Durante los dias siguientes Maddie aparecia cada mañana en la mansion Bennet, siempre con un cuaderno en mano, siempre con nuevas ideas. organizaba a los jardineros, daba ordenes a los cocineros, cambiaba flores de lugar, hacia listas interminables de invitados. hasta parecia que la mansion, que siempre habia estado en silencio y rigida bajo el peso del duque, ahora tenia un aire distinto, mas vivo.
Theodore la observaba desde lejos, desde las ventanas altas de su despacho o los balcones oscuros del pasillo. cada vez que la veia reir con los sirvientes, o inclinarse para oler una flor, esa imagen se repetia en su mente
[Definitivamente es un canario blanco, ligero, ruidoso, imposible de ignorar.]
Al principio creyó que seria facil acostumbrarse, que pronto se cansaria y desapareceria como una moda pasajera… pero no. ella seguia llegando cada mañana, llenando los pasillos de voces, los jardines de musica y hasta el comedor de comentarios descarados.
Theodore se encontraba a si mismo buscandola con la mirada.. cada paso de Maddie por la mansion lo hacia recordar el canto agudo de ese pajaro, ese que no teme ni siquiera a la presencia del leon que lo vigila.
[ella es un canario que canta demasiado fuerte, demasiado feliz… y que cree que sus alas blancas lo protegen del mundo]
Esa noche Theodore salio a cazar.. la luna apenas iluminaba los bosques cercanos y el duque, como un espectro, se movia entre las sombras con la misma frialdad de siempre. cuando termino, sus manos y sus ropas estaban manchadas de sangre. en su mente, sonrio con un dejo de crueldad.
[veremos si el canario sigue cantando despues de esto].
Esperó hasta el amanecer para regresar a la mansion, seguro de que Maddie pronto llegaría como siempre, revisando algun detalle del jardin. y no se equivoco.
Mas tarde ella estaba de pie en la entrada, hablando con dos criadas, cuando lo vio llegar. Theodore desmontó despacio, dejando que la luz del sol mostrara la sangre seca en su capa, en su camisa, en su rostro. sus ojos buscaban ese gesto de miedo, de rechazo, la prueba de que al fin el canario se callaria.. pero Maddie no retrocedio.. corrió hacia él sin dudar, sus ojos brillaban no de terror, sino de preocupacion genuina.
Maddie: duque… ¿esta herido? —pregunto con voz temblorosa, intentando tocarle el brazo manchado.
Duque: no es mi sangre..
Maddie: aun asi, podria haberse lastimado… deje que lo revise. —y sin darle tiempo, estiro la mano hacia su pecho, buscando algun rastro de herida fresca.
Duque: ¿acaso no entiende lo que soy?
Maddie: entiendo que acaba de volver cubierto de sangre y que aun asi sigue de pie. pero si se ha herido… podria bañarlo yo misma para asegurarme.
Theodore se quedo en silencio.. la imagen de ese canario blanco regreso a su mente, pero ahora cantando mas fuerte para provocarlo.. apretó la mandibula, soltó su muñeca con brusquedad y se giró hacia la mansion, ocultando el temblor de su respiracion.. pero esa voz alegre, ese canto descarado, lo persiguio incluso en las sombras del pasillo.
Maddie no tardo en presentarse en la habitación del duque.. llevaba en sus manos algunas gasas y ropa limpia, su excusa perfecta para entrar.. toco apenas la puerta y antes de que Theodore pudiera responder ya estaba adentro.
él se encontraba de pie, solo con una bata oscura atada a la cintura, el cabello humedo por el baño rapido que se habia dado. cuando la vio entrar, fruncio el ceño de inmediato.
Duque: fuera
Maddie se sonrojo al verlo asi, imponente, enorme, con el pecho parcialmente descubierto y la cicatriz marcada por la luz de las velas. se mordio el labio, pero no retrocedio.
Maddie: no, vine a ver como esta. y traje agua y ropa limpia.
Duque: le dije que se fuera, Maddie.
Maddie: duque… se tiene que acostumbrar a que este cerca. en seis semanas nos casaremos… y compartiremos habitacion.
[es solo un hombre, no un monstruo]
Duque: es una ilusa..
Maddie: puede llamarme como quiera… pero sigo siendo su prometida. y pienso cumplir con ese papel.
Duque: buenas noches, duque.
Cuando la puerta se cerro., Theodore se dejo caer en la silla, presionando el puente de su nariz.
[ese maldito canario blanco… cada dia canta mas fuerte]
Cuando Maddie regreso a su mansion despues de pasar todo el día en la mansion Bennet, estaba emocionada por los avances en los preparativos. pero apenas cruzo la puerta, su hermana mayor, Margaret, la esperaba apoyada en el marco del salon con una sonrisa burlona.
Margaret: ¡vaya, vaya! asi que has estado con el demonio todo el dia… ¿y todavia no te das cuenta de lo ridicula que estas?
Maddie: no es un demonio, Margaret. Theodore es… estricto, si, pero justo. y es responsable con la seguridad de la isla y con todos los que dependen de él.
Margaret: ¡justo! ¿justo con los demas? ¡te aseguro que nadie que lo conoce de verdad le tiene algo de respeto! ¡solo miedo!
Maddie: lo conoces muy poco… y aunque lo conocieras, no tienes derecho a hablar asi de él.
la risa de Margaret se corto de golpe cuando, sin pensarlo, le dio una bofetada en la cara. Maddie sintió un dolor agudo y el labio le sangro inmediatamente. el golpe la sorprendio tanto que ni siquiera reacciono a tiempo.
Maddie: ¡¿como te atreves?!
mientras se preparaba para devolverle el golpe, la puerta del salon se abrio de golpe y su padre entro con el ceño fruncido, sus ojos llenos de autoridad.
Barón Simpson: ¡Maddie Simpson! no vuelvo a repetirlo: ¡no se responde a un superior con violencia, ni siquiera a tu hermana!
Maddie bajo la mirada, mordiendo el labio herido, tratando de contener las lagrimas de frustracion y dolor. Margaret se cruzo de brazos, con una sonrisa triunfante, mientras Maddie sentia que su corazon latia con fuerza.
Maddie: pero padre
Barón Simpson: el castigo ya esta decidido.. hoy aprenderas disciplina y respeto, Maddie.
el castigo del baron fue simple pero efectivo.. Maddie no cenaria esa noche y no comería con la familia durante la semana, desayuno y almuerzo serian solo recibidos en su habitación.. Ella con el labio aun adolorido y la rabia latiendo fuerte en su pecho.. no dijo nada, no protesto, solo dejo que el silencio llenara el cuarto.
Al dia siguiente, cuando regreso a la mansion Bennet, su furia seguia intacta. entró en los jardines y se puso a dar ordenes con una energia contenida, casi explosiva, sin permitir que nada ni nadie la distrajera. incluso los jardineros se dieron cuenta de que hoy Maddie no estaba en su habitual buen humor.. no habia risas ni chistes ligeros, ni esa musica suave de su voz que usualmente llenaba el lugar.
Theodore, que estaba revisando unos informes en su despacho, lo noto de inmediato.. algo en el aire, en el jardin, era distinto. bajó la vista hacia los jardines y vio a Maddie moverse con precision y firmeza, su mirada fija, seria, y sin una sola sonrisa.
[el canario blanco… ya no canta hoy]
se levanto y se asomo a la ventana, observando como ella inspeccionaba cada detalle, hablaba solo lo necesario, y no dirigia ni una palabra de juego a nadie.. incluso los jardineros parecian tensos ante su mirada intensa.
Duque: ¿Qué le pasa.. demasiado silencio?
Asistente: parece… que esta enfadada, señor. algo ha ocurrido en su mansion.
Theodore suspiro, apoyando la cabeza en la mano, mientras la imagen de Maddie seria y furiosa se grababa en su mente. incluso sin palabras, incluso sin risas… su presencia lo afectaba mas de lo que queria admitir.
[un canario que guarda silencio… puede ser aun mas peligroso que uno que canta sin parar]
Theodore bajo a los jardines sin hacer ruido, decidido a averiguar por qué Maddie estaba tan seria. al acercarse, su mirada se posó en su rostro… y se detuvo.. el labio tenia una pequeña herida, aun inflamado por la bofetada, y la mejilla mostraba un leve tono morado. su corazón, por primera vez en mucho tiempo, se tensó de forma inesperada.
Duque: ¡Maddie! ¿que… que te pasó?
Maddie lo miro, furiosa, con los puños apretados y la respiracion agitada. su voz temblaba, pero estaba cargada de ira.
Maddie: ¡Margaret! ¡me dio esta bofetada solo porque lo defendí a usted!
Duque: tu hermana… te golpeó!?
Maddie: ¡y mi padre! ¡me castigó dejándome sin cenar! ¿sabe lo humillante que fue eso!?
Duque: Margaret… y tu padre.. no dejare que esto quede así.
Maddie lo miro, aun respirando con fuerza, y dejo escapar un suspiro cargado de frustracion.
Maddie: no quiero que haga nada… solo… solo quiero que sepa que ya no voy a permitir que me humillen ni me hagan sentir menos.
Duque: mmmm haré lo que crea correcto…
Maddie lo miro sorprendida…
Duque (susurro): este pequeño canario.. es mio… y nadie va a lastimarlo.
Maddie parpadeo, un poco sonrojada, pero no pudo evitar sonreír con un dejo de travesura y satisfacción.
Maddie: yo… no necesitaba que lo dijera —susurró, aunque su voz no pudo ocultar el orgullo que sentía—. pero… gracias.
Theodore ladeó apenas la cabeza, como evaluando su respuesta, luego giro sobre sus talones y salió caminando hacia la ventana del jardín, su mente aún ardiendo por la rabia contenida, pero también perturbada por la valentía de ese “canario blanco” que se atrevía a enfrentarse a todos, incluso a él.
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Comments
🥀Yoselin🥀
Pero que generosa eres Maddie 🤣
2025-10-01
10
morenita
Jajaja no la podrás callar, al menos que le pongas el manto, pero el manto de la pasión, papasito jajaja
2025-10-02
4
morenita
Ves y hazle justicia a ese canario, porque lo que le hicieron es injusto, dale un escarmiento a esa hermana y a ese padre, abusivos es que son 😠
2025-10-02
2