Cuando la jornada en los jardines terminaba, Maddie se detuvo junto al carruaje, dejando escapar un suspiro de satisfacción por todo lo que habia logrado ese día. para su sorpresa, Theodore apareció junto al carruaje, cruzando el patio con paso firme y silencioso.
Maddie: duque… ¿me va a dejar en mi mansion?
Duque: sí.. solo porque no quiero que alguien piense que fui yo quien la golpeó y llegue herida a la boda
Maddie: no se preocupe.. ese día me verán hermosa, y nada de lo que pasó podrá opacar eso.
Duque: hm… que asi sea entonces.
El carruaje avanzo lentamente por los caminos de la isla, el sol de la tarde iluminaba el rostro de Maddie mientras ella hablaba con entusiasmo sobre los preparativos de la boda. su voz era clara, llena de energía y determinación.
Maddie: y creo que el salon principal deberia tener velas y cristales de distintos tamaños, para crear profundidad… y los manteles… hm, tal vez color marfil con bordados dorados
Duque: hm —murmuró finalmente..
Maddie: ¿duque? ¿me escucha?
él asintió apenas, un gesto mínimo, pero suficiente para que ella sintiera que había logrado captar su atención. luego, sin quitar la vista de ella, una esquina de sus labios se curvo en algo parecido a una sonrisa. un gesto pequeño, casi imperceptible, pero cargado de complicidad.
Maddie: y para el banquete, pensé en contratar al chef del puerto… es famoso por sus postres y creo que…
[parece que este canario blanco sabe lo que hace.]
El resto del camino transcurrió con Maddie hablando y Theodore escuchando, sin interrupciones innecesarias, y por primera vez, ambos compartieron un silencio cómodo, donde la tensión y la distancia habitual se sentían un poco menos imponentes.
El carruaje llego a la mansion de Maddie y Theodore bajo primero, con pasos firmes y mirada fija. al entrar, el baron lo recibió con sorpresa, y Margaret cruzo los brazos, ladeando la cabeza con una sonrisa falsa.
Barón Simpson: duque Bennet.. no esperaba que viniera..
Duque: estoy preocupado.. preocupado porque mi prometida llega herida de su propia casa.
el baron tragó saliva, y Margaret abrió los ojos con exageración antes de fulminar a Maddie con la mirada.
Margaret: ¡es que mi hermana menor es demasiado torpe! no sabe cuidarse y por eso sale herida!
Duque: no quiero escucharla.. solo me quiero asegurar que no se vuelva a repetir..
[este canario blanco.. nadie lo toca sin que yo lo sepa]
Duque: dejare a algunos de mis hombres aqui . mi prometida necesita estar protegida.
Baron Simpson: duque… no puedo aceptar eso. esta es mi mansion, mi casa, no necesito soldados que anden vigilando mis pasillos como si fuera una prision.
Duque: no es una peticion, baron.
el aire en el salon se tensó. Margaret miro al padre con los ojos abiertos, asustada por la dureza de las palabras del duque, mientras Maddie contenia la respiracion, observando fascinada aquella defensa inesperada.
Baron Simpson: usted… no puede imponer
Duque: puedo y lo hare.. y si alguien aqui se atreve a poner una mano sobre mi prometida otra vez, no habra apellido ni titulo que pueda salvarlos de mi ira.
el silencio fue absoluto. solo el crepitar del fuego en la chimenea llenaba la sala.
Theodore dio un paso hacia Maddie y la miró con firmeza, casi como si el resto del mundo desapareciera.
Duque: mis hombres se quedaran
cuando todo quedo dicho y los guardias del duque empezaron a acomodarse en la entrada de la mansion, Theodore se dispuso a marcharse. caminó con pasos firmes hacia el carruaje, sin mirar atrás, hasta que escuchó los pasos apresurados de Maddie siguiendolo.
—duque… espere un momento —dijo ella, alcanzandolo justo antes de que subiera.
Theodore se giro lentamente, sus ojos oscuros observandola con esa mezcla de frialdad y misterio que siempre la desarmaba. Maddie respiro hondo, apretando sus manos nerviosas, y al fin habló.
—gracias… —dijo en un susurro, con la voz un poco temblorosa—. por defenderme… y por cuidarme aunque no lo admita.
Theodore arqueó una ceja, sorprendido por la franqueza de sus palabras. estaba a punto de responder algo cortante, cuando Maddie se acerco un paso mas y, sin pensarlo demasiado, se inclinó para rozar con sus labios su mejilla.
fue un beso ligero, inocente, pero suficiente para que el demonio de la isla se quedara inmóvil. sus hombros se tensaron y sus ojos se abrieron apenas, como si no supiera cómo reaccionar.
—no se preocupe —añadió ella, con una sonrisa traviesa que buscaba disimular el rubor en sus mejillas—. me asegurare de verme hermosa el dia de la boda…
Theodore permaneció en silencio unos segundos, mirándola fijamente. luego, sin decir palabra, subió al carruaje con un movimiento rápido, aunque por primera vez no pudo ocultar del todo el calor que subía a su rostro bajo la sombra de su cicatriz.. mientras el carruaje partía, Maddie se quedó observando, con una sonrisa satisfecha, consciente de que aquel gesto pequeño había sido suficiente para perturbar al hombre más temido de la isla.
el carruaje avanzaba por el camino empedrado, pero el duque apenas lo notaba. seguía con la mirada fija en la nada, la mandíbula apretada y las manos cerradas sobre las rodillas.
[un beso… en la mejilla…]
la imagen se repetía una y otra vez en su mente, como una ofensa y al mismo tiempo un veneno dulce que no podía sacudirse.
apretó los dientes con fuerza, intentando sofocar la sensación.
—ridiculo… —murmuro entre dientes—. cómo pude permitirlo…
se llevó una mano a la mejilla, recordando el calor leve de los labios de Maddie, y sintió una punzada de furia consigo mismo.
—es solo un canario blanco… nada más… —
cuando volvió a su habitacion, Maddie cerró la puerta y se dejó caer sobre la cama, abrazando la almohada con fuerza. no podía borrar la imagen del rostro del duque cuando le dio ese beso.
—estaba tan… tan sorprendido —dijo riendo sola, mientras se cubría el rostro con las manos—. seguro que nunca nadie se atrevió a hacer algo así con él.
sus ojos brillaban de emoción, y aunque su labio aún le dolía por la bofetada de Margaret, su corazón latía feliz, ligero.
[Estoy logrando algo… lo sé puede que él sea un demonio para todos, pero yo… yo lo voy a convertir en mi demonio..]
se levantó de un salto y fue directo a su escritorio, tomó su cuaderno de notas donde apuntaba todo lo que recordaba de la novela. agregó una nueva página: planes para conquistar al duque.
[velas… flores… música… y ahora… besos.. el proximo será en los labios… pero cuando él lo pida.]
cerró el cuaderno con determinación y se acomodó bajo las mantas, feliz, soñando despierta con los preparativos de la boda y con los pequeños pasos que la acercaban cada vez más al corazón del demonio.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 34 Episodes
Comments
morenita
Así me gusta fuerte y decidido, que ese barón sienta lo que es hablar con un hombre de verdad, no como él que es un canalla que alcahuetea qué su hija maltrate a la otra, que desgraciado 😠
2025-10-02
2
Karime
Que lindo 🤗🤗🤗💗💗💗
Me encanta como maddi lo va a enamorar 😝😝😝 seguro l
Que si se vuelve tu demonio
theo espero te des cuenta cuanto te quiere Madi
2025-10-01
1
morenita
Siempre es bueno que una hable y el otro escuche, después que no se sienta ignorada y el otro no se moleste por tanta habladuría, todo está bien, se complementan ✌️
2025-10-02
0