Capítulo 5

El silencio del coche era casi sofocante. Después del compromiso, mi abuelo me dejó al cuidado de Gael, como si quisiera que pasáramos algún tiempo a solas para "conocernos mejor". Yo mantenía los ojos en la ventana, observando las luces de la ciudad pasando rápido, pero, en el fondo, cada detalle de aquella noche se repetía en mi mente como un eco: la mirada furiosa de Adrian Castellani, sus palabras de desprecio, el choque general de los invitados.

Y, sobre todo, el modo en que Gael se había posicionado. No solo me había aceptado, sino que me había defendido.

Cuando el coche se detuvo delante de la mansión Castellani, casi contuve la respiración. Era un palacete clásico, de líneas sobrias e imponentes, iluminado por reflectores que destacaban su grandiosidad. Al bajar, Gael extendió la mano, y por un momento percibí cómo era firme, cálida, real.

—Entra —dijo, en tono tranquilo, pero cargado de autoridad.

Atravesé el hall con pasos hesitantes. El suelo de mármol reflejaba la luz de las lámparas, y en las paredes, retratos de la familia Castellani me encaraban como jueces silenciosos. Adrian también formaba parte de aquel linaje, y solo de pensarlo, mi estómago se revolvía.

Gael condujo la silla hasta la sala de estar. Se acomodó frente a mí, con una postura que, aunque limitada por la silla de ruedas, exudaba poder. Sus ojos oscuros estaban fijos en mí.

—Enfrentaste a Adrian sin vacilar —comenzó él, con voz baja y firme—. Pocas personas se atreven a contradecirlo en público.

—Pocas personas saben lo que él realmente es —repliqué, con amargura.

Gael arqueó la ceja, curioso.

—¿Y tú lo sabes?

Por un instante, temí haber hablado de más. Apreté las manos en el regazo, buscando mantener la calma.

—Sé lo suficiente. Lo bastante para entender que no debo confiar en él.

El silencio se extendió entre nosotros. Yo podía sentir el peso de su mirada, como si intentara arrancarme secretos que no estaba lista para revelar.

De repente, él rió levemente, un sonido bajo y ronco.

—Eres más interesante de lo que imaginé.

Yo desvié los ojos, incómoda con el modo en que aquellas palabras me afectaron.

Aquella noche, antes de retirarme al cuarto de huéspedes, algo sucedió que me dejó en alerta. Yo volvía del jardín, intentando calmarme, cuando oí un ruido proveniente del pasillo principal. La curiosidad me guio, y, escondida detrás de una columna, vi a Gael.

Estaba solo, la silla de ruedas apoyada en una mesa. Y, delante de mis ojos incrédulos, él se levantó.

El movimiento fue seguro, firme. Apoyó las manos en la mesa solo por un instante, pero luego caminó con pasos decididos hasta la estantería, donde removió algunos documentos. No había temblor, no había dolor visible, no había nada que recordara a un inválido.

Mi corazón se disparó.

Él no era deficiente.

Contuve la respiración, temiendo ser descubierta. Pero Gael parecía ajeno a mi presencia, absorto en sus propios pensamientos. Pocos minutos después, retornó a la silla y, como si nada hubiera sucedido, empujó las ruedas en dirección al escritorio.

Volví a mi cuarto, los pensamientos en turbión. A cada latido del corazón, la verdad se hacía más clara: él fingía. Había fingido durante años, tal vez. ¿Pero por qué?

Cerré los ojos y juré para mí misma: si quería sobrevivir en aquel juego de poder y venganza, yo necesitaría entender quién era, de hecho, Gael Castellani.

Más populares

Comments

Mily08gt.

Mily08gt.

😳😳😳😳Ohhhh entonces es algo de su familia gael quiere dejar fuera a su sobrino malvado 🤭🤭🤭🤭

2025-10-16

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play