Miranda tenía el corazón roto, su esposo, el hombre al que amaba la había ignorado una vez más, pero había tenido tiempo para ver a su amante.
Tuvo el tiempo para pensar en su cumpleaños, pero no en ella, nunca en ella.
Después de salir de la pastelería, espero en el auto a calmarse.
Vio salir a su esposo y besar tiernamente a su amante.
¿Entonces que era ella en la vida de Eduardo?, era sólo una carga, era sólo un estorbo.
No es una mujer de segunda mano, no es una mujer que merezca no ser amada.
Dejó su brillante futuro cuando renunció a ir a hacer la especialidad al extranjero por casarse con ese hombre.
Solo la utilizó para quedarse con la firma de abogados de su padre.
Eduardo era un joven recién titulado que comenzó a trabajar con su padre, cuando ella lo conoció se enamoró perdidamente. El siempre mantenía distancia, pero en una ocasión la invitó a tomar un helado.
Esa tarde fue mágica, pensaba que él gustaba de ella, pero él sólo la utilizó.
La enamoro y cuando su padre anunció que su hermano Enrique había hecho su propia empresa y no podía dejarla por el bufete de su padre fue entonces cuando los ojos de Ramón, el padre de Miranda vio al joven como su sucesor.
En ese momento fue cuando Eduardo dio el toque final a su farsa pidiéndole matrimonio a Miranda.
Fue así como Miranda cayó en el engaño del hombre.
El primer año estuvo lleno de muchas apariencias y fue cuando Miranda se embarazo de José, después de ese primer año la máscara de Eduardo cayó, cuando ella lo fue visitar a su oficina y lo encontró teniendo relaciones con su secretaria.
En ese momento ella se sintió morir, hizo lo que cualquier mujer hubiera hecho, reclamó a su esposo, pero lo único que encontró fue indiferencia.
El tomó su saco y lo coloco sobre los hombros de su amante, mientras que Miranda fue completamente ignorada.
Solo salieron unas cuantas palabras frías de la boca de Eduardo
-No vengas a mi lugar de trabajo
Miranda no lo podía creer, ella era la hija del fundador de esa firma de abogados, ella era su esposa.
¿Cómo él la pudo tratar así?...
Esa fue la primera vez que le comento a sus padres sobre el divorcio, a lo cual ellos se opusieron de forma determinada.
Después de eso la relación se hizo cada vez más fría, cada vez más distante.
Hasta una noche en la que Eduardo llegó borracho y comenzó a besar a Miranda ella se dejó llevar por el toque de su esposo, fue así como nuevamente quedó embarazada.
Sin embargo, al siguiente día de la noche de pasión con su esposo el salió muy molesto de la casa.
Ella no sabía el por qué, fue acaso que se equivoco de mujer y realmente no quería estar con ella, este pensamiento le pasó por la mente por mucho tiempo, cada vez más doloroso, cada vez más el fuerte sentimiento de humillación.
En su mente cualquiera era mejor que ella.
Miranda seguía en el estacionamiento, la mujer al lado de su esposo hizo pucheros por estar sola, Eduardo sacó de su bolsillo una pequeña caja, seguramente era una joya, porque a la mujer le brillaron los ojos.
Miranda respiro profundamente, tenía tres opciones, continuar como hasta el momento por darle gusto a sus padres de no divorciarse.
Divorciarse pese a que esto la pondría en una situación difícil con sus padres.
O irse con sus hijos y no regresar jamás a ver a ese hombre.
Estaba detrás del volante meditando que tendría que hacer.
Ya estaba cansada de sentirse siempre una mujer sin valor.
Siempre como alguien que no merece ser amada.
Sus pequeños hijos estaban entretenidos mirando una película en la tableta, alguien tocó la ventanilla que la trajo a la realidad.
Era una mujer que llevaba un pastel en las manos.
Miranda bajó la ventanilla,
-Señora, no recogió su pedido
-Y-yo lo siento, no pague - Miranda busco su bolso para sacar su tarjeta y pagar.
La empleada vio la acción y se apresuró a decir
-La persona con la que estaba ya ha pagado
-Oh, ya veo, entonces gracias.
Miranda tomó el pastel y lo coloco en el asiento del copiloto.
En su mente pensaba que entonces el sí recordaba su cumpleaños, eso le dio un poco de calor en su corazón frío.
Se fue a casa de sus padres, ellos la recibieron con mucho gusto.
Les gustaba mucho ver a sus nietos, de hecho le pedían a Miranda de forma constante que se quedará una temporada en la casa con ellos pero Miranda siempre se negaba por su trabajo, la casa de sus padres estaba muy lejos del hospital.
Enrique estaba en la puerta esperando a que sus padres terminarán los besos y abrazos a sus nietos para poder saludar a su hermana.
El noto la irritación en los ojos de Miranda, creyó saber a qué se debían, una discusión con Eduardo. Pero decidió no decir nada.
Cuando estuvieron dentro de la casa la madre de Miranda ordenó a la servidumbre pusiera la mesa para poder cenar.
Miranda había olvidado el pastel regalo de su esposo en el auto y salió a recogerlo.
Llegó a la mesa y lo coloco. Abrió la caja y dentro había un pastel sin ninguna leyenda. Pero la decoración era más para un niño que para un adulto, realmente el pastel era para sus hijos y no para ella.
Nuevamente sintió un hueco en el estómago. Se disculpo y salió,
-¿A dónde vas hija? -preguntó su madre - ya está la cena servida.
-Olvide algo en el auto no tardó.
Miranda salió a toda prisa del lugar sentía que se asfixiaba, jadeaba para poder tener el aire que necesitaba.
Su hermano salió detrás de ella, sabía que algo le pasaba, no era tan insensible como sus padres.
-Hermana ¿qué te pasa?
Miranda no pudo contenerse y se arrojó a los brazos de su hermano.
-Ya no puedo más, hermano, ya llegue al límite de mi tolerancia, quiero divorciarme.
-Si estas segura yo te ayudaré, no importa que nuestros padres no estén de acuerdo, tarde o temprano lo tendrán que aceptar.
Miranda se sintió apoyada, el sentimiento de soledad dentro de su alma se hizo más pequeño.
-¿Estas de acuerdo en que me divorcie? - de repente le llegó a la mente, por que su hermano la apoya sin preguntar el problema, ¿qué sabe él?
-Si hermana yo siempre estaré a tu lado.
-¿Por qué Enrique?, - la cara de Miranda se puso muy seria.
Enrique dudo unos momentos pero por fin se decidió a hablar.
-Por qué ese infeliz tiene otra familia, siempre pasa por la calle con diferentes mujeres, por que me canse de callar.
-¿Desde cuándo lo sabes?
-Hermana, el día que nació Lily, él se fue al Caribe, yo mismo lo vi abordar el avión con una mujer.
-¡¿QUÉ?! - Miranda no podía creerlo, su hermano sabe de la vida tan miserable que ha llevado desde hace tres años- ¿por qué no dijiste nada?
-Por qué nuestros padres no me dejaron hablar contigo.
Era como si a Miranda le arrojará un balde de agua fría, sus padres saben del infierno que vive y prefieren que su hija viva así a que se divorcie.
Miranda cayó sobre sus rodilla, grandes lágrimas corrían por sus mejillas, la traición no sólo era de su esposo, también sus padres, ellos que decían amarla, no la apoyaban aún sabiendo que su marido es un infiel.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 138 Episodes
Comments
Kiara Smith
¡Despierta mujer! Nunca es tarde para volver a empezar, divórciate sin importar la opinión de tus padres, mereces mucho más que estar atada a un hombre que no te valora y déjalo en la calle
2023-12-19
0
Rosario Rojas
Interesante novela
2023-11-16
0
Patricia Guzman Ceja
que lo deje y se vaya con los niños al cabo a el no le interesa en lo más mínimo 😭😭🤬🤬🤬🤬
2023-10-31
0