POV RUBY
La música se apagó, y decidimos regresar a nuestra mesa para tomar un respiro. Nos sentamos, riendo y disfrutando de la adrenalina de la pista de baile. Al chocar nuestras copas una vez más, me di cuenta de que algo estaba sucediendo. Una puerta al lado del cristal se abrió, revelando a dos hombres robustos que se quedaron en la entrada. Pero lo que realmente captó mi atención fue el tercer hombre que apareció detrás de ellos: un tipo alto y atractivo, vestido con un traje negro que lo hacía lucir aún más imponente.
—Señoritas— dijo mientras se acercaba, con su voz profunda resonando en el aire. —Lamento interrumpir su velada, pero me gustaría hablar con ustedes—
Camila fue la primera en reaccionar, con sus ojos fijos en él. Era evidente que estaba intrigada.
—¿Díganos en qué podemos servirle?—preguntó, con una mezcla de curiosidad y coqueteo.
—Me presento, mi nombre es Marcos Valeti—dijo, extendiendo su mano hacia nosotras. Cada una le dimos la mano junto a nuestros nombres y al hacerlo, sentí una extraña chispa. —Al parecer, han llamado la atención de mi amigo, a quien le gustó cómo bailan y está dispuesto a ofrecerles una generosa cantidad solo porque lo vuelvan hacer para el—
Me quedé atónita. ¿Llamamos la atención de su amigo? ¿Quién era? La idea de recibir dinero por bailar sonaba tentadora, y mi mente comenzó a divagar sobre lo que eso podría significar.
Miré a Camila y Sofía, ambas tenían expresiones de sorpresa y confusión. La propuesta era inesperada y, aunque un poco arriesgada, también era emocionante.
—¿Nos regalas un momento, por favor? Necesitamos pensarlo— dije, tratando de mantener la calma.
Marcos asintió, retrocediendo a una distancia prudente, pero aún podía sentir su mirada sobre nosotras. Una vez que nos quedamos solas, el aire se llenó de murmullos y risitas nerviosas.
—¿Qué piensan?— pregunté, sintiendo la emoción burbujear dentro de mí. La idea de bailar para alguien que estaba dispuesto a pagar parecía una locura, pero había algo en la forma en que Marcos se había presentado que me intrigaba.
—No sé, Ruby... Esto es un poco raro— dijo Sofía, mordiéndose el labio.
—Pero también es una oportunidad de ganar dinero, recuerden que lo necesitamos— intervino Camila, con sus ojos brillando de emoción. —¿Quién sabe qué podría pasar?—
La idea de bailar para un extraño, de ser el centro de atención de alguien que nos admiraba, me llenaba de adrenalina. Aún así, la precaución era necesaria.
—Podemos decir que sí, pero solo si estamos cómodas con la situación— sugerí, tratando de mantener un equilibrio entre la emoción y la sensatez.
Las tres nos miramos, y una chispa de complicidad se encendió entre nosotras. Era una decisión que teníamos que tomar juntas, y sin importar lo que decidiéramos, sabíamos que esta noche sería memorable.
Le hice una seña al hombre, y él regresó con una sonrisa confiada. —¿Y entonces?— preguntó, mirándonos con curiosidad.
—Aceptamos— dijimos al unísono, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. —Pero solo será bailar. Nada más y no aceptamos que nos toquen—
Su sonrisa se amplió, mostrando que parecía estar de acuerdo con nuestras condiciones. —Está bien, como ustedes digan— respondió con un tono de respeto, haciendo una señal para que lo siguiéramos.
Nos pusimos de pie, y las tres nos miramos, compartiendo una mezcla de anticipación y adrenalina. El ambiente se sentía electrizante mientras nos dirigíamos detrás de él, atravesando el espacio elegante del club. Las luces parpadeaban y la música vibrante nos envolvía, y podía sentir cómo la emoción crecía en cada paso que dábamos.
Mientras caminábamos, no podía evitar pensar en lo que nos esperaba. Era una aventura inesperada, y aunque había un toque de incertidumbre en el aire, también había una chispa de diversión. Era como si estuviéramos a punto de cruzar una línea hacia algo nuevo y emocionante.
Entramos en la sala privada, y de inmediato sentí que la atmósfera era completamente diferente. Había cuatro hombres en el centro, y el aire estaba cargado de una energía casi palpable. Varias mujeres nos miraron con desdén al entrar, lo que me hizo sentir un poco fuera de lugar, pero traté de no prestarles atención.
Mi mirada se centró en el hombre del centro.
¡Dios mío!
Es increíblemente guapo.
Tenía la camisa negra abierta revelando un pecho bien definido y tatuado, mientras una mujer a su lado lo tocaba de manera descarada. Su postura era relajada, con las piernas abiertas y una mirada que me hizo sentir nerviosa al instante.
Y eso que no soy de las que se ponen nerviosas fácilmente.
Al otro lado, tres hombres rubios nos observaban con curiosidad, y su atención no ayudaba a calmar mis nervios. Marcos, por su parte, se sentó y rodeó la cintura de la mujer a su lado con un brazo, como si estuviera completamente en control de la situación.
No sabía quiénes eran, pero solo estar allí, en esta sala llena de poder y confianza, me hizo comprender que estaban en una liga diferente. Era como si el dinero y la influencia flotaran en el aire, y yo era solo una espectadora de un mundo que me resultaba ajeno.
—Cuando quieran— dijo Marcos, y al mirar a Camila y Sofía, vi que también estaban absorbiendo todo a su alrededor, con sus ojos muy abiertos.
Les hice una seña, llevé mi abrigo y mi bolso a un asiento en la esquina. Ambas me siguieron, dejando nuestras cosas a un lado.
La música sonaba a un ritmo sensual y electrizante, y era casi imposible no dejarse llevar por ella.
Suspiré, tratando de calmarme y hacer como si no estuvieran allí, como si fuera mi habitación, donde todos los días bailaba sin preocupaciones. Cerré los ojos por un momento, sintiendo cómo la música fluía a través de mí, y dejé que el ritmo me envolviera.
Cuando abrí los ojos, miré a mis amigas. Era el momento de bailar y, aunque la situación era extraña, estaba decidida a disfrutarlo. Así que, con una sonrisa nerviosa, me uní a ellas y comenzamos a movernos al compás de la música, dejando atrás cualquier duda...
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Comments
Yanitza Aguirre
Que locura! pero así es la vida una locura todos los días que no planeamos solo aparece. A quién no le ha pasado algo curioso alguna vez??? les dejo esa pregunta 🤭
2025-10-04
2
Betty Saavedra Alvarado
Diego pago por verlas bailar querrá algo más con Rubí parece que si Sofi y Camí disfrutan su baile
2025-10-03
1
Isabel...
Me encanta. Quiero más 🤭
2025-10-03
2