El aire estaba helado aquella tarde.
Había salido apresurada de los dormitorios de la universidad, con el abrigo mal cerrado y el corazón acelerado. La ciudad, con sus edificios inmensos y luces parpadeantes, parecía más fría de lo habitual. Miles de personas caminaban de un lado a otro, cada una absorta en sus preocupaciones, sin notar la existencia de los demás.
Yo, como siempre, era invisible.
Caminaba rápido, con los auriculares puestos, pero pronto los quité. Prefería el silencio, porque dentro de mi cabeza resonaban las palabras de la novela que estaba leyendo. Mi celular brillaba en mi mano; había pasado las últimas noches sin dormir devorando cada página de aquella historia.
Era una fantasía llena de dolor, magia y destino. Y lo extraño, lo inquietante, era cuánto me veía reflejada en su protagonista. Cada vez que ella lloraba, yo sentía su llanto como mío. Cada vez que sufría el rechazo del mundo, yo lo sentía en mi propia piel.
Me detuve en la esquina de un cruce y abrí el libro digital en la pantalla.
“Ella solo quería ser amada, aunque el universo entero la despreciara.”
Las palabras me atravesaron como un cuchillo. Era yo. Esa era mi vida escrita en un papel que no me pertenecía. Sentí un nudo en la garganta, los ojos empañados.
No miré el semáforo.
No miré a los lados.
Un claxon sonó, fuerte, como un trueno que me arrancó de mis pensamientos. Pero ya era tarde.
El golpe me lanzó contra el pavimento. Mi cuerpo se estremeció de dolor; un calor espeso empezó a brotar de mi cabeza y a manchar el suelo.
Escuchaba voces lejanas.
—¡Llamen a una ambulancia!
—¡Se está desangrando!
—¡Aguanta, aguanta!
Quise responder, pero mis labios no se movieron. El mundo se volvió borroso, como si una niebla oscura cubriera mis ojos. Veía a las personas agolpándose alrededor, sus bocas abiertas en gritos que apenas eran ecos ahogados.
El dolor era insoportable. Y, sin embargo, lo que más me dolía no era el cuerpo destrozado… sino el pensamiento que ardía dentro de mí:
"Morí sin haber sido amada."
Las lágrimas se mezclaron con la sangre.
El frío me envolvía, los sonidos se desvanecían, y todo se convirtió en silencio.
Entonces, algo cambió.
Entre la oscuridad que me rodeaba, un resplandor suave comenzó a crecer. No era la luz de la ciudad, ni las sirenas, ni los faros de los autos. Era un brillo cálido, como si alguien me tendiera la mano.
Sentí mi corazón detenerse, y al mismo tiempo… escuché una voz.
No era una voz como las que se oyen con los oídos.
No tenía timbre, ni género, ni edad.
Pero su presencia era inmensa.
Como si el universo entero se hubiera inclinado hacia mí para hablar.
No era humana, ni cercana, pero resonaba dentro de mí como un eco eterno:
"¿Quieres otra oportunidad?"
Mis labios no se movieron, pero mi alma gritó:
"Sí.
Quiero vivir en un mundo distinto.
Quiero ser alguien que merezca ser amado."
La luz me envolvió por completo. El dolor desapareció.
Y cuando mis ojos volvieron a abrirse, ya no vi los edificios grises de la ciudad. Ni las sirenas. Ni la sangre.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 36 Episodes
Comments