Capítulo 04 Tristeza

Eloíse

El encierro terminó para mí, pero no los insultos, ni los oficios, Karelin se ha dedicado a humillarme.

— Si no quieres que te vuelva a encerrar ten cuidado como le hablas a mis hijas, quieras o no son tus hermanas.

— ¡Si claro, como digas!

— Así me gusta y desde ahora me dirás emperatriz no Karelin.

— Yo también soy una emperatriz, así que...

— Eres una princesa, no una emperatriz y no perderé la esperanza de tener un heredero varón.

— Como digas, me voy a mi cuarto.

— No te puedes retirar sin mi permiso.

— Karelin, déjame tranquila.

— Eres una insolente.

— Tú eres... No termino de hablar cuando me da un bofetón fuerte que mi labio sangra.

— No eres nadie para golpearme.

— Pues mira como te demuestro que sí.

Me agarra el cabello con tanta fuerza que comienzo a chillar del dolor.

— ¡Suéltame, Suéltame!

— Te mostraré quien soy.

Me lleva a la torre nuevamente y no sé quiénes llegan, pero me toman de los brazos y comienza a darme latigazos.

— Esto es por ser un estorbo.

Empieza a contar, cierro los ojos, al tercero mi llanto se escucha.

— ¡Para, para por favor! Duele, duele mucho.

— Sígueme rogando, pero llámame por mi verdadero cargo.

— Ya no puedo más, por favor....

— Dime cómo debes llamarme.

— Emper.... Emperatriz, digo con llanto, el dolor es fuerte, arde tanto.

— Así me gusta, para la próxima te daré veinte.

— Yo...

— Tú nada, mañana quiero que a primera hora estés limpiando mi habitación.

No puedo ni responder por mi llanto, me tiran al suelo y comienzo a llorar desconsoladamente.

Odio mi vida y odio todo lo que me hacen.

Los días transcurren, pero a la siguiente semana caigo en cama con mucha fiebre, los latigazos causaron infección en mi cuerpo, solo ese día fui atendida por una empleada, la cual está bajo amenaza. No puedo morir, no le conviene a Karelin, por qué no existiría una escusa válida.

Los días pasan y logro recuperarme, trato de no toparme con Sonia ni Sophia, mucho menos con Karelin, solo obedezco todo lo que me dicen.

Los meses transcurren, mi padre lleva seis meses fuera, solo recibí una carta de él, la cual era para regañarme y decirme que era una rebelde por no realizar mi debut.

Las gemelas terminan su cortejo y la hora de su boda llegó, ambas se casan completamente felices, Karelin llora de la felicidad por qué se casaron con un Marqués, ella deseaba que fueran reyes. Pero sus hijas se enamoraron y con que tuvieran un título ella sería feliz.

Lo que se es que su esposo murió en batalla y no tenía un título.

Estoy viendo por mi ventana, cuando soy interrumpida.

— Tu padre está de regreso, posiblemente regrese mañana, espero que el tiempo pase rápido y realices tu debut, para que te largues de mi palacio.

— Este palacio es mío, no tuyo y un día seré la emperatriz y tú regresarás a ser una simple señora.

— Eres una estúpida, me lanza una bofetada, me alegra que tu madre muriera, estoy tan feliz.

Mi corazón late tan fuerte que no sé en que momento me lanzo hacia ella.

— Te odio tanto, le grito cuando la agarro del cabello, no se en que momento le arañó el rostro y la muerdo, estoy tan furiosa por todo lo que me ha hecho cuando...Alguien me separa de ella.

— ¿Pero qué es esto Eloíse? Habla mi padre.

— Mi amor, tu hija es una salvaje, en tu ausencia ha sido siempre así. Con tu permiso la castigue por qué me golpeó varias veces, yo que la cuide de pequeña... Mira como me paga.

— Estos comportamientos tuyos me tienen ardo Eloíse.

— Papá ella se justifica, me ha golpeado, hasta dijo que estaba feliz que mamá muriera.

— ¿Pero qué dices? ¿Porqué inventas semejantes cosas?

— Esto ya es mucho Eloíse, basta ya, estás castigada, no sé si mandarte lejos a un convento o casarte ya.

— Ninguna de las dos, no quiero, no quiero.

— Pues estoy cansado, necesitas crecer, ya no eres una niña, Karelin, tú te encargaras de buscarle esposo a Eloíse, hablaré con la corte y realizarás tu debut, te casaras y ahí aprenderás lo que es madurar, harás las tareas de una esposa, ya Karelin te enseño mucho, es necesario que salgas del nido.

— Pero papá.

— Nada, ahora discúlpate con Karelin y te espero en mi despacho.

Mi padre sale furioso y al ver Karelin que mi padre se había ido, comienza hablarme.

— Sabes que, me alegra que me lastimaras, a eso vine a provocar dónde más te duele, por fin te largaras de mi palacio.

Lágrimas salen sin cesar de mi rostro.

Me doy la vuelta y lloro desconsolada, odio esta vida, odio que mi madre haya muerto.

No puede ser, me casarán y ¿Conquien será?

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Comments

Jessica

Jessica

ojalá y la casen con alguien importante no si no imagínese

2025-09-23

3

Jessica

Jessica

pobre xq hay madrastras tan malas

2025-09-23

1

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