que tome venganza con su esposo y sea feliz con Nicolás
2023-10-07
1
Vanessa Mcgregor Evans
amé
2022-12-27
0